El bochorno de la USGA
El surrealismo envolvi¨® Oakmont durante 90 minutos minutos ayer. Para el l¨ªder Dustin Johnson est¨¢ era una situaci¨®n familiar. En los ¨²ltimos seis a?os hasta en cuatro ocasiones estuvo a punto de estrenar su palmar¨¦s en una de las grandes citas, y en cuatro ocasiones la resoluci¨®n fue dram¨¢tica; un triple bogey en Pebble Beach en el Us Open de 2010, dos golpes de penalidad en el ¨²ltimo hoyo del PGA Championship de ese mismo a?o, una bola fuera de l¨ªmites en el hoyo 14 cuando era l¨ªder del Open Brit¨¢nico de 2011 y tres dram¨¢ticos putts desde cuatro metros en Chambers Bay, le privaron optar al triunfo en el Us Open hace exactamente un a?o.
Recuerdo que en aquella ocasi¨®n me impact¨® la escena. DJ desencajado, hundido, sali¨® aturdido del green del 18, como el boxeador noqueado, que busca refugio en su rinc¨®n. Su gesto cambi¨® por completo cuando cogi¨® en brazos a su peque?o beb¨¦ Tatum y juntos se perdieron lejos de la multitud. Tatum tiene ya un a?o y cinco meses y ayer en brazos de Papa hizo otro camino, en este caso triunfal. No entend¨ªa nada de aquel griter¨ªo..pero Oakmont, los cuarenta mil espectadores y los 67 jugadores estaban de acuerdo en un grito com¨²n: "DJ, DJ, DJ..."
90 minutos antes, en una decisi¨®n si precedentes, los oficiales de la USGA se acercaron a Johnson para informarle que estaban estudiando una posible penalidad cometida por el jugador en el green del hoyo 5, al t¨¦rmino de la vuelta tomar¨ªan una decisi¨®n sobre si sumar o no un golpe a la tarjeta del todav¨ªa l¨ªder del Abierto de los Estados Unidos. Decir en favor de DJ que en el momento preciso del incidente en el green del citado hoyo cinco, consult¨® la situaci¨®n con el ¨¢rbitro que hab¨ªa en su partido, la conversaci¨®n entre ¨¢rbitro, jugador y marcador determin¨® que el norteamericano no hab¨ªa ejercido influencia sobre el apenas imperceptible movimiento de su bola. Siguieron su camino. Sin entrar en el farragoso mundo de las reglas o si merec¨ªa o no penalidad DJ (necesitar¨ªa otro art¨ªculo) solo me gustar¨ªa valorar las formas del esperp¨¦ntico rid¨ªculo de la USGA.
La suerte para los rectores de uno de los torneos m¨¢s importantes del Mundo fue que el bueno de DJ lleg¨® con la suficiente ventaja para no preocuparse por la penalidad y evitar as¨ª la explosi¨®n de un esc¨¢ndalo, pero... ?que pasa con el resto de jugadores?. ?Acaso Shane Lowrie era consciente de la situaci¨®n cuando estaba en el hoyo 16? El irland¨¦s en ese instante estaba a dos golpes del l¨ªder y jug¨® en busca del birdie a una bandera complicada que terminar¨ªa por arrancarle el bogey y sus opciones del torneo. ?Hubiera jugado con otra estrategia Lowrie si hubiera sabido que no le separaban dos golpes del l¨ªder, si no solo uno? ?Y el resto de implicados en la victoria..?
A mi juicio, un final desvirtuado que injustamente empa?a la victoria en un 'Grande' m¨¢s merecida de los ¨²ltimos a?os.
Un torneo que quedar¨¢ en nuestro recuerdo como un pasito m¨¢s de Sergio Garc¨ªa, cada vez m¨¢s cerca de coronar su palmar¨¦s y la mejor participaci¨®n de un amateur espa?ol en un 'Grande'. Jon Rahm terminaba su etapa de mejor aficionado del mundo con un puesto 23, superando la lograda por Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal en el Open Brit¨¢nico de 1985.