Los Bengals hincaron la rodilla ante los Pittsburgh Steelers
Acereros y atigrados nos volvieron a deparar un duelo pleno de intensidad y emoci¨®n, como todos esper¨¢bamos, y no exento de pol¨¦mica¡ como tambi¨¦n esper¨¢bamos.

El pasado domingo, la AFC Norte se visti¨® con sus mejores galas con un doble duelo divisional. En Cleveland, Ravens y Browns nos depararon un encuentro que discurri¨® por cauces inesperados. De sorpresivo se podr¨ªa calificar el arranque motorizado de los locales, que r¨¢pidamente se pusieron en ventaja de 20 puntos durante el primer cuarto. De inesperada se podr¨ªa considerar tambi¨¦n la remontada c¨®rvida para llevarse el partido 25 a 20. Ahora bien, el seguidor de la AFC Norte conoce sobradamente que los de Baltimore no se rinden nunca, y que los del dawg-pound est¨¢n abonados al infortunio, perdiendo junto con el encuentro a su QB titular (otra vez) y siendo v¨ªctimas del exceso de celo arbitral en la aplicaci¨®n del taunting.
Sin embargo, el inter¨¦s divisional se centraba en la reedici¨®n de la eliminatoria de wildcard del pasado a?o entre primer y segundo clasificado. Por suerte (e indicaciones soterradas desde ambos clubes) no se produjo la escalada verbal en redes sociales de enfrentamientos precedentes, lo que contribuy¨® a rebajar la tensi¨®n. Que no a eliminarla. Como suele ser habitual, no falt¨® lucha, emoci¨®n, jugadas grandes y victorias peque?as, donde con sudor se gana cada pulgada. AFC Norte. Donde los guantes nunca son blancos. Y no porque el pasado domingo la lluvia y el barro sumase ¨¦pica a la tradicional dureza de estos derbis norte?os.
Quienes mejor se supieron adaptar a estas condiciones climatol¨®gicas fueron los Steelers. Conscientes de la dificultad para completar pases (hasta para los receptores estrella de ambos equipos resultaba complicado), insistieron con paciencia con el juego de carrera y al final les dio frutos. Con un playcall mucho m¨¢s balanceado (36 carreras y 37 pases por 18 y 54 de sus rivales) controlaron el tempo del partido. Con ambas defensas imponi¨¦ndose a los ataques, entre punt va y punt viene, los locales consiguieron ir encerrando a los visitantes dentro de su propia red-zone (los Bengals comenzaron los drives de media en su propia yarda 18). S¨®lido juego terrestre y dominio de la batalla territorial, principales mandamientos de esta divisi¨®n.
La guerra de las trincheras bordeaba la reglamentaci¨®n, no siempre por el lado de la legalidad. No se dejaba pasar la oportunidad de dejar ning¨²n recado aun a jugada terminada. Las coberturas, solidarias y pegajosas, en el m¨¢s amplio sentido de la palabra. Los cornerbacks bengal¨ªes atraparon dos bombas de Roethlisberger; la denostada secundaria acerera asfixiaba a sus parejas y obligaba a Dalton a buscar lanzamientos intrascendentes. Ese juego que no siempre se ve en las pantallas, pero que tan determinante repercusi¨®n tiene en el resultado.
Football de la vieja escuela del que salieron victoriosos los Steelers, sumando a su dominio en la carrera, equipos especiales y pase corto, una mayor eficacia en la red-zone, con dos touchdowns convertidos en sendas visitas, por tres field-goals de sus contrincantes en id¨¦ntica situaci¨®n. No necesitaban la aparici¨®n de un inoportuno invitado: el equipo arbitral.
De un tiempo a esta parte, parece inevitable su protagonismo en estas citas. Como dec¨ªa, el partido fue duro (por fortuna no sucio), y el list¨®n para penalizar, alto. Nada que objetar, es cuesti¨®n de cada equipo adaptarse a este nivel. Pero como se?ala nuestro compa?ero Javier Ruiz en su art¨ªculo ¡°Las decisiones arbitrales que marcaron el Steelers vs Bengals¡±?hubo un par de jugadas que por su trascendencia (en una se fue al limbo un posible TD y la otra cort¨® el drive de un hipot¨¦tico empate bengal¨ª) pudieron influir en el marcador.
En un partido donde la rodilla m¨¢s nombrada debi¨® haber sido la de Shazier, cuya milagrosa recuperaci¨®n sirvi¨® para torturar la ofensiva bengal¨ª, fueron las de Uzomah impactando en la end-zone, y la de Boyd marcando el down by contact, anulando el posterior fumble, las que se llevaron los comentarios. Esta controversia se suma a todo el revuelo causado por la rodilla de Kaepernick, la articulaci¨®n m¨¢s famosa de la NFL. El #kneegate ha llegado para quedarse.
S¨®lo pido a los colegiados que nos dejen nuestro football de la AFC Norte. Con su hero¨ªsmo y sus miserias. Nos bastamos solos para ganar y perder, sin necesidad de intervenci¨®n externa. No nos quiten esto, por favor, que la liga es muy corta, y llevamos mucho tiempo esper¨¢ndola.