Rafa Nadal fue la sonrisa de Espa?a en la fiesta de Maracan¨¢
El tenista, emocionado, port¨® la bandera entre aplausos. Las chicas del balonmano y el baloncesto animaron el recorrido. Pau Gasol, la baja m¨¢s sensible.

Rafa Nadal ¨C Federico Delbonis en directo
?Vamos! Como una pista de tenis, Rafa Nadal, con una sonrisa que no cab¨ªa en su rostro, dirigi¨® a Espa?a en el tapete del m¨ªtico Maracan¨¢. Hacia las 02:30 de Espa?a (21:30 en Brasil) entre aplausos que rivalizaron con los de Estados Unidos y su l¨ªder Michael Phelps que sali¨® s¨®lo unos puestos por detr¨¢s, la cara fue el espejo del alma. El campe¨®n de 14 Grand Slams, oro en Pek¨ªn 2008, disfrut¨® desfilando al frente de un pa¨ªs que ha crecido deportivamente a la par que ¨¦l sumaba gestas imposibles. En Londres 2012 se lo perdi¨® por lesi¨®n y hace dos semanas no sab¨ªa si podr¨ªa estar en R¨ªo por otra en la mu?eca. Pero se cumpli¨® otro de sus sue?os.
Sali¨® Nadal y comenz¨® la fiesta. La que montaron Eli Pinedo y sus guerreras, la de la selecci¨®n de baloncesto femenina, con mucho carm¨ªn rojo en los labios. O Lydia Valent¨ªn, la halter¨®fila que aspira a subir a un podio que le negaron sus rivales en 2012 por dopaje. Y Sergio Garc¨ªa, y la gente del waterpolo¡ Todos con la aspiraci¨®n de superar las 17 medallas de Londres. Todos botando y disfrutando. Ganando la primera medalla entre aplausos como el de Juan Antonio Samaranch, nuevo vicepresidente del COE. No estaban ni los Reyes ni ning¨²n miembro del Gobierno.
Hubo, eso s¨ª, una baja sensible. La del anterior abanderado, Pau Gasol, que tras vestirse se qued¨® finalmente en la Villa¡ ?descansando para la batalla final contra EE UU? Tampoco estuvieron las Leonas del rugby 7, que salieron a despedir a sus compa?eros en la villa: juegan ya el s¨¢bado y desfilar supone estar cinco horas de pie.
Entre italianos vestidos de Armani, franceses de Lacoste, estadounidenses de Ralph Laurent, trajes tribales de Burundi o Nepal, pasi¨®n canchera de Argentina, ligeros silbidos a Alemania (el 1-7 de las semifinales del Mundial a¨²n duele)¡ Espa?a luci¨® de rojo y azul. Discretos y de Joma, lejos del estrambote ruso de Bosco de la anterior cita. Pantalones largos todos y sombreros al viento. Alguno se anim¨® a mover las caderas al ritmo de alguna de las 12 escuelas de samba. ?Vamos! Nadal y Espa?a vienen dispuestos a montar un l¨ªo en R¨ªo.