Txikon se corona en la monta?a asesina: un 22% de fallecidos
El vasco tiene diez ochomiles. En lugar de completar los catorce, opt¨® por mayores retos en invierno. Ahora piensa en el m¨¢s dif¨ªcil a¨²n: el K2.

El vizca¨ªno Alex Txikon y sus compa?eros de cordada Simone Moro y Ali Sadpara han sido los primeros monta?eros del mundo en conquistar en invierno el Nanga Parbat (Pakist¨¢n), uno de los dos ¨²nicos 'ochomiles' -el otro es el K2 (8.611 metros)- que jam¨¢s se hab¨ªa escalado en esta temporada.
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Txikon (Lemoa (Bizkaia), 1981) es un alpinista de gran prestigio, con diez "ochomiles" en su haber, que hace un lustro, en vez de pensar en completar la lista de los catorce -algo pasado de moda entre la elite-, opt¨® por buscar el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa.
No extra?a esta inquietud en un alpinista que coron¨® su primer ocho mil con 21 a?os, y que compagina las monta?as con ser aizkolari -cortador de troncos al estilo vasco- o el salto BASE, el vuelo sin motor desde paredes verticales.
Tras ayudar a Edurne Pasaban a completar los catorce ocho miles, pod¨ªa haber seguido hasta cerrar la lista, pero opt¨® por lo m¨¢s complicado que queda en el Himalaya: el K-2 y el Nanga en invierno.
El Nanga Parbat, la "Monta?a desnuda" en lengua urdu, con 8.126 metros, la novena m¨¢s alta del planeta, ya es dram¨¢tica fuera del invierno: cuenta con un porcentaje del 22 por ciento de fallecidos respecto a monta?eros que lo han ascendido. Cuando se subi¨®, por primera vez, en 1953, la llamaron la monta?a asesina.
Pero en la estaci¨®n fr¨ªa es un horror: la primera vez que se intent¨® ascender en invierno fue en 1989. Desde entonces, lo han intentado veintinueve expediciones y ninguna pas¨® de los 7.800 metros.
La misma altura a la que se qued¨® Txikon el a?o pasado, cuando con el mismo compa?ero de ahora, Ali Sadpara -un pakistan¨ª experto que ya hab¨ªa subido dos veces al Nanga-, no encontraron la ruta de acceso a la cima cuando la ten¨ªan cerca. A Txikon le qued¨® tan mal sabor de boca que este a?o decidi¨® regresar para culminar el reto, repitiendo con Sadpara como compa?ero de cordada.
Agobiados por el mal tiempo y las ca¨ªdas, el resto de escaladores que acosaban este a?o al Nanga invernal se fueron retirando, algunos del prestigio del polaco Adam Bielicki.
Solo quedaban Txikon y Sadpara, pero desde la otra vertiente del Nanga, la Rupal, les lleg¨® un refuerzo inesperado: el italiano Simone Moro, una leyenda -el primero en subir en invierno al Makalu, al Shisha Pamgma y al Gasherbrum II-, junto a la tambi¨¦n italiana Tamara Lunger. Moro y Lunger decidieron que su ruta por Rupal era demasiado complicada y se pasaron a la Diamir, la m¨¢s habitual.
Aunque Txikon y Sadpara hab¨ªan equipado la ruta hasta el campo 3, recibieron a Moro y Lunger de buen grado. Juntos esperaron, porque el himalayismo invernal, como dijo Txikon antes de partir, es un juego psicol¨®gico.
Las expediciones duran dos meses, el doble que las de la temporada normal, y buena parte de ellas se pasan en el campo base, esperando a que amaine el viento o dejen de caer aludes, para aprovechar las "ventanas" y equipar la ruta. Por ejemplo, Txikon fij¨® cuerda hasta el campo 3, a 6.700 metros, el 23 de enero, pero tard¨® un mes entero, hasta el 24 de febrero, en volver a pisarlo.
Las expediciones se hacen sin sherpas: los propios monta?eros tienen que subir las tiendas, la comida, las cuerdas y fijarlas ellos mismos, lo que carga las mochilas con m¨¢s de treinta kilos, y abrir huella.
Esto en medio del hielo -como dice Txikon, donde en verano se pasa apoyado en unos bastones en invierno se va encordardo y con dos piolet- y del viento, que congela el aire hasta los cuarenta bajo cero y provoca las habituales avalanchas. Un alud cubri¨® a Txikon hasta el cuello al comenzar la expedici¨®n, pero sali¨® indemne.
Todo esto lo han superado este viernes Txikon, Sadpara y Moro; Lunger estaba a pocos metros. Ahora resta lo m¨¢s importante, volver al campo base sanos y salvos.
Ya solo queda virgen en invierno el K-2, la monta?a m¨¢s dif¨ªcil del mundo. Algunos dicen que sus paredes de hielo a partir de 8.400 metros lo hacen inescalable en invierno. El propio Txikon pens¨® en intentarlo hace dos a?os, pero le denegaron los permisos. Veremos si, conquistado el Nanga, se atreve con el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa.