Trevor Siemian y los Broncos se coronan ante los Bengals

Cuatro touch downs de pase. Cero intercepciones. 312 yardas. 23 pases completados de 35 intentados. Y lo mejor no est¨¢ en esos n¨²meros sino en los siguientes: ocho de ocho pases completados en el drive que rompe el partido en el ¨²ltimo cuarto; un pase de 55 yardas absolutamente perfecto en el siguiente drive, el que mata el encuentro.

?Dir¨ªais que lo anterior se corresponde con Trevor Siemian? No, yo tampoco, pero es hora de evaluar de nuevo nuestras creencias.

El QB de los Denver Broncos jug¨® un partido monumental que permiti¨® a su equipo ir a la muy complicada plaza de Cincinnati y ganar por 29 a 17, poni¨¦ndose en un 3-0 en la temporada que resume, sin matices innecesarios, lo que est¨¢ pasando en el a?o de los campeones. Que es mucho y casi todo bueno.

Vamos con el asunto de los matices necesarios. Empezando por el final

Porque 17-16 reflejaba el marcador al iniciarse el cuarto periodo. No es que estuvi¨¦semos viendo el partido m¨¢s maravilloso de la historia pero la batalla estaba siendo preciosa. En lo t¨¢ctico y en lo f¨ªsico. La carrera no estaba funcionando en absoluto y el ataque de los Bengals estaba en un atolladero desde hac¨ªa un rato. As¨ª que Gary Kubiak decidi¨® soltar un poco a su insospechado (al menos a principio de temporada) pasador.

Siemian vio el campo como si fuese su jard¨ªn. Movi¨® a izquierda y derecha a sus hombres. Analiz¨® la defensa pre-snap como un veterano. Y ejecut¨® cada pase a la perfecci¨®n. No es una hip¨¦rbole: complet¨® ocho pases seguidos concluyendo con un magn¨ªfico touch down a John Phillips.

El bal¨®n volvi¨® a los Bengals, pero un drop criminal, porque asesin¨® el drive, de A.J. Green dej¨® la responsabilidad de nuevo en Siemian. Y, entonces, un poco de magia: 55 yardas por el aire para encontrar a un exultante Demaryius Thomas para acabar con la resistencia, la moral y las opciones de los Bengals.

Durante toda la semana hemos le¨ªdo como el propio Thomas y Enmanuel Sanders se quejaban de tener pocos balones. Fue una queja de bajas revoluciones porque, a fin de cuentas, si el equipo gana no tiene sentido levantar la voz. Pero no cabe duda de que tanto Siemian como Kubiak tuvieron en cuenta este extremo: Sanders acab¨® con 117 yardas y dos touch downs, Thomas con 100 y una anotaci¨®n. Hasta nueve receptores diferentes sumaron en el boxscore.

A esto se lleg¨® porque el plan de los Bengals fue una preciosidad. Tanto en ataque como en defensa. En lo segundo, se dedicaron a cerrar las opciones terrestres de los Broncos y a forzar al juego a¨¦reo a ganarles. Para su desgracia, as¨ª sucedi¨®.

En ataque fueron igual de audaces. Y con la misma falta de resultados. Pero funcion¨® en un sentido: quisieron atacar a la temible defensa de Denver corriendo ssin cesar, de tal forma que el pass rush quedase anulado. As¨ª, hubo un momento en la primera mitad en la que Dalton llevaba 3 pases por una quincena de carreras de Jeremy Hill y Giovanni Bernard. Dominaron esa fase del encuentro y a los Broncos s¨®lo les salvaron un par de intercepciones que se cayeron de las manos de la secundaria de los Bengals y Adam Jones.

Porque Jones tuvo un partido de los suyos: de un par de jugadas geniales aqu¨ª y un fumble all¨¢ en un retorno, de un momento de lucidez a una falta infantil en tercer down. Hubo un drive, en la primera mitad, en la que los Broncos completaron tres terceros downs con faltas rid¨ªculas.

Denver ajust¨®, como era de esperar, y su defensa limit¨® el juego de carrera en la reanudaci¨®n. Jeremy Hill acab¨® con 97 yardas, pero el ¨²nico que les dio dolor de cabeza al final fue el propio Andy Dalton, con 40 yardas de carrera. Ineficaces para los prop¨®sitos de los Bengals, claro.

Gran victoria ?de los Denver Broncos. Sobre todo porque, en lo que va de temporada, han demostrado que pueden ganar con su defensa a cualquiera, porque el juego de carrera es mejor que el del a?o pasado y que, por si fuera poco, su desconocido quarterback, su cuento de la Cenicienta, puede sumarse a la fiesta con su enorme pareja de receptores.