Txikon: ¡°?El K2? Ahora s¨®lo pienso en regresar a mi casa¡±
Este alpinista vasco con alma de le?ador hizo historia al coronar el Nanga Parbat en invierno junto a Simone Moro y Al¨ª Sadpara. Habl¨® con AS desde el campo base.
Le pillo recogiendo las cosas en el campo base. Me cuenta que tiene una peque?a congelaci¨®n en la nariz, pero nuestro amigo com¨²n, el doctor Ricardo Arregui, nos dice que no tendr¨¢ problemas. Me alegro de que despu¨¦s de tanto esfuerzo y tensi¨®n todo haya acabado bien para Alex Txikon. Durante d¨ªas hemos seguido su progresi¨®n en el mundo helado del Nanga Parbat (8.125 m) con el alma en vilo. Casi nada: La Monta?a del Destino escalada en pleno invierno despu¨¦s de 25 a?os de intentos.
Recuerdo algunos de nuestros momentos: en el 2004, cuando le conoc¨ª, mientras intentaba una ruta dif¨ªcil en el K2, y estaba montando una tienda por un canal¨®n por donde ca¨ªan avalanchas. Le dije que era un suicidio colocar el campamento all¨ª. A cambio luego se ofreci¨® voluntario y particip¨® en la dura bajada de Juanito Oiarzabal con los pies congelados. Fue el rescate m¨¢s r¨¢pido en la historia del Karak¨®rum. Gracias a gente como ¨¦l, Juanito, aunque sin dedos, puede seguir escalando. A partir de entonces fue uno de los fijos de las expediciones de 'Al Filo de lo imposible'. Uno de los nuestros.
Recordamos con cari?o las cumbres compartidas en la Ant¨¢rtida en 2006, el Wandell, el Mills o el Scott. Momentos de una plenitud como pocos he sentido en mi vida. Me alegro del camino recorrido desde entonces por este vasco de ascendencia malague?a, uno de los tipos m¨¢s optimistas y fuertes que he conocido. Un tipo capaz de irse en coche de Euskadi a Pakist¨¢n en pleno invierno, dando demostraciones de cortar troncos. Nada m¨¢s peculiar que un aizkolari en las plazas p¨²blicas de Ir¨¢n, Austria o Pakist¨¢n. Porque, en el fondo, Alex es un alpinista con alma de le?ador.
¡ªFue muy duro el ataque a la cumbre. ?C¨®mo planteasteis la log¨ªstica?
¡ªMe parece que esta expedici¨®n ha sido menos dura que la del a?o pasado. Probablemente tambi¨¦n hayamos hecho mejor las cosas. Hemos trabajado desde el primer momento, todos los d¨ªas, poni¨¦ndonos metas cercanas. As¨ª que hemos podido aguantar tanto tiempo en el campo base, pero sin estar parados, sabiendo que deb¨ªamos movernos todos los d¨ªas para no perder ni la aclimataci¨®n ni la forma. La mejor prueba es que el ¨²ltimo d¨ªa bajamos del campo 4 (7.100 m) al campo 2 (6.150) en dos horas y 20 minutos, y desde el C2 al C1 (4.800) en s¨®lo dos horas. He aprendido de los ¨²ltimos errores: de la tragedia de 2012 en el Hidden Peak (8.068) y del a?o pasado en el Nanga. El error del invierno anterior, cuando nos equivocamos de ruta y nos quedamos a unos 250 metros de la cumbre, ha sido una de las lecciones m¨¢s duras, pero al tiempo m¨¢s provechosas, que he aprendido. Aquel error ha sido la base de este ¨¦xito.
¡ªEn esos d¨ªas de tanta tensi¨®n, ?cu¨¢l fue el momento m¨¢s duro?
¡ªPara m¨ª, la segunda noche que pasamos en el campo 4, al bajar de la cima. Pasamos mucho fr¨ªo, casi insoportable a pesar de toda la ropa que llevaba puesta, y probablemente porque adem¨¢s llegamos a la tienda con nuestras ¨²ltimas fuerzas, derrengados. En el caso de Tamara Lunger hab¨ªa sido literal porque se hab¨ªa quedado fundida a unos 100 metros de la cima, y adem¨¢s sufri¨® una ca¨ªda que afortunadamente no tuvo consecuencias. Aunque las previsiones eran de unos 35? bajo cero, creo que hemos pasado mucho m¨¢s fr¨ªo. El viento nos estuvo hostigando por encima de los 30 km/h, lo que har¨ªa que tuvi¨¦semos una sensaci¨®n t¨¦rmica por debajo de los 40? bajo cero. As¨ª estuvimos desde las seis de la ma?ana a las siete de la tarde. La cima la alcanzamos a eso de las tres de la tarde, que teniendo en cuenta las condiciones de hielo que nos encontramos en algunas zonas del trapecio somital, me parece que es un buen horario.
