El Tri¨¢ngulo de las¡ Niagara Falls
En los 80, los corredores que ten¨ªan valor para cruzar la l¨ªnea de scrimmage e internarse en la defensa de los Bills podr¨ªan no salir jam¨¢s.

?Qu¨¦ grandes momentos nos ha proporcionado la fenomenolog¨ªa paranormal! Los lectores m¨¢s veteranos se acordar¨¢n del gran Jim¨¦nez del Oso y sus programas M¨¢s All¨¢ o La Puerta del Misterio, precursores de la actual Ikerolog¨ªa rampante. Y qu¨¦ decir de las conjeturas de J.J. Ben¨ªtez, con sus Caballos de Troya y sus ovnis. Ahora bien, dejando al margen nuestras bizarras caras de B¨¦lmez, la imperecedera Chica de la Curva o la perturbadora Dana Scully, no ha habido fen¨®meno paranormal m¨¢s sugerente que el Tri¨¢ngulo de las Bermudas, esa misteriosa ¨¢rea comprendida en los v¨¦rtices de Florida, Bermuda y Puerto Rico que, supuestamente, habr¨ªa engullido en el ¨²ltimo medio siglo centenares de embarcaciones y aeronaves sin dejar rastro de ellas. Desde que en 1974 Charles Berlitz publicara el best seller ?Bermuda Triangle? han sido centenares los libros y art¨ªculos sobre la cuesti¨®n, as¨ª como decenas los films ¨C pura serie Z, desde el Tri¨¢ngulo de Sat¨¢n (Roley, 1975) a Viaje sin retorno (McIntire, 2001) pasando por Misterio en las Bermudas (Cardona, 1978)- que insistieron en el mito caribe?o.
Ya les adelanto mi radical escepticismo frente a este tipo de fen¨®menos. Sin embargo, y siendo honesto, estos ojitos que ahora miran la pantalla del ordenador mientras escribo, han visto cosas que vosotros no creer¨ªais¡como por ejemplo decenas de running backs cruzar la l¨ªnea de scrimmage, internarse en la defensa de los Bills de los primeros a?os ochenta y no salir jam¨¢s. Como en el Tri¨¢ngulo de las Bermudas. No puedo creerme que el Oc¨¦ano Atl¨¢ntico se haya tragado barcos enteros o aviones con 200 pasajeros. Lo que s¨ª puedo afirmar, insisto, es que muy pocos backfields de la NFL se libraron de la fuerza gravitatoria ejercida por el tri¨¢ngulo formado por Fred Smerlas, Jim Haslett y Shane Nelson.

Los dorados a?os sesenta en que los Bills de Billy Shaw y Mike Stratton en la cobertura y Kemp, Lamonica, Gilchrist, Kalsu y Dubenion en el ataque lograran dos anillos consecutivos en la AFL, se hab¨ªan mutado en una decadente racha de balances negativos que obligaron a Ralph Wilson a dar un profundo cambio de tim¨®n en la estructura de la franquicia, contratando en 1978 al que fuese Entrenador del A?o en 1973 con los Rams, Chuck Knox, quien pronto dej¨® su impronta en el equipo, al adoptar la defensa "3-4", en la que el rol del nose tackle y los dos linebackers interiores resultaba esencial. Para configurar ese tri¨¢ngulo defensivo, extraordinariamente exigente para sus v¨¦rtices, Knox contaba con un ¨²nico linebacker puro, el joven Shane Nelson, un undrafted de la Universidad de Baylor, a quien los Cowboys pretendieron firmar tras un open trial con 1800 participantes. Shane, sin embargo, opt¨® por integrarse en Buffalo donde presum¨ªa que tendr¨ªa m¨¢s oportunidad de jugar, como as¨ª fue.
Konx era consciente que para implementar su concepto defensivo necesitaba reforzar esa zona, por lo que en el draft de 1979, por delante de otras opciones aparentemente m¨¢s atractivas ¨C Dan Hampton, Phil Simms u Ottis Anderson- eligi¨® en el pick 32 al poderoso nose tackle de Boston, el grecoamericano Fred Smerlas, y en el 51 a otro linebacker, el rapid¨ªsimo Jim Haslett, de la modesta IUP, quien fuese nombrado Rookie defensivo ese mismo a?o. Knox aun no lo sab¨ªa, pero acababa de liberar las fuerzas de la naturaleza. Si las Bermudas ten¨ªan su agujero negro, el norte de Nueva York se aprestaba a tener el suyo propio, como as¨ª lo bautiz¨® el periodista deportivo del Buffalo News Mike Dodd.
Esa primera temporada de ajustes, termin¨® con un balance de 7-9, pero en 1980, y tras 14 a?os de sequ¨ªa, vuelven a ganar su divisi¨®n, con un solvente 11-5, encajando ¨²nicamente 260 puntos ¨Cel tercer mejor registro de la liga- y siendo el conjunto que menos yardas concedi¨® de toda la competici¨®n, lo que les vali¨® a Smerlas, Haslett y Nelson ser elegidos en el 1st Defensive Team merced a los 143 tackles, dos intercepciones y dos sacks de Haslett; los 126 tackles, una intercepci¨®n y tres fumbles con dos recuperaciones de Nelson y 6? capturas de Smerlas. Cuenta Haslett que en aquellos d¨ªas manejaban dos calls fundamentales: cuando Smerlas gritaba ?Rip?, significaba que Fred percut¨ªa por la izquierda y si cantaba ?Liz?, lo hac¨ªa a la derecha, controlando con su potencia y envergadura descomunal la zona frontal de la l¨ªnea de scrimmage, mientras los dos linebackers segaban todo lo que se escabull¨ªa de las manos de Smerlas, ejerciendo a su vez una extraordinaria presi¨®n sobre el pasador, que se ve¨ªa obligado a lanzar precipitadamente, favoreciendo el trabajo del safety Jeff Nixon, quien en 1980 logr¨® nada menos que 5 intercepciones.

