Muri¨® Muhammad Ali, el mito m¨¢s grande del deporte

Muhammad Ali ha muerto. Se apag¨® la luz que le dirig¨ªa camino del ring y con ella el ¨²ltimo hilo de voz de The Greatest, del boxeador m¨¢s grande de todos los tiempos. Tambi¨¦n del deportista m¨¢s reconocido del planeta. Del hombre que con el poder de sus pu?os contribuy¨® a tumbar prejuicios raciales y a hacer del mundo un lugar m¨¢s humano.

Ali falleci¨® a las 21:10 del viernes en un hospital de Phoenix (Arizona) a los 74 a?os. Hab¨ªa sido ingresado el jueves por una insuficiencia respiratoria agravada por el mal del Parkinson que le afectaba desde 1984.

Bob Gunnel, portavoz de la familia, pronunci¨® la frase que nadie quer¨ªa escuchar sobre alguien que parec¨ªa inmortal: ¡°Tras una batalla de 32 a?os contra el mal de Parkinson, el tres veces campe¨®n mundial de los pesos pesados muri¨®¡±. A?adi¨® luego que Ali sufri¨® una ¡°infecci¨®n general¡± Su funeral ser¨¢ en Louisville, su ciudad natal, el viernes 10.

La ¨²ltima aparici¨®n p¨²blica de Ali fue el 9 de abril, en una gala de estrellas del boxeo celebrada en Phoenix para recaudar fondos contra su mal. Llevaba gafas de sol y estaba acompa?ado de Lonnie, su cuarta esposa y fiel compa?era en la esquina de la vida durante sus ¨²ltimos a?os.

Ali, nacido en Louisville, Kentucky, un 17 de enero de 1942, fue el boxeador m¨¢s grande que jam¨¢s haya pisado un ring. Un icono del siglo XX. Un personaje irrepetible. ¡°Ali se presenta como el m¨¢s perturbador de todos los egos¡±, dej¨® escrito negro sobre blanco Norman Mailer en En la cima del mundo.

Su estilo, de desplazamientos r¨¢pidos, manos bajas y una esquiva que trastornaba a sus rivales (¡°flota como una mariposa y pica como una abeja¡± es la radiograf¨ªa perfecta) ha sido muchas veces imitado pero nunca igualado, porque fue ¨²nico. Acab¨® su carrera en 1984 con 56 victorias (37 por KO), cinco derrotas y un nulo. Pero los n¨²meros nunca hacen justicia a las leyendas.

Vino al mundo como Cassius Marcellus Clay, pero mud¨® su nombre, que consideraba de esclavo, a Cassius X en homenaje a Malcom X, que le vio proclamarse campe¨®n del mundo en 1964 desde el ringside. Ese d¨ªa subi¨® al ring en Miami con un bat¨ªn en el que se le¨ªa The Lip (Insolente o Bocazas) y acab¨® con Sonny Liston.

Dio carpetazo tambi¨¦n a una era, porque Liston era un p¨²gil amparado por la Mafia. Ali, sin embargo, fue promocionado por un grupo de empresarios de su ciudad natal, que le puso en manos del m¨ªtico preparador Angelo Dundee. Fue el primer p¨²gil en cobrar un mill¨®n de d¨®lares y con su verborrea y sus rimas (tambi¨¦n invent¨® el rap), pronosticando en qu¨¦ asalto tumbar¨ªa al rival, inaugur¨® la era del marketing en el deporte. Antes hab¨ªa sido medalla de oro en los Juegos de Roma 1960.

Sus combates fueron tambi¨¦n contra el racismo y por la igualdad, en muchas ocasiones acompa?ado por Martin Luther King. Fue condenado a cinco a?os de prisi¨®n en 1967 por negarse a guerrear en Vietnam (¡°Ning¨²n vietcong me ha llamado negro¡±), que no cumpli¨®, pero fue despojado de sus t¨ªtulos y obligado a una inactividad de tres a?os. Retorn¨® en 1970 y protagoniz¨® duelos que son monumentos. El combate del siglo que perdi¨® con Joe Frazier ¡ªsu gran rival que ya le espera en el cielo, porque los boxeadores tambi¨¦n van al cielo¡ª en 1971 tras una colisi¨®n de 15 asaltos. El Rumble in the jungle en la can¨ªcula de Kinshasa, en el que derrot¨® por KO con una derecha a la mand¨ªbula a George Foreman en el octavo asalto para recuperar su cintur¨®n de campe¨®n mundial entre los gritos de ¡°?Ali, bomaye!¡± (¡®Ali, m¨¢talo¡¯). O el Thrilla in Manila en el que se tom¨® la revancha con Frazier en Filipinas tras 14 cruentos asaltos. ¡°Es lo m¨¢s cerca que estuve de la muerte¡±, resumi¨®.

Ali se enfrent¨® a gigantes como Archie Moore, Henry Cooper, Floyd Patterson, George Chuvalo, Frazier, Ken Norton (que le rompi¨® la mand¨ªbula en el segundo asalto pero al que gan¨®), Foreman o Larry Holmes. Se fue en 1981 tras perder en Bahamas contra Trevor Berbick... Hab¨ªa reaparecido pese a la opini¨®n de los m¨¦dicos y ya en 1978 hab¨ªa cedido su t¨ªtulo contra Leon Spinks.

Pero Ali fue m¨¢s que eso. Sirvi¨® de inspiraci¨®n a deportistas, activistas por los derechos humanos y pol¨ªticos. En 1994 encendi¨® el pebetero ol¨ªmpico en Atlanta y Barack Obama, primer presidente negro de EE UU, tom¨® fuerzas todos los d¨ªas en su oficina electoral de Chicago observando en su pared la foto m¨¢s impactante del deporte: el KO de Ali a Liston en el primer asalto de su revancha en Maine (¡°?Lev¨¢ntate y pelea!¡±). Ali siempre se levant¨®. Y con ¨¦l muchos millones de personas.

Se nos march¨® un mito. Una referencia. Un s¨ªmbolo. Tambi¨¦n un boxeador, no se olvide. Uno de esos chicos que con sus pu?os sue?an todos los d¨ªas con noquear al destino. Como lo hizo Ali, El M¨¢s Grande.