El sicario declara c車mo mat車 y descuartiz車 a los Visser
Juan Cuenca, ex secretario del Club de Murcia, admite que contrat車 a un rumano para que se deshiciese del marido de la jugadora. Y el acusado cuenta c車mo
La madre de Ingrid Visser acude todos los d赤as al Juzgado de Murcia para asistir al juicio por el asesinato de su hija y del marido de esta, Lodewijk Severin, en mayo de hace tres a?os en Molina de Segura. Ingird, internacional holandesa, hab赤a jugado en el Club Murcia de Evedasto Lifante, y Severin hab赤a sido el representante de la jugadora en aquel contrato, del que faltaban por pagarse 250.000 euros. Juan Cuenca era entonces el gerente del equipo, y el encargado de tapar los charcos econ車micos en que se met赤a Evedasto, al que se le pon赤a desde la Federaci車n Espa?ola de ejemplo para el voleibol femenino, aunque luego tambi谷n dej車 un buen pufo econ車mico por solventar.
Y hoy, en la tercera sesi車n del juicio, Patsy Visser-Freeman cogida del brazo de su hijo, ha tenido que escuchar qui谷n y c車mo mat車 a su hija, Valentin Ion; qui谷n le contrat車 para que ejecutase el trabajo, Juan Cuenca; y el m車vil: dinero, negocios ruinosos, la presi車n de Severin, la necesidad de cobrar. Y lo que cost車 la vida de su hija: 1.200 euros para un delincuente que viv赤a en Valencia, y que se traslado con un amigo a Murcia para hacer el trabajo.
Valentin Ion, que ya hab赤a pasado por los presidios espa?oles, fue el encargado de poner el punto final a la vida de Lodewijk Severin en una casa rural de Molina de Segura, donde en teor赤a iban a hablar de negocios con Juan Cuenca, que con ese pretexto le hab赤a citado en un lugar tan apartado y de dif赤cil acceso. All赤 estaba Ion, con su compatriota Constantin Stan, a quien exculpa del caso por no estar presente en el momento del asesinato.
Seg迆n la declaraci車n de Valentin,?mat車 a la pareja a pu?etazos y a patadas, y utilizando un jarr車n y un cenicero. Luego descuartiz車 al matrimonio con una motosierra y un hacha, y se deshizo de sus cuerpos en bolsas de basura en una finca de un conocido de reclusi車n, Seraf赤n del Alba, a quien tambi谷n exculpa y de quien asegura que no estaba en el asunto.
El otro imputado, el autor intelectual del asesinato, aunque en su declaraci車n sostenga la impresi車n dolorosa que le produjo la carnicer赤a, es Juan Cuenca, la mano derecha de Evedasto en el Murcia, el que contrataba jugadoras, las m芍s caras y mejores del mercado, pero que luego pagaba lo que se pod赤a. El m車vil del asesinato de la pareja no es otro que econ車mico: para pagar la deuda de la jugadora Cuenca creo que Severin una sociedad en Gibraltar. Iban a vender una cantera de m芍rmol, el negocio de Lifante, y pensaban llevarse una comisi車n del diez por ciento de los 120 millones de euros en que hab赤an tasado la cantera. No se vendi車 nunca y no se pudieron compensar los 250.000 euros de la deuda laboral, que Visser habr赤a zanjado por 60.000 euros, acab車 siendo la muerte para la jugadora.