¡ª?C¨®mo funcion¨® el equipo: Al¨ª Sadpara y t¨², con el d¨²o Simone Moro y Tamara Lunger?
¡ªMuy bien. La verdad es que ya hab¨ªa hablado con Simone hac¨ªa tiempo de la posibilidad de ir juntos, pero cuando trat¨¦ contigo la posibilidad de reforzar el equipo, cuando ya se hab¨ªan ido todas las expediciones y tambi¨¦n se hab¨ªa ido Danielle Nardi, vi claro que juntos ten¨ªamos una oportunidad ¨²nica. Estoy muy contento porque los cuatro hemos formado un grupo excepcional, un equipo de cuatro amigos que no s¨®lo comparten un objetivo, sino que est¨¢n dispuestos a sacrificarse por ¨¦l. Me siento orgulloso de haber estado con Simone, con Tamara y con mi buen amigo Al¨ª. Me siento especialmente orgulloso de que gracias a que Al¨ª haya subido a la cima los porteadores del Baltist¨¢n puedan salir del anonimato, figurar al mismo nivel que los alpinistas occidentales. Me alegro de que Pakist¨¢n y el Nanga Parbat sean conocidos en el mundo entero por un ¨¦xito alpin¨ªstico y una alegr¨ªa enorme que les ha dado uno de sus vecinos, y no por atentados ni tragedias. Mi ¨²nica tristeza es que Tamara se quedase a unos cien metros de la cima, literalmente exhausta. Me da mucha pena Tamara, pues lo merec¨ªa igual que nosotros. Lo siento mucho por ella, era su oportunidad de haberse convertido en la ¨²nica mujer en tener una primera invernal en un ochomil, pero le est¨¢n dando muchos ¨¢nimos desde Italia y nosotros tambi¨¦n. Ahora ya s¨®lo queda el K2 en el horizonte de las posibles primeras invernales¡
¡ªSin duda ha habido mucho esfuerzo y trabajo, ?pero cu¨¢l ha sido la clave del ¨¦xito?
¡ªEn primer lugar la tenacidad y la persistencia, intentarlo una y otra vez, confiar en mis fuerzas, en que estaba seguro de que pod¨ªa hacerlo. Llevo cinco a?os de expediciones invernales. Luego, cuando desfilaron todas las expediciones, el saber aguantar. ?Te acuerdas que comentamos una noche en 'El Larguero' que hab¨ªa que seguir esperando nuestra oportunidad? Pues al final tuvimos esa ventana de buen tiempo que necesit¨¢bamos. Luego, peque?as cosas que all¨ª en realidad son muy grandes: movernos, portear, aunque tuvi¨¦ramos mal tiempo, ser constantes a la hora de equipar la ruta y los campamentos¡ Y en el ataque a la cumbre hemos sido muy disciplinados a la hora de comer e hidratarnos y as¨ª hemos aguantado el ¨²ltimo d¨ªa sin apenas comer ni beber, pues el fr¨ªo era tan intenso que no pod¨ªamos quitarnos las manoplas.
¡ª?No piensas que la elecci¨®n de la ruta ha sido clave para vencer la resistencia del Nanga Parbat? La ruta Shell, por ejemplo, es r¨¢pida en la parte de abajo, pero luego es muy larga y expuesta en la parte superior. La ruta Messner, la elegida este a?o por Tomeck Mackiewicz y Elisabeth Revol, muy peligrosa en la parte de abajo y luego muy larga hasta la cima. La vertiente del Rupal, preferida por los polacos, muy dif¨ªcil y empinada para una invernal¡
¡ªMir¨¦ la historia de los intentos invernales al Nanga y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que la ruta Kinshofer era la mejor para llegar en invierno a la cumbre. Me acord¨¦ mucho de lo que habl¨¦ contigo en 2006 en la Ant¨¢rtida, cuando volviste del Nanga con las chicas y me contaste que era la ruta m¨¢s factible. Y as¨ª es. Sin duda es dif¨ªcil por abajo, hasta superar el muro Kinshofer, pero luego te permite ir muy directo a situarte debajo del trapecio cimero, y la rapidez en invierno es clave porque si no te congelas. Adem¨¢s, el campo base est¨¢ a 4.200 metros, uno de los m¨¢s bajos y m¨¢s bellos del Himalaya, y eso nos ha permitido aguantar tanto tiempo en la monta?a.
