La exigencia paternal de tener 谷xito en el deporte
Algunas de las estrellas cuentan con el mismo patr車n desde peque?os: la obsesi車n de sus padres con que sus hijos se conviertan en grandes campeones.
La imagen es recurrente para todos aquellos que alguna vez han trabajado en un club deportivo: mientras los ni?os de las escuelas de 7, 8 o 9 a?os practican deporte con otros ni?os de su edad, sus padres les contemplan en la grada. Algunos de ellos les animan y les aplauden, otros permanecen en silencio y charlan con otros padres, pero siempre hay alg迆n caso de padres que gritan a sus hijos, les hacen correcciones o insultan a rivales, entrenadores y 芍rbitros. Pepu Hern芍ndez, todo un exseleccionador nacional de baloncesto campe車n del mundo, lo explic車 muy bien hace unos meses en una noticia de Ignacio Pato en www.playgroundmag.net. ※He visto padres tomando estad赤sticas de su hijo en los entrenamientos. Y padres que al llevar al chaval a casa le dicen &pues Fulanito no te ha pasado el bal車n en el entrenamiento§, manifest車 el exentrenador del Estudiantes. Y continu車: ※A alg迆n padre he tenido que decirle &no vengas m芍s al entrenamiento. Deja a tu hijo en paz§. Dicha situaci車n, a medio camino entre el deporte y la educaci車n en s赤, genera en multitud de ocasiones frustraci車n para ni?os que no entienden la competitividad y exigencia de sus padres cuando ellos lo 迆nico que quieren es divertirse con sus amigos y finalmente tienen un efecto devastador: esos ni?os terminan odiando el deporte por culpa de sus padres, sumamente preocupados de que sus hijos consigan realizar los sue?os que ellos nunca pudieron realizar y lleguen a ser deportistas profesionales. Y, precisamente, entre los deportistas profesionales, entre los grandes campeones, tambi谷n encontramos padres que cumplen perfectamente con esta descripci車n.
Uno de los casos m芍s paradigm芍ticos es el de Andre Agassi y su padre, Emmanuel &Mike* Aghassian. Iran赤 de origen armenio emigrado a Estados Unidos, dos veces ol赤mpico con Ir芍n en boxeo, Mike Agassi es descrito por su hijo en &Open*, su libro de memorias, como un ※tirano§. Motivos no parecen faltarle para emplear dicha definici車n: enamorado del tenis y obsesionado con que sus hijos llegaran a ser tenistas profesionales de renombre, Mike Agassi regal車 su primera raqueta a su hijo peque?o Andre, su 迆ltima esperanza para cumplir su sue?o, cuando s車lo ten赤a 2 a?os y le bombardeaba todos los d赤as con casi 3000 pelotas de tenis cuando ten赤a 7 a?os con una m芍quina que 谷l mismo hab赤a ideado y que el exn迆mero 1 llamaba &El drag車n*. Y todav赤a hay m芍s, especialmente la pastilla de speed que le dio en un campeonato nacional a su hijo adolescente sin que 谷l lo supiera. ※Nadie me pregunt車 nunca si quer赤a jugar al tenis, y mucho menos si quer赤a hacer del tenis mi vida§, escribe Agassi en sus memorias. Y a?ade: ※Detesto el tenis, lo odio con toda mi alma y sin embargo sigo jugando porque no tengo alternativa§. Son las tristes palabras de un famoso ganador que no pudo disfrutar de su 谷xito y que pag車 con excesos a lo largo de su trayectoria los deseos de su progenitor, el hombre que quiso ser campe車n de tenis y fracas車 hasta conseguir realizarse a trav谷s de su hijo. Y, de hecho, no parece arrepentirse de ello: ※Seamos directos. ?He sido un tirano? S赤. ?He sido duro y severo? S赤. Pero mejor un padre al lado de un hijo deportista que un entrenador§, contest車 el a?o pasado en una entrevista en La Repubblica. Y sentenci車: ※Ser谷 un monstruo, pero no me arrepiento§.
