Cuatro intercepciones a Keenum sentencian a los Rams
Dos de Rodgers-Cromartie en la end zone para no perder, y otras dos de Landon Collins para ganar, dan el triunfo a los Giants en un choque muy defensivo en Twickenham.
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Antes de empezar, una consideraci¨®n que seguramente no le importe a nadie. Me gust¨® mucho el estadio de Twickenham para jugar al football americano. M¨¢s que Wembley. No s¨¦ si es una cuesti¨®n de amplitud, o por un c¨¦sped aparentemente m¨¢s denso y s¨®lido, pero igual que en Wembley siempre que veo un partido tengo en el subconsciente la sensaci¨®n de algo no acaba de funcionar, la catedral del rugby ingl¨¦s se adapt¨® a la NFL como un guante la primera vez que se disput¨® sobre su hierba un partido de un deporte diferente.
El partido qued¨® marcado por cuatro intercepciones. Dos de Rodgers-Cromartie en la end zone para no perder, y otras dos de Landon Collins para ganar. Collins, quiz¨¢ el defensa m¨¢s en forma de la estupenda defensa de los Giants en lo que va de temporada, merec¨ªa un premio por su extraordinario trabajo, y qu¨¦ mejor que un retorno de44 yardaspara touchdown en Twickenham que tuvo sabor a rugby y a ansia de grandeza. El jugador recorri¨® el campo de una banda a otra, incansable y hambriento, buscando un agujero por el que romper mientras sus compa?eros hac¨ªan una pantalla perfecta.
Cuando ve¨ªa las primeras series del partido, imaginaba a Peyton Manning madrugando el domingo para ver el partido de su hermano en tierras brit¨¢nicas. Y pregunt¨¢ndose: ¡°?Eli, t¨² no ser¨¢s adoptado, porque lo que es genes¡?¡±. El peque?o de los Manning tuvo, un domingo m¨¢s, una actuaci¨®n err¨¢tica y sin ideas. Sobre todo en un primer cuarto desastroso. Es verdad que la l¨ªnea ofensiva le lleva por la calle de la amargura despu¨¦s de un buen arranque de temporada que ahora parece un espejismo, pero su falta de precisi¨®n, sus errores de concentraci¨®n y pases sin fuerza, y sus pocas ganas, dejan muchas veces a sus receptores a los pies de los caballos.
Sin embargo, Eli parec¨ªa un dios del Olimpo comparado con Keenum, que volvi¨® a la dura realidad despu¨¦s de su fenomenal partido de la semana anterior. Su pase a Tavon Austin para abrir el marcador fue solo una ilusi¨®n y desde ese instante tuvo una actuaci¨®n err¨¢tica y desconcertada. De hecho, el origen de esa primera anotaci¨®n estuvo en uno de los habituales tiros en el pie de los Giants, porque solo hicieron falta dos jugadas para que Larry Donnell perdiera el bal¨®n en su propia yarda 26 despu¨¦s de un pase muy forzado de Manning. A partir de ese instante, Keenum fue un cero a la izquierda, incapaz de mover el bal¨®n con sensatez, y cometiendo errores de bulto en los momentos m¨¢s inoportunos. Parece incomprensible que un equipo con ¨¦l como lanzador, y Gurley como corredor, apueste por 53 intentos de pase y solo le de 15 balones en el backfield a su running back.
Aunque visto de otro modo, las decepcionantes actuaciones de ambos ataques tambi¨¦n quedaron marcadas por dos defensas que jugaron a un nivel alt¨ªsimo, tanto presionando al pasador rival como en cobertura y cerrando la carrera. Despu¨¦s del descanso, al que se lleg¨® 10-10 despu¨¦s del touchdown de Austin y el retorno de Collins, el partido se convirti¨® en una batalla posicional en que ambos equipos parec¨ªan incapaces de llegar a la zona roja rival. La segunda intercepci¨®n de Landon Collins rompi¨® la din¨¢mica para que pocas jugadas despu¨¦s Rashad Jennings anotara el touchdown definitivo con una carrera de una yarda (10-17) que dej¨® groguis a los Rams. Despu¨¦s, Keenum se limit¨® a darle la puntilla a los suyos con dos pases inexplicables en la end zone que culminaron dos series desesperadas, y que Rodgers-Cromartie intercept¨® sin tener que hacer mucho m¨¢s que extender los brazos. Tras esta actuaci¨®n, el debut de Jared Goff parece mucho m¨¢s cercano.
Con esta victoria, los Giants se ponen 4-3 y vuelven a la batalla por su divisi¨®n, mientras que los Rams vuelven a su dura realidad pese a un inicio de temporada inesperadamente bueno.