¡ª?En qu¨¦ ibas pensando mientras ascend¨ªas a la cima?
¡ªLa verdad es que fui muy concentrado todo el momento. No pod¨ªa pensar en otra cosa que escalar con cuidado, mover dedos de los pies y manos para no congelarme, atento a un resbal¨®n... El terreno estaba muy helado y me sorprendi¨® lo inclinado que est¨¢ el trapecio que lleva a la cima. Hab¨ªa zonas con hielo muy duro y formaciones como los sastrugis de la Ant¨¢rtida (producto del viento y las bajas temperaturas)... y si se romp¨ªan nos caer¨ªamos al vac¨ªo cuatro mil metros.
¡ª?Pero no llevabais cuerda?
¡ªDecidimos jug¨¢rnosla y no la llevamos. No dir¨ªa que pas¨¦ miedo, pues para eso iba entrenado, pero la verdad es que iba muy tenso, no pod¨ªa permitirme el menor fallo. Hubo alg¨²n momento cr¨ªtico como cuando Al¨ª se meti¨® a escalar por una zona de rocas heladas, pero sab¨ªa que no se me pod¨ªa escapar esta oportunidad. Apostamos y al final nos sali¨® bien. La bajada fue incluso m¨¢s delicada y peligrosa. La pendiente debe tener unos 55? de inclinaci¨®n, no llev¨¢bamos cuerda y s¨®lo un piolet. Sab¨ªamos que pod¨ªamos matarnos as¨ª que en mi cabeza s¨®lo hab¨ªa lugar para hacerlo bien y no fallar. S¨®lo afloj¨¦ la tensi¨®n cuando llegu¨¦ a la cumbre y pude ver el K2 en el horizonte, perfecto como una pir¨¢mide. S¨®lo entonces fui feliz. All¨ª los ten¨ªa: el K2, el Broad, los Gasherbrum, el Hidden Peak, donde desaparecieron mis compa?eros hace cuatro a?os¡ Luego mir¨¦ abajo y vi una inmensa explanada de nieve, la famosa Meseta de Plata donde se produjo la tragedia de los alemanes de 1932. Al principio no la reconoc¨ª, pero viendo las fotos todo cuadra. S¨®lo ahora empiezo a disfrutar realmente de la cumbre.
¡ªY ya m¨¢s tranquilo, ?qu¨¦ clase de pensamientos pasan por tu cabeza?
¡ªAhora recuerdo la dureza de estos cinco ¨²ltimos a?os, fracasos y amarguras como el del Hidden Peak, la bajada de 2015 cuando ya la ten¨ªamos al alcance de la mano, o alegr¨ªas como cuando estuvimos juntos en el Laila, contigo, con Ram¨®n Portilla, Juanjo San Sebasti¨¢n, Alvarito, Mariano, David¡ Sebas, es demasiado pronto para darme cuenta de lo que hemos conseguido. Me alegro por mi familia de M¨¢laga, la familia de Igone, mi novia, que me ha acompa?ado en el campo base, junto a los pakistan¨ªes que est¨¢n con nosotros, el cocinero, los ayudantes, los polic¨ªas que han subido con lo justo a protegernos... El otro d¨ªa, antes de salir para la cumbre, uno de esos polic¨ªas nos dijo: ¡®A ver si sub¨ªs ya de una vez para dejar de venir aqu¨ª en invierno, que pasamos mucho fr¨ªo¡¯. Y se echaron a re¨ªr. Ya le he dicho que nuestra parte la hemos cumplido.
¡ª?Qu¨¦ piensas hacer?
¡ªPues nos lo vamos a tomar con tranquilidad, no vamos a cambiar los billetes, nos iremos con Al¨ª a Skard¨² a disfrutar de su recibimiento, para ver a nuestros amigos comunes, como Hanif, Karim, Sher Al¨ª¡
¡ªMe refer¨ªa a tus planes de futuro. Ahora ya s¨®lo queda el K2 como el ¨²ltimo reto pendiente del himalayismo. ?Piensas ir al K2 en invierno?
¡ªAhora mismo, amigo, s¨®lo pienso en volver a mi casa y en disfrutar de lo conseguido. Luego, ya veremos.