El caso de Mike Agassi es el que m芍s sobresale en un deporte, el tenis, que sin embargo cuenta habitualmente con estrellas mundiales con una vida parecida a la de Andre Agassi y su progenitor. A Monica Seles su padre y entrenador, Karolj, que fue catedr芍tico de deportes y pedagog赤a, le ense?車 a jugar cogiendo siempre la empu?adura a dos manos y cuando su hija lleg車 a profesional 谷l se encarg車 de las declaraciones pol谷micas: ※Si yo hubiera estado en el lugar de Steffi, no habr赤a jugado en ning迆n torneo durante un a?o. Yo no hubiera querido ser la n迆mero uno del tenis gracias a una pu?alada§, mantuvo sobre Graf, de la que asegur車 que se interes車 por su hija tras el triste ataque de un aficionado que sufri車 en Hamburgo ※porque era un espect芍culo bonito para televisi車n§. Por su parte, Peter Graf, el padre de la gran tenista alemana, tambi谷n pertenece a esta estirpe de padres totalitarios con el 迆nico objetivo de que sus hijos sean deportistas de 谷xito cueste lo que cueste: vendedor de seguros y de autom車viles, se dedic車 en exclusiva al talento de su hija desde que ella ten赤a tres a?os y gui車 su carrera con determinaci車n e imposiciones hasta que logr車 que Steffi, ya casada con Andre Agassi, se alejara de 谷l y no se reconciliaran hasta que Peter se estaba muriendo de c芍ncer. Los motivos de ese alejamiento fueron, entre otros, su condici車n de alcoh車lico, un hijo nacido de una relaci車n extramatrimonial y, sobre todo, su condena a tres a?os y nueve meses de c芍rcel por evadir 15 millones de marcos y m芍s de 7 millones de euros del dinero que gestionaba con lo que hab赤a ganado su hija. Pero todav赤a hay m芍s ejemplos: a Jennifer Capriati, que se convirti車 en profesional con 13 a?os, su padre Stefano le prohibi車 tener amistades y la tenista intent車 suicidarse en repetidas ocasiones, se inici車 en el consumo de drogas y fue arrestada varias veces por robo y posesi車n de drogas hasta que rompi車 cualquier relaci車n con su progenitor; a Martina Hingis su madre, Melanie Molitor, una extenista profesional obsesionada con que su hija fuera la mejor de la historia, le oblig車 a elegir entre el tenis o el amor cuando empez車 su relaci車n con el tenista Juli芍n Alonso; a Mirjana Lucic su padre, Marinko, un exatleta ol赤mpico en decathl車n, le maltrataba psicol車gicamente y le pegaba palizas f赤sicas cuando hac赤a un mal entrenamiento hasta que ella con 16 a?os decidi車 huir de 谷l e irse a Estados Unidos; y Richard, el padre de las hermanas Williams, que ha sido expulsado de m芍s de un torneo, es conocido por su fijaci車n absoluta por hacer dinero a costa de sus hijas e incluso fue acusado de ama?ar partidos entre ellas para llevarse importantes cantidades econ車micas. Y, por supuesto, no se puede obviar la historia de Damir, el padre de Jelena Dokic: le prohibieron el acceso a todos los torneos por comportarse inapropiadamente y amenaz車 con secuestrar a su hija y lanzar una bomba nuclear en Sydney. ?El resultado? Su hija Jelena, que lleg車 a ser semifinalista en Wimbledon y ten赤a un futuro prometedor, rompi車 relaciones con 谷l a los 18 a?os y entr車 en una profunda depresi車n que le dur車 muchos a?os tras reconocer haber sufrido todo tipo de malos tratos y vejaciones por parte de su padre.
Ya fuera del tenis, tambi谷n hay historias a tener en cuenta, especialmente la de Eldrick Tiger Woods, ganador de 14 majors, y la de su padre Earl, un veterano de la guerra de Vietnam. Earl introdujo a su hijo en el golf con 迆nicamente dos a?os y el exn迆mero 1 mundial, sin apenas amigos a excepci車n de los colegas militares jubilados de su padre, pas車 toda su infancia con 谷l en un campo de golf o golpeando bolas a una red puesta en el garaje de su casa. Incluso, en esos a?os, Woods llamaba ※hogar§ al club de campo en el que jugaba al golf pr芍cticamente a todas horas todos los d赤as del a?o. En ese tiempo, como escribi車 Wright Thompson en ESPN el pasado mes de abril, la carrera de Woods quedar赤a marcada para siempre porque la leyenda del golf ※fue v赤ctima de muchas cosas, algunas muy conocidas y otras profundamente privadas: dolor, soledad, deseo, libertad y su fijaci車n con la profesi車n de su padre, militar§. Y sobre todo qued車 marcado por un 迆nico objetivo en su vida, heredado de estas frustrantes relaciones paterno-filiales: quer赤a ser mejor que su padre, quer赤a ser el mejor golfista de la historia para superar a su progenitor. O, si no fuera golfista, quer赤a ser SEAL, miembro de la principal fuerza de operaciones especiales de la Armada de los Estados Unidos. Es decir, militar, como su padre. ※Todos los hijos, ya sea por su amor o su odio a sus padres, o por una combinaci車n de ambos, quieren limpiarse de cualquier debilidad heredada, sacudirse libremente del pasado. Esto es especialmente cierto para Tiger, cuyo padre parece evocar emociones en conflicto: las mejores y las peores cosas que le han sucedido en su vida ocurrieron debido a Earl§, escribe Thompson sobre la carrera de un legendario golfista lleno de luces exitosas dentro del green pero con grandes 芍reas de sombras vitales debido a su relaci車n de amor y de odio con su progenitor.
Quiz芍, al igual que Agassi, Hingis o Woods, en el futuro los ni?os que ahora practican deporte con otros ni?os en las escuelas de los clubes deportivos sean deportistas profesionales y los padres que ahora hablan con otros padres en la grada o que insultan a rivales, entrenadores o 芍rbitros sean esos padres obsesionados con el 谷xito de sus hijos que aparecen detr芍s de las grandes estrellas mundiales. Si ese d赤a llega, lo mejor ser芍 que se acuerden de esta conversaci車n entre el propio Tiger Woods y su padre para entender en lo desgraciados que pueden llegar a convertir a sus hijos por culpa de sus anhelos frustrados.
- ※S谷 exactamente c車mo te sientes§, le dijo Earl a su hijo una vez hablando sobre la fama que conllevaba ser el mejor jugador de golf del mundo.
- ※No, pap芍, t迆 no lo sabes§, le respondi車 Tiger.
Y, en realidad, es cierto, padres: nunca lo podr谷is llegar a saber. Y posiblemente vuestros hijos tampoco lleguen nunca a entender vuestro comportamiento.