Si complicado es que un entrenador sea el centro de atenci¨®n en un 6 Naciones, m¨¢s a¨²n resulta que lo sean dos. Inglaterra y Francia, las dos potencias a ambos lados del Canal de La Mancha, han encargado la reconstrucci¨®n de sus proyectos a Eddie Jones y Guy Nov¨¨s. El australiano, al que precisamente Inglaterra priv¨® de ganar un Mundial en 2003, fue la sensaci¨®n con Jap¨®n hace unos meses (lleg¨® a ganar a Sud¨¢frica y todo el planeta se enamor¨® de aquella selecci¨®n de segundo nivel).Tal era el panorama ruinoso con Lancaster, que la RFU tuvo que comerse sus palabras y fichar al primer m¨¢nager sin pasaporte ingl¨¦s. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, y el ¨²nico coach de ¨¦lite predispuesto y a tiro (y previo pago de traspaso a los Stormers sudafricanos) era el simp¨¢tico Eddie Jones.
Lo de Guy Nov¨¨s viene a ser un acoso y derribo. Francia ha gastado muchas balas en diferentes entrenadores que acabaron distanci¨¢ndole a¨²n m¨¢s de ese rugby ofensivo, jugado a la mano de forma tan est¨¦tica como efectiva (el conocido champagne). Los ¨²ltimos fracasos forzaron el fichaje del experimentado m¨¢nager del Toulouse, con el que gan¨® cuatro Champions europeas y nueve veces el Top14 en Francia en menos de dos d¨¦cadas. El ¨²ltimo eslab¨®n que quedaba con el mejor rugby galo del pasado glorioso es esta especie de Vicente Del Bosque del oval, que habita al otro lado de los Pirineos. Nov¨¨s no ha querido dar la espalda a su pa¨ªs pese a que en Toulouse era una divinidad. Como Eddie Jones con Inglaterra, Guy espera regenerar m¨¢s pronto que tarde a una potencia francesa en ruinas. El destino ha querido que se crucen en el ¨²ltimo partido del torneo, en el Stade de France... Y no descarten que con el t¨ªtulo en juego. Ser¨ªa grandioso para ambos, y especialmente para los melanc¨®licos del rugby en el viejo continente. El Canal vuelve a ser el epicentro.