As¨ª son las tripas de los San Francisco 49ers
Los tiempo de Montana y Walsh quedaron atr¨¢s, volvieron a ser grandes a trav¨¦s de la defensa. Siempre se les espera y suelen responder.
LA ESENCIA DE LA FRANQUICIA: La franquicia que bill walsh construy¨®
Es sorprendente como puede cambiar la historia de una franquicia en un instante. Pero al punto extremo de pasar de ser considerados como uno de los grandes perdedores de la historia a tener un legado asociado por completo al triunfo, al juego espectacular y a poco menos que ser los revolucionarios que cambiaron la forma de jugar. Ese d¨ªa, para los San Francisco 49ers, fue cuando contrataron a Bill Walsh como entrenador jefe. Una franquicia que llevaba 35 a?os de andadura en la NFL sumida en la zona baja de la misma y se encontr¨® con un entrenador revolucionario que instaur¨® un juego fino, elegante, ejecutado por un tal Joe Montana en el puesto de quarterback, que les hizo ganar cinco Super Bowls en quince a?os y cambiar, para siempre, el legado del equipo.
Su gran leyenda: Jerry Rice
?Esperabais a Joe Montana? Hubiese sido una elecci¨®n correcta, que duda cabe, pero nos decantamos por Jerry Rice porque su condici¨®n como mejor jugador de la historia en su posici¨®n, receptor, es dif¨ªcil de cuestionar.
Su mejor momento
(Por Raul Cancio)?Todo lo que es, lo que significa, lo que representa la gloriosa franquicia Burgundy&Gold para los aficionados al football se resume en una jugada: The Catch. En ella convergen la maravillosa West Coast Offense, la maestr¨ªa de The Comeback Kid, el clutchtime de un tercer down, el eclipse de sol de Ed Tall Jones, las yemas de los dedos de Dwight Clark y claro, Candlestick Park. A¨²n sin Rice, un icono indeleble.
PROPIETARIO: Jed York **
Jed York, heredero de los 49ers debido al empe?o de sus padres, sucedi¨® a su t¨ªo, Eddie DeBartolo en el puesto. El sobrino no ha llegado, ni de lejos, a lo que su t¨ªo signific¨® para la franquicia.
GENERAL MANAGER: Trent Baalke ***
A Trent Baalke le puede perseguir la historia de Jim Harbaugh durante el resto de su carrera como general manager de los San Francisco 49ers. O, al menos, lo seguir¨¢ haciendo mientras no recomponga la franquicia, algo que ahora mismo se atisba lejano. Su enemistad con el entrenador que trajo gloria a los mineros en esta segunda d¨¦cada del siglo acab¨® con cada uno tarifando en su direcci¨®n y la plantilla hecha unos zorros. Es injusto no darle el m¨¦rito que tuvo en la construcci¨®n de aquel plantel fant¨¢stico, pero, de la misma forma, tiene que llevarse su parte de la cuota de culpa en el desmoronamiento del mismo y en la actual situaci¨®n del equipo. Se equivoc¨® apostando por un entrenador de perfil bajo, Tomsula, y ahora busca lo contrario en Kelly.
ENTRENADOR: Chip Kelly *
Chip Kelly y los San Francisco 49ers han llegado a encontrarse, quiz¨¢s, en el momento menos oportuno para ambos. Tanto el entrenador como la franquicia tienen un pasado glorioso. Y una bien ganada fama. Pero el cruce de caminos que les ha llevado a unirse es en uno de los peores momentos recientes de los de San Francisco y en una salida por la puerta de atr¨¢s del entrenador de los Philadelphia Eagles, donde fracas¨®, sin duda como general manager y fracas¨®, se admite el debate sobre el t¨¦rmino, como entrenador. Por eso, ahora, ha adoptado el rol de preparador en el campo que no quiere meterse en los despachos. Y, siendo as¨ª, es imposible no sentir el cosquilleo de la intriga por este hombre que revolucion¨® la NCAA desde la universidad de Oregon y cuya genialidad en la faceta ofensiva de este juego no est¨¢ en discusi¨®n. A ver si salen juntos del pozo.
ESTADIO:?Levi¡¯s Stadium, s¨®lo le falta el equipo ****
Da cierta tristeza ver un estadio tan magn¨ªfico ¡®desaprovechado¡¯ por un equipo menor. Es obvio que estas cosas son temporales, que adem¨¢s cambian de forma muy r¨¢pida en la NFL. Pero resulta llamativo que un estadio tan feo como Candlestick, el anterior de los 49ers, viera jugar a equipos maravillosos, y una infraestructura tan espectacular como este Levi¡¯s se est¨¦ quedando, de momento, con una versi¨®n disminuida del equipo de San Francisco. Est¨¢ en Santa Clara y su construcci¨®n fue una se?al de revitalizaci¨®n para el entorno y para la franquicia que a¨²n tiene que concretarse.
AFICI?N ***
Esta gente no es de la que aplaude caulquier cosa pero, entendedlo, esta gente ha visto jugar al equipo de Bill Walsh. Palabras mayores.
CHEERLEADERS **
Las cheerleaders del equipo se llaman ¡®49ers Gold Rush¡¯ en un claro homenaje al origen de la ciudad y la fiebre del oro del siblo XIX.
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