Adem¨¢s, aquel a?o consiguieron interrumpir la lacerante racha de derrotas que manten¨ªan frente a sus archirrivales de Miami, a quienes no venc¨ªan desde 1969. El 7 de septiembre de 1980, en el Opening Day de la temporada en el Rich Stadium, la racha se quebr¨® tras veinte partidos de tortura, desat¨¢ndose la locura en la grada, que invadi¨® el campo, arranc¨® los postes y los llevaron en procesi¨®n por todo el estadio (min 2.09)¡ La postseason les depar¨® un enfrentamiento contra Chargers en San Diego, en el que a falta de 2.08 para culminar el partido, una formidable bomba de 50 yardas de Fouts liquid¨® las esperanzas de los neoyorquinos en su retorno a los playoffs.
A pesar de que en la temporada siguiente se mantuvieron casi los mismos est¨¢ndares defensivos, el equipo sufre y de qu¨¦ manera para mantener el ritmo de dos de sus m¨¢s odiados rivales divisionarios. Los Dolphins de Shula tambi¨¦n presum¨ªan de una defensa terrible, los famosos Killer Bees, quienes compensan la retirada del gran Bob Griese, logrando dominar la AFC East con un 11-4-14. Adem¨¢s, ese a?o los Jets tambi¨¦n rascan lo suyo a las ofensivas, con los terribles Gastineau y Klecko en la l¨ªnea. El extraordinario nivel que la AFC East mostraba aquel a?o se evidencia en que de los cinco equipos de playoff de la AFC, tres lo fueron de la East, Miami, Jets y Bills, ¨¦stos ¨²ltimos, de forma milagrosa, merced a un prodigioso Hail Mary lanzado por Ferguson que sobre la bocina que recogi¨® Roland Hooks y que les permiti¨® lograr una victoria frente a New England que a la postre fue decisiva para alcanzar la postseason. En la ronda de wild card, Buffalo rend¨ªa visita al Shea Stadium, donde una vez m¨¢s, el potente pass rush de Smerlas fren¨® en seco el juego de Richard Todd, logrando la victoria por 31 a 27 que les permit¨ªa jugarse el divisional en el Riverfront Stadium de Cincinnatti ante unos Bengals que, ese a?o, ol¨ªan a Super Bowl, con un imparable Chris Collinsworth que desarbol¨® a la secundaria de Buffalo.
Los paranormales efectos del Triangulo de las Bermudas de Buffalo se disipan tras dos temporadas de sucesivas desapariciones de runningbacks y tight ends. Tras volver a los balances negativos en 1983, Ralph Wilson contrata al muy olvidable Kay Stepheson como head coach, que arrastra a los Bills a dos sesiones dantescas en las que s¨®lo es capaz de lograr cuatro victorias en 28 partidos. En 1986 llegaron Marv Levy y Jim Kelly, en 1987 Cornelllius Bennet y en 1988 Thruman Thomas¡pero esa es otra historia.

El texano Shane Nelson se retir¨® completamente del deporte profesional en 1982, muy al contrario que su compa?ero Jim Haslett, quien permaneci¨® en la disciplina de los Bills hasta 1985, jugando una temporada m¨¢s en Jets en 1987. Tras su retirada, inici¨® una provechosa carrera como t¨¦cnico, que le llev¨® a ser nombrado entrenador del a?o en 2000, cuando condujo a los Saints al divisional de aquel a?o. En enero de este mismo a?o ha sido contratado por Bengals como entrenador de linebackers. Una buena decisi¨®n si lo que se busca es que Burfict, Maualuga, Hawk, Lamur y Rey sean una l¨ªnea poderosa y solvente y no una banda de macarras descerebrados especializados en dispararse al pie. Finalmente, el gran Frederic Smerlas, logr¨® saborear de nuevo el sabor de los playoffs en sus Bills de la mano de Levy y Kelly en 1989, con los 49ers de Seifert y Montana en 1990, retir¨¢ndose definitivamente en su natal Massachusetts en 1992, con cinco Pro Bowl en su palmar¨¦s y siendo el nose tackle con mayor n¨²mero de titularidades consecutivas, 107. Empresario de ¨¦xito con su compa?¨ªa All-Pro Porductions Inc., comentarista de radio, incipiente pol¨ªtico en el Partido Republicano, motero empedernido, abri¨® tambi¨¦n en 2007 un negocio de restauraci¨®n en el Twin River Casino de Lincoln, junto con su antiguo compa?ero en New England, Steve DeOssie.

Pues bien, el Tri¨¢ngulo de las Bermudas se difumin¨® para siempre el 2 de enero de 1983, cuando terminaron aquella temporada en el Schaefer Stadium de Foxboro. Han tenido que pasar 33 a?os para que aquellos tres extraordinarios defensas volvieran a reunirse f¨ªsicamente. El pasado domingo 14 de febrero de 2016 ¨Cno fue amor precisamente lo que repart¨ªan estos tres- en el Comfort Suites de Main Street de Buffalo, Smerlas, Haslett y Nelson se fund¨ªan un abrazo fraternal, bromeando, firmando aut¨®grafos por doquier y recordando como durante dos a?os seguidos, corredores de la talla de William Andrews, Kenny King, Pete Johnson, Ozzie Newsome o Tony Dorsett, atravesaban la l¨ªnea de scrimmage con el oval y de pronto ?zas! desaparec¨ªan. Milenio 3.