Tsuburaya se cort車 el cuello porque no pod赤a ser campe車n
El maratoniano japon谷s, bronce ol赤mpico, se abri車 la garganta con una navaja de afeitar. "Ya no puedo correr m芍s. Olvidadme", escribi車 en una nota.
En los Juegos de Tokio 1964 la esperanza nipona en marat車n era Kokichi Tsuburaya. Entr車 segundo en el estadio, tras el et赤ope Abebe Bikila, pero en la misma meta fue adelantado por el brit芍nico Basil Heatley, con lo que debi車 conformarse con la medalla de bronce. Se convirti車 en un h谷roe nacional, porque era el primer atleta nip車n en ganar una medalla en atletismo en los 迆ltimos 28 a?os. Todo un 谷xito, pero 谷l consider車 una humillaci車n haber sido rebasado en el propio estadio, ante la mirada de miles de japoneses, sus compatriotas.
Tsuburaya era teniente de las Fuerzas de Autodefensa y, para los siguientes Juegos, el objetivo no pod赤a ser otro que la victoria. Sus superiores le ordenaron dejar de ver a su novia y dedicarse por entero a los entrenamientos con vistas a los Juegos de M谷xico 1968. Su victoria se convirti車 en un objetivo nacional.
Sin embargo, un a?o antes de la cita mexicana sufri車 diversas lesiones en la espalda, que le tuvieron en el hospital durante tres meses. Cuando volvi車 a los entrenamientos era ya demasiado tarde para tener esperanzas de 谷xito en la capital azteca. Su cuerpo no s車lo era incapaz de someterse a los dur赤simos entrenamientos que exige correr los 42.195 metros, sino que, incluso, ten赤a dificultades para correr tranquilamente, sin forzar.
El 9 de enero de 1968, dos meses despu谷s de salir del hospital, se seccion車 el cuello con una navaja de afeitar y dej車 una nota en la que ped赤a perd車n y daba gracias a sus padres, hermanos y entrenadores, y terminaba de forma estremecedora: ※No puedo volver a correr. Olvidadme§. Ten赤a 27 a?os.
El tr芍gico sentido de la existencia que tienen los japoneses lo describe a la perfecci車n el escrtor Haruki Murakami, sempiterno candidato al Premio Nobel, en su magn赤fico libro &Tokio Blues*. Y escribe sobre marat車n, adem芍s, en &De qu谷 hablo cuando hablo de correr*.
Ese sentido tr芍gico se manifest車 en otros aspectos en los Juegos celebrados en Tokio. El judo se hab赤a inclu赤do por primera vez y fue mayoritariamente dominado por los luchadores locales, pero donde 谷stos m芍s quer赤an la victoria, en la m芍xima categor赤a, la de los grandes pesos, fueron derrotados por el gigante holand谷s Anton Geesink. La conmoci車n fue inmensa y provoc車 una ola de suicidios con el ancestral ritual del hara-kiri. Y es que para los habitantes del Pa赤s del Sol Naciente este arte de combate es mucho m芍s que un deporte.
Tsuburaya, por cierto, hab赤a nacido en Fukushima, que muchos a?os m芍s tarde se hizo famosa en el mundo por un grave accidente nuclear.