¡°No hay fiesta m¨¢s alegre que la de las piraguas¡±
El Sella tendr¨¢ 1.156 participantes de 20 pa¨ªses. Futuro: Asociaciones y el comit¨¦ del Sella trabajan para involucrar a los j¨®venes.
Que no hay fiesta m¨¢s alegre, ni m¨¢s movida y galana, ni con m¨¢s bello paisaje, ni esencia m¨¢s asturiana...¡±, reza el preg¨®n del Descenso Internacional del Sella, que este a?o alcanza su 80? edici¨®n. Una prueba que naci¨® como una excursi¨®n de amigos en 1929 y que hoy es, seguramente, la competici¨®n de pirag¨¹ismo del mundo que m¨¢s p¨²blico atrae. Decenas de miles de personas se desplazan cada mes de agosto al oriente asturiano para disfrutar de un fin de semana de celebraci¨®n de la vida y el deporte.
Porque el Sella naci¨® de la mente inquieta y privilegiada de Dionisio de la Huerta, un hombre que desde el principio tuvo claro que el ¨¦xito estaba en mezclar en la medida correcta la fiesta y la competici¨®n, y que, por encima de todo, supo captar la idiosincrasia asturiana y plasmarla en los elementos no deportivos que rodean a la prueba.
Con referencias a las mitolog¨ªas griega y romana y al Olimpismo, con la socarroner¨ªa asturiana a flor de piel y con un entorno de postal, el Sella fue creciendo en participaci¨®n e incorporando nuevas tradiciones. Trece deportistas participaron en su primera edici¨®n. En 2016 son 1.156, procedentes de 20 pa¨ªses. A la montera picona y al chaleco se le unieron los collares de papel o las faldas para los Tritones (los encargados de mantener el orden en el r¨ªo en los minutos previos a la salida), tra¨ªdos por De la Huerta de alguno de sus numerosos viajes. El desfile previo a la competici¨®n se convirti¨® en una fiesta repleta de asturian¨ªa, buen humor e imaginaci¨®n, e incluso Juan Antonio Samaranch se acerc¨® a disfrutar del Descenso.
Y es que la salida de las piraguas es un momento m¨¢gico. Con las ¨²ltimas notas del himno de Asturias se levanta el cepo de los remos, y el r¨ªo se convierte en un caos ordenado de deportistas y embarcaciones que pelean por ponerse en cabeza desde el inicio. Una experiencia que merece la pena disfrutar al menos una vez en la vida.
Hoy, el comit¨¦ organizador del Sella y varias asociaciones locales de Arriondas, Ribadesella, Cangas de On¨ªs e Infiesto trabajan para recuperar algunas de las tradiciones perdidas (el ca?¨®n donado por Samaranch vuelve en esta edici¨®n a dar la salida) y para involucrar a los j¨®venes m¨¢s all¨¢ del disfrute de la que muchos conocen como la ¡°fiesta de Asturias¡±.
Y como cierra el preg¨®n, cuando ya las piraguas surcan el agua: ¡°Y quien tenga ojos que mire y ponga a mirar el alma, y diga si no es hermosa la fiesta de las piraguas¡±. Felicidades a todos los que forman parte de su historia.