?Por qu¨¦ Jap¨®n est¨¢ recobrando el inter¨¦s por el Sumo?
La victoria de un luchador japon¨¦s, la segunda de esta temporada tras diez a?os de sequ¨ªa, ha revitalizado el inter¨¦s del p¨²blico local por su deporte nacional.
Hasta hace bien poco la noticia en el mundo del sumo era la escasez de triunfos de luchadores japoneses, eclipsados por el empuje de los mongoles que hab¨ªan llegado a copar los mejores puestos en la clasificaci¨®n. Parece que esto empieza a cambiar, primero con la victoria de Kotoshogiku en enero y ahora con la de Goeido, ambos luchadores japoneses que parecen querer plantar cara a la dictadura ejercida por los extranjeros en la ¨²ltima d¨¦cada, europeos incluidos.
Hace poco habl¨¢bamos en As Color de la necesidad que el sumo ten¨ªa de conseguir un Yokozuna japon¨¦s. Este rango es el m¨¢ximo que puede alcanzar un luchador en toda su carrera y tan solo 67 han sido promovidos en toda la historia. Los tres que hay actualmente son de Mongolia y uno de ellos, Hakuho, ha batido el registro de torneos conseguidos en la m¨¢xima divisi¨®n con 37. Y teniendo en cuenta que a¨²n sigue en activo este n¨²mero podr¨ªa subir a¨²n m¨¢s en los pr¨®ximos a?os.
El sumo es uno de los deportes de lucha m¨¢s apasionantes que existen. Al contrario que en la mayor¨ªa de disciplinas, aqu¨ª no existen categor¨ªas por peso, por lo que aumentar de volumen puede ayudar a la hora de enfrentarse a rivales colosales aunque esto, a su vez, haga que se pierda la velocidad y agilidad de la que hacen gala los luchadores m¨¢s menudos. Las reglas son muy simples, obteniendo la victoria el luchador que fuerza a su rival a salir del c¨ªrculo de lucha (dohyo) o el que lo derriba. La clasificaci¨®n se va actualizando cada dos meses, justo antes del inicio de uno de los seis torneos oficiales, y el n¨²mero de victorias conseguidas en el ¨²ltimo disputado har¨¢ que cada luchador ascienda o descienda puestos. Solo los dos rangos m¨¢s altos, Ozeki y Yokozuna, necesitan de una aprobaci¨®n previa por parte de una comisi¨®n encargada de su estudio. Y aqu¨ª viene el gran drama para los aficionados japoneses, que llevan desde 1998 sin ver a uno de los suyos alcanzar el m¨¢ximo grado de su deporte m¨¢s longevo y tradicional.
Esto puede cambiar en noviembre. La norma no escrita sobre la promoci¨®n a Yokozuna estipula que un luchador que ostente el rango de Ozeki ser¨¢ considerado para el ascenso si consigue dos t¨ªtulos de forma consecutiva o al menos un triunfo seguido de otro resultado excelente, como puede ser un subcampeonato. Kotoshogiku fue considerado tras su triunfo en enero, pero fall¨® estrepitosamente en el torneo de marzo. Al mismo tiempo Kisenosato logr¨® finalizar en segunda posici¨®n en los torneos de marzo, mayo y julio, por lo que ¡°s¨®lo¡± necesitaba la victoria en septiembre para ser promovido. No lo consigui¨®, pero entonces apareci¨® otro japon¨¦s, Goeido, para llevarse este ¨²ltimo t¨ªtulo sin perder un solo combate, por lo que un simple subcampeonato en el torneo de noviembre le podr¨ªa catapultar a lo m¨¢s alto del sumo japon¨¦s.
Esta sucesi¨®n de buenos resultados de los luchadores locales ha hecho que el inter¨¦s del p¨²blico por este deporte se haya multiplicado de forma exponencial. Para este torneo de septiembre en Tokio las entradas para cualquiera de los 15 d¨ªas de competici¨®n se agotaron casi un mes antes de su inicio, quedando solo disponibles las que por ley han de reservarse para vender en taquilla diariamente. Y para conseguir una de estas las colas que se formaban eran kilom¨¦tricas. Lo mismo se prev¨¦ para el torneo de Fukuoka, que se disputar¨¢ entre los d¨ªas 13 y 27 de noviembre y cuyas entradas, que se pondr¨¢n a la venta el 8 de octubre, se espera que desaparezcan a la misma velocidad que las de este ¨²ltimo evento.
Realmente es muy pronto para poder decir que el sumo vuelve otra vez a gozar de buena salud tras todos los esc¨¢ndalos en los que se vio implicado (muerte de un luchador en extra?as circunstancias, ama?o de combates, apuestas ilegales...) en los primeros a?os de este nuevo siglo. Atr¨¢s quedaron los dorados a?os 30, con el dominio de Futabayama y su registro de 69 victorias consecutivas, o los a?os 60 con la rivalidad entre Taiho y Kashiwado, o los recientes 90 con la lucha entre los hermanos Hanada y los gigantes hawaianos... no, el sumo a¨²n est¨¢ lejos de recuperar el esplendor de anta?o y de volver a disputarle al b¨¦isbol (e incluso al f¨²tbol) el primer puesto entre las preferencias de los aficionados japoneses, pero sin duda el segundo triunfo de un luchador local y la posibilidad de que este pueda ser promovido a Yokozuna tras el torneo de noviembre hace que el futuro empiece a verse algo m¨¢s claro por parte de los rectores del deporte nacional japon¨¦s.