El nuevo Barcelona contin¨²a su hegemon¨ªa en la Supercopa

El Barcelona cumpli¨® el pron¨®stico, que tampoco era tan arriesgado para quien quisiera apostar por su victoria. Es decir, gan¨® en Pamplona al Anaitasuna (38-30) en la apertura de la temporada con esta quinta Supercopa consecutiva, y ya son 122 partidos oficiales seguidos ganados en las competiciones dom¨¦sticas. El r¨¦cord del Bar?a tiene tanto de positivo (por su calidad), como de negativo (la debilidad de los rivales para ser competitivos).

Pero este Bar?a se expon¨ªa con pocos entrenamientos como equipo, y presentaba a sus novedades, su refuerzos extranjeros, la mayor¨ªa j¨®venes por formar pero de unas condiciones f¨ªsicas importantes. Lasse Andersson ya est¨¢ entre la ¨¦lite mundial, y da la impresi¨®n que a las ¨®rdenes de Pasqui seguir¨¢ en ascenso, de Mem y de N?Guessan es pronto para hablar. Aunque hay un fichaje que estaba en casa: Jicha, que esta campa?a tendr¨¢ que ser al fin el jugador al que se fich¨® hace tres campa?as.

El Anaitasuna puso calor a su juego, amor propio, desparpajo, intensidad, pero el Bar?a tambi¨¦n. Incluso se puede decir que los azulgrana pelearon como juveniles, tir¨¢ndose como posesos en la piscina del Pabell¨®n navarro para recuperar balones. Pero lo interesante para el conjunto navarro es que ha formado otra vez un equipo irreverente, y eso significa que le puede dar muchas alegr¨ªas si Mikel Aguirrezabalaga juega al nivel que mostr¨® ante el Barcelona, y de hecho en la primera mitad mantuvo el encuentro ajustado (18-15) pese a la nula aportaci¨®n de unos porteros muy j¨®venes, que ir¨¢n a m¨¢s.

Como curiosidad estad¨ªstica, las dos finales tuvieron id¨¦ntico desenlace: victorias para el Bera Bera y el Barcelona, que consegu¨ªan una tacada de cinco seguidos, y derrotas de los debutantes, el Zuazo y el Anaitasuna. Paralelismo en las ligas nacionales de balonmano.