Robert Nkemdiche quiere tener una pantera salvaje en casa
El jugador de Ole Miss, una de las promesas m¨¢s impactantes del draft, a?ade una nueva se?al roja a ojos de los equipos que deben pensar en elegirle.
![Robert Nkemdiche en la Combine de la NFL.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/JKAHHWOX2ZK75DQK7GTUNYWQJE.jpg?auth=e9148cf797b002946aba72abb053f5d231fe16c27111c4f79e09b5ce0b38c531&width=360&height=203&smart=true)
Hubo un tiempo en el que Robert Nkemdiche, de la universidad de Ole Miss, lleg¨® a sonar como el mejor jugador de su promoci¨®n y un serio candidato a ser n¨²mero uno del draft en este 2016. Ese tiempo queda muy lejano. Probablemente queda a m¨¢s de 18 meses vista. No es el primer jugador al que le pasa y, de hecho, es previsible que as¨ª siga siendo en el futuro con otras promesas porque predecir algo as¨ª es casi imposible. Pero lo que no es tan previsible es que un jugador con su f¨ªsico, y su forma de jugar, ya no es que no suene para el top ten sino que se est¨¦ cayendo en las previsiones de todo el mundo de cara al draft.
?El motivo? Que la cabeza le funciona de forma un tanto especial, algo que yo, desde luego, no voy a juzgar, pero que s¨ª hacen los equipos de la NFL y, ahora mismo, est¨¢n aterrorizados ante la perspectiva de que acabe siendo una decepci¨®n descomunal.
Su ¨²ltima ocurrencia es que quiere tener una pantera como mascota. Pero una pantera de las salvajes. Huelga decir que el mezclar animales con capacidad para atacar y destrozar seres humanos en un periquete con el estilo de vida disoluto de un tipo como Nkemdiche pone los pelos de punta.
A fin de cuentas hablamos de un se?or que se tir¨® de un tercer piso. Porque s¨ª. Sin m¨¢s explicaci¨®n propia de que estaba borracho y con la un poco m¨¢s cre¨ªble explicaci¨®n policial de que en su apartamento apareci¨® marihuana sint¨¦tica am¨¦n de un ligero olorcillo a campo verde, a prado, a incienso... ya me entend¨¦is.
El mismo que estaba llamado a liderar a su universidad a una ¨¦poca dorada cuando consiguieron reclutarle siendo una de las mayores promesas de los institutos de todo Estados Unidos y pas¨® su periplo colegial con cierta brillantez, s¨ª, pero en modo alguno con el dominio que se le presupon¨ªa.
Ahora, por si no hab¨ªa suficientes franquicias con serias dudas de confiar en un perfil de este calibre, al que calificaron de "fil¨®sofo" en todo despectivo tras las entrevistas de la Combine, se descuelga con el deseo de poseer un animal salvaje y potencialmente muy peligroso en su casa. De esos que, a las malas, te hacen saltar desde un tercer piso a¨²n sin ayuda de sustancias ex¨®genas en tu cuerpo.
No, Robert Nkemdiche no se est¨¢ haciendo ning¨²n favor de cara al draft.