Los Cubs har¨ªan bien en recordar lo ocurrido a los Warriors

La temporada de la NBA acaba de finalizar y hemos presenciado algunos de esos momentos que perdurar¨¢n en nuestra memoria durante las pr¨®ximas d¨¦cadas. Asistimos como una organizaci¨®n maravillosa que responde al nombre de los Golden State Warriors fue capaz de completar una campa?a de ensue?o que les llev¨® a un territorio casi inexplorado, el terreno en el que los Chicago Bulls de Michael Jordan lograron un r¨¦cord que parec¨ªa imbatible¡­ hasta que llegaron los Warriors del 2015-2016 para sumar un triunfo m¨¢s. El morbo estaba servido y a los Warriors s¨®lo les faltaba dar un paso (o unos cuantos m¨¢s) hasta alcanzar y superar la leyenda. La alegr¨ªa no ser¨ªa completa sino iba acompa?ada con el levantamiento del trofeo que te corona como campe¨®n de la final de la NBA. Es as¨ª de sencillo y de cruel al mismo tiempo.

Evidentemente todos hemos asistido a una de las mayores proezas que se recordar¨¢n en los tiempos venideros. A esa organizaci¨®n maravillosa se le ha cruzado otra, una que siempre ha estado asociado con el infortunio y con una enfermiza incapacidad para llegar a la Tierra Prometida y hacer el trabajo. Y esta vez, Lebron James, el hijo predilecto de Akron, Ohio, ha sido capaz de marcar diferencias y liderar a su equipo a la hora de remontar un 3-1 por primera vez en las finales de la NBA. Si eso no es material para acrecentar su ya de por s¨ª enorme leyenda, habr¨¢ que hac¨¦rselo mirar.

Pues hete aqu¨ª que nos cambiamos de deporte y con el equipo que ocupa actualmente el puesto de los Golden State Warriors en la Major League Baseball. Ese club son los Chicago Cubs, la mejor franquicia con diferencia en 2016, una que est¨¢ ganando encuentros al enfermizo ritmo de un 70%, que en este deporte es una aut¨¦ntica barbaridad, aunque lo m¨¢s importante no es el hecho que est¨¦ ganando, sino c¨®mo lo est¨¢ haciendo.

Ah¨ª radica el asunto. Todas las franquicias van a estar con el colmillo retorcido cuando se hable de los Cubs en octubre, que es el mes donde se ganan los t¨ªtulos en este deporte y no en abril, ni en mayo o ni siquiera en junio. De nada sirve tener un grupo maravilloso, que es el que tienen los Cubs, si luego no eres capaz de completar el trabajo y recorrer todo el camino y con recorrerlo me refiero a levantar el Trofeo del Comisionado que se entrega a los que ganan las Series Mundiales.

En esencia, los Cubs van a tener una diana en la espalda y esa es una presi¨®n que no todos los equipos saben llevar.

No obstante, hay que marcar diferencias, que las hay y notables entre ambos deportes. El b¨¦isbol es un deporte mucho m¨¢s solidario, justo si se quiere utilizar ese t¨¦rmino. Todos y digo bien todos, tienen la opci¨®n de ser el h¨¦roe cuando llega la hora de la verdad. Las prestaciones de cada uno son las que son, pero las oportunidades ser¨¢n las mismas para todos¡­ si es que se presentan. Por poner un ejemplo, tan h¨¦roe puede ser Kris Bryant como Addison Russell y eso que el primero batea en la tercera plaza mientas que el otro es el s¨¦ptimo o el octavo.

Fijaros en la NBA, en la NFL o en la NHL. O si quer¨¦is pasaros al mundo del f¨²tbol o cualquier otra disciplina. A la hora de la verdad, en la inmensa mayor¨ªa de las ocasiones, la gran estrella es la que se juega el todo por el todo. Es as¨ª de simple.

De todas formas, la moraleja de lo ocurrido estar¨ªa bien que lo tuvieran presente la organizaci¨®n de los Cubs, que se est¨¢ comportando con una humildad exquisita. Ese es un aspecto que me parece tremendamente positivo ya que saben que no han ganado todav¨ªa, a pesar de tener el t¨ªtulo de la divisi¨®n muy encarrilado por no decir hecho, y eso que ni siquiera hemos terminado junio. Los Cubs lideran su divisi¨®n con 12.5 encuentros de ventaja, la mayor desde 1929, que anda que no ha pasado tiempo.

Joe Maddon es el capit¨¢n ideal para dirigir a sus tropas, el hombre que no va a permitir que las frustraciones acumuladas en los ¨²ltimos 108 a?os se sumen a la presi¨®n que ya tendr¨¢ el m¨¢ximo favorito al t¨ªtulo. Nada de lo ocurrido con anterioridad es responsabilidad de ellos. No hay m¨¢s que hablar.

En definitiva, ?le puede pasar lo mismo a los Cubs que lo que le ha pasado a los Warriors? ?Pues claro! Y a los Royals, a los Giants, a los Nationals, a los Rangers y a cualquier bicho viviente. Todos ellos son equipos con mayor o menor fuste de cara a ganar el t¨ªtulo, pero quiz¨¢s ninguno vaya con la expectativa de los Cubs y va a ser un dilema fascinante.

Los Cachorros de Chicago son un equipo inmensamente talentoso, con jugadores j¨®venes que est¨¢n empezando a rascar la superficie de su potencial, tienen al mejor pitcher de este deporte no llamado Clayton Kershaw en Jake Arrieta y toda la energ¨ªa positiva que van a mandarle los aficionados de este deporte, a los que les encantar¨ªa verles ganar el t¨ªtulo.

Pero la moraleja est¨¢ ah¨ª. Ganar es muy complicado. Much¨ªsimo y en los t¨ªtulos influyen en ocasiones tantos factores que pueden hacer saltar por los aires los pron¨®sticos previos.

Sigo creyendo en lo mismo, que los Cubs es el mejor equipo en la foto fija actual, pero la historia se escribir¨¢ en octubre y ah¨ª se ver¨¢ de qu¨¦ material est¨¢n hechos todos los pretendientes. Lo que est¨¢ claro es que nos vamos a divertir.

Por ¨²ltimo, un comentario que me ha hecho Pepe Rodr¨ªguez sobre lo que ha ocurrido en las ¨²ltimas finales de los otros tres grandes deportes norteamericanos. Primero los Denver Broncos ganaron la Super Bowl en Santa Clara, en las proximidades de San Francisco. Posteriormente, los Pittsburgh Penguins hicieron lo mismo en la Stanley Cup de la NHL frente a los San Jos¨¦ Sharks¡­ en la misma zona. Y ahora acaba de pasar lo mismo en las finales de la NBA.

?Seguir¨¢n las Grandes Ligas el mismo guion?