As¨ª fue la primera ronda del draft en la AFC Norte
Por exagerado o injusto que sea, el acierto en las elecciones de 1? ronda determinar¨¢ para cada afici¨®n el ¨¦xito o el fracaso de sus equipos en el draft.
A pocos importa qui¨¦n se lleve el Oscar al mejor maquillaje, aunque sea clave para que actores o actrices famosos consigan su estatuilla. Las verduras y hortalizas son fuente de vitaminas, sales minerales y fibra, pero nadie acude a un asador por la ensalada, sino por el chulet¨®n. Con el draft pasa igual. Seguramente, el ¨¦xito de los equipos pase por el acierto al escoger los desconocidos jugadores de cuarta o quinta ronda; pero lo que atrae al aficionado, lo que realmente quiere ver, son los rookies seleccionados en primera ronda. Los sonrientes chicos que se fotograf¨ªan con Goodell posando con la camiseta de su nuevo equipo con el dorsal #1.
La 1? ronda ofrece todo un carrusel de emociones. Desde la alfombra roja y sus pintorescos vestuarios a la tradicional pitada a la entrada del comisionado. Comedia y tragedia. Risas y l¨¢grimas. Todos los ingredientes que necesita un buen espect¨¢culo y que tan bien sabe ofrecer esta f¨¢brica de ilusiones y de d¨®lares que es la NFL. Este a?o no ha sido una excepci¨®n.
Los Ravens eran el primer equipo de la divisi¨®n en elegir. Y lo hac¨ªan exultantes, conscientes de que al elegirse 2 QBs con los primeros picks, se aseguraban al menos uno de los 4 grandes. Sin embargo, nadie pod¨ªa imaginar el drama que les convertir¨ªa en fashion-victims. Tras la constataci¨®n de la severidad de las lesiones, en la rodilla de Jack (ampliamente desmentida s¨®lo 24 horas despu¨¦s), y en el cerebro de mosquito de Tunsil (la malintencionada publicaci¨®n del video fue cruel, pero la mejor forma de que estas cosas no pasen es no hacerlas) ten¨ªan que volver a su plan original: el DE Buckner o el 2? mejor OT. Creo que acertaron con Stanley (este no es momento ni lugar para exponer mi opini¨®n sobre los defensas de Oregon). La protecci¨®n al QB debe ser prioritaria (especialmente tras la amarga experiencia de 2015), y este draft era lo suficientemente profundo en defensa como para reforzar ¨¦sta m¨¢s adelante.
El plan de los Browns ya ven¨ªa marcado desde la semana anterior. Llegaban con un provechoso intercambio, pero siguieron negociando tanto esa noche como las sucesivas. En un draft que carec¨ªa de estrellas (y que tampoco eran su prioridad en este momento), optaron por la mejor opci¨®n: canjear calidad por cantidad y elecciones futuras. Hasta 14 picks acumularon en total, m¨¢s otra selecci¨®n de 2? ronda de 2017 e incluso un CB de Miami. Nada se puede criticar a la directiva, que hizo de sobra su trabajo, para diversi¨®n de los espectadores que jaleaban cada traspaso. Ahora depender¨¢ de los t¨¦cnicos que este esfuerzo fructifique. Ten¨ªan dos cuestiones fundamentales a resolver: producci¨®n en ataque y pass-rush en defensa. De lo segundo me ocupar¨¦ en el pr¨®ximo art¨ªculo, pero lo primero empezaron a buscarlo con Coleman. Puede que no sea el WR que mejor se adapte a sus necesidades, pero sin duda aportar¨¢ el dinamismo y la capacidad de generar grandes jugadas que tanta falta hace en la ofensiva del dawg pound.
Si te sorprende que los Bengals hayan escogido un cornerback en su primer pick, es que no has estado prestando la suficiente atenci¨®n. 5 CBs escogidos en primera ronda en los ¨²ltimos 11 drafts. Sorpresa, lo que se dice sorpresa, no podemos decir que haya sido. Melodram¨¢tico, eso s¨ª. Nos ponemos en situaci¨®n. Pick#21 y s¨®lo hab¨ªa salido un WR, el principal objetivo bengal¨ª. Hab¨ªa otros 3 merecedores de 1? ronda. Muy mala suerte ser¨ªa que saliesen los tres de forma consecutiva antes de su elecci¨®n en el #24. Pero como en una pesadilla, uno tras otro cayeron como fichas de domin¨®, seleccionados justo delante de sus narices. No uno, ni dos, sino tres. Murphy cebando su implacable ley en la franquicia atigrada. Cuando alguien ha sido agraviado de esa manera su reacci¨®n inmediata no puede ser sino hacer lo propio con quien le sigue. Con m¨¢s raz¨®n si adem¨¢s es un contrincante divisional. Pero m¨¢s all¨¢ de la rivalidad, tras la elecci¨®n de Jackson, con la que Cincinnati arrebataba a Pittsburgh el jugador que persegu¨ªa, se esconde la necesidad de encontrar, m¨¢s pronto que tarde, un relevo tanto a Kirkpatrick (en ¨²ltimo a?o de contrato) como a Pacman Jones (32 a?os a sus espaldas), y cubrir la marcha de Leon Hall.
En Pittsburgh les sal¨ªan humo de las manos, de tanto frot¨¢rselas pensando que les llegar¨ªa el jugador que quer¨ªan, a quien hab¨ªan seguido con insistencia durante el proceso pre-draft, con quien incluso Tomlin hab¨ªa mantenido una cena privada. Un ahogado grito de desesperaci¨®n dej¨® desolada la war-room cuando fue elegido por los Bengals. Pero si algo saben hacer los Steelers es sobreponerse a las adversidades. Con impresionante sangre fr¨ªa, no dudaron un instante en seleccionar al siguiente de su lista. El despecho por el amor perdido con otro se cura. En apenas segundos ya estaba lista la tarjeta con el nombre de Burns, otro cornerback de caracter¨ªsticas muy similares a Jackson. Grande, de largos brazos, con quien competir balones divididos con los A.J. Green, Odell Beckham o Dez Bryant contra quienes se deber¨¢n enfrentar. Ten¨ªan claro el plan y lo siguieron a rajatabla. Fuera sentimentalismos. Burns es ahora su chico. Si tiene o no categor¨ªa de 1? ronda es una vanidad irrelevante en la curtida franquicia acerera.
As¨ª fue la primera ronda del draft de la NFL. Una maquiav¨¦lica fusi¨®n de deporte y reality-show en vivo, para mayor gloria de las audiencias televisivas. De football, ya hablaremos otro d¨ªa.