Pagano, la norma del touchback y sus malas decisiones
?Qu¨¦ es m¨¢s arriesgado? ?Permitir que el equipo rival intente un retorno de kick-off? ?O regalarle 25 yardas con el partido en juego?
Domingo 11 de septiembre de 2016. Quedan 37 segundos para el final del partido entre los Indianapolis Colts y los Detroit Lions y Andrew Luck confirma que est¨¢ de vuelta. Lanza su cuarto pase de touchdown, levanta a todo el estadio de sus asientos y culmina otra remontada de v¨¦rtigo: de 21 a-3 en contra a 35-34 a favor. Pocos segundos despu¨¦s Pat McAfee env¨ªa el kick off por la l¨ªnea de fondo pero entre palos y los aficionados, todav¨ªa en ¨¦xtasis, lo celebran como si fuera un field goal kilom¨¦trico. No se dan cuenta de que Pagano acaba de tirar el partido por el desag¨¹e.
Cuando la NFL anunci¨® que, tras un touchback, el equipo atacante iniciar¨ªa el drive en la yarda 25 ¨C hasta ahora se comenzaba en la yarda 20 ¨C fueron muchos los que avisaron de que la medida ser¨ªa contraproducente. La liga quer¨ªa reducir el n¨²mero de retornos, las jugadas con mayor peligro en un partido. La l¨®gica dec¨ªa que regalando esas cinco yardas extra el incentivo para intentar el retorno se reduc¨ªa.
La NFL no contaba con que para el entrenador del equipo chutador esas mismo cinco yardas extra supon¨ªan un incentivo bien distinto. Que, en muchos casos, los entrenadores preferir¨ªan dejar que sus equipos especiales intentasen parar el retorno en la yarda 10, o la 15, que permitir que el equipo rival comenzase a jugar a un tiro de piedra del field goal range ¨C especialmente en un estadio cubierto como el de Indianapolis.
La liga, en definitiva, seguramente contaba con que una inmensa mayor¨ªa de los entrenadores ser¨ªan como Chuck Pagano, que tras el partido dijo que ni se le pas¨® por la cabeza la opci¨®n de chutar un kick off corto. Que confiaba en que su defensa fuera capaz de contener al ataque de Detroit durante poco m¨¢s de medio minuto. Matt Prater, el kicker de los Lions, hab¨ªa fallado adem¨¢s un extra point poco antes. No ser¨ªa raro que fallase un field goal con mucha m¨¢s presi¨®n. Con todos los datos en la mano, sin embargo, esta confianza es poco justificable.
Principalmente, porque la defensa de los Colts fue un aut¨¦ntico coladero todo el partido, buena prueba de ello son los 34 puntos que ya hab¨ªa encajado. Especialmente su secundaria, adem¨¢s diezmada por las lesiones. Enfrente, Matt Stafford, que hab¨ªa cuajado un excelente partido y al que adem¨¢s le sobra brazo y confianza para completar un drive ganador en poco m¨¢s de medio minuto.
Tampoco es que Stafford tuviera que escalar el Everest, o recorrer 90 yardas. Prater hab¨ªa fallado un extra point, s¨ª. Pero tambi¨¦n lanz¨® en 2013 el field goal m¨¢s largo de la historia de la NFL, 64 yardas. Y en la pretemporada hab¨ªa completado uno de 60 yardas. Si Stafford consegu¨ªa que su equipo avanzase apenas 35 yardas, hasta las 40 rival, los Lions tendr¨ªan opciones realistas de llevarse el partido. Y para hacerlo contaba adem¨¢s con todos sus tiempos muertos. Ni siquiera tendr¨ªa que obligarse a s¨ª mismo a buscar opciones de pase junto a la banda.
Y aunque parezca un detalle menor, est¨¢ el hecho de que si los Colts hubieran forzado el retorno, el reloj se habr¨ªa puesto en marcha. Cuando queda poco m¨¢s de medio minuto de juego, cualquier segundo es precioso, y en un retorno de kick off bien pueden consumirse tres o cuatro. Segundos que pueden ser la diferencia entre lanzar o no un ¨²ltimo pase que gane las ¨²ltimas yardas necesarias para situarse en field goal range.
En resumen: pudiendo elegir entre poner en marcha el reloj e intentar frenar a los Lions mucho antes de la yarda 25, o regalar esas 25 yardas y unos pocos segundos extra a cambio de la seguridad de evitar un retorno largo, Pagano opt¨® por lo segundo. Por la opci¨®n conservadora. Por dar a Stafford 37 segundos y tres tiempos muertos contra una secundaria de mantequilla para recorrer 35 yardas y facilitar un field goal.
?A alguien le sorprende ahora el resultado final? Por si fuera poco los Lions, como con recochineo, le demostraron a los Colts que ellos s¨ª entienden que regalar 25 yardas y un hail mary al quarterback rival (y m¨¢s si es Luck) es un riesgo innecesario. Con cuatro segundos en el reloj, ellos s¨ª chutaron en corto y obligaron a los de Indianapolis a consumir el final del partido en una sucesi¨®n est¨¦ril de pases laterales. Y con Andrew Luck en la banda, claro.