Peyton Manning ahora es un aliado de lujo en Denver
Las cr¨ªticas, muchas sin raz¨®n, contra el QB de Denver tienen como origen el deseo de ver al Peyton Manning que cautiv¨® con su brazo de 1998 a 2013.
Afirmar que los Broncos de Denver est¨¢n en el S¨²per Taz¨®n 50 a pesar de Peyton Manning es simplemente un se?alamiento descabellado y miope.
Tanto se ha exaltado la inteligencia de Manning durante sus 18 a?os de carrera en la NFL, que realmente es injusto no darle el m¨¦rito que merece a un pasador de su talla por lo que colectivamente lograron los Broncos al ganar el t¨ªtulo de la AFC.
Parece que varios cr¨ªticos del ¡°Manning Versi¨®n 2015¡± viven del recuerdo de lo que este quarterback fue hasta el final de la temporada 2014 y a?oran la espectacularidad con la que sol¨ªa dirigir a sus ataques, sin tomar en cuenta que ha aceptado desempe?ar un papel mucho m¨¢s modesto en relaci¨®n a sus antiguos h¨¢bitos.
Lo que Manning ha aprendido las ¨²ltimas tres semanas es a ser un administrador de su sistema ofensivo, a obedecer y confiar m¨¢s en las ¨®rdenes que llegan desde la banca y a guiar a su ofensiva con m¨¢s uso de la paciencia y liderazgo que con acciones espectaculares.
El Manning que volvi¨® a la titularidad para los Playoffs tras recuperarse de su lesi¨®n en el pie es, incluso, una amenaza corriendo con el bal¨®n, aspecto que antes era imposible considerar. Es m¨¢s, Manning ha empleado en dos juegos m¨¢s roll outs que en toda su carrera.
No quiero decir que Manning se convirti¨® en un Russell Wilson o un Randall Cunningham, pero, en relaci¨®n a su estilo netamente pasador, que Manning corra es un mensaje claro de que el liderazgo del quarterback est¨¢ en el nivel m¨¢s alto de su carrera y sus compa?eros en Denver lo han reconocido as¨ª.
A diferencia de los primeros juegos de la temporada, Manning ha dejado de forzar las acciones, de intentar jugar al nivel al que nos acostumbr¨® por muchos a?os y as¨ª ha logrado sacudirse la presi¨®n extra que ¨¦l mismo se impon¨ªa.
El Manning actual es m¨¢s dependiente de su l¨ªnea ofensiva, de su ataque terrestre y del desempe?o de la mejor defensiva que ha tenido en su carrera. A¨²n as¨ª, nos mostr¨® en el duelo ante los Patriotas que a¨²n es capaz de marcar la pauta.
Manning puso arriba a Denver en su primer ataque con una serie ofensiva variada, lanz¨® dos pases de touchdown a Owen Daniels sin forzar los env¨ªos y el segundo con un toque como de anta?o, pero lo m¨¢s importante, en ning¨²n momento puso en riesgo la victoria de los Broncos.
Si el encuentro termin¨® con dos puntos de diferencia en el marcador fue porque Stephen Gostkowski fall¨® un intento de punto extra clave y porque, pese a su dominio, la defensiva de Denver pudo aplacar a Brady hasta la ¨²ltima jugada del partido.
Al final, la defensiva de los Broncos hizo lo que se esperaba de ella. Su trabajo toma realce por hacerlo ante otra leyenda como Brady.
Pero, en lo que respecta a Manning, en ning¨²n momento el n¨²mero 18 de Denver demostr¨® ser el peor enemigo de los Broncos como varios se empe?an en etiquetarlo. Al contrario, al aceptar un nuevo rol en la ofensiva de Denver, Manning se ha convertido en el mejor aliado que los Broncos pudieron encontrar.
AHORA S?. CAROLINA JUEGA UN PARTIDO COMPLETO
Lo que Carolina hizo ante Arizona es lo ¨²nico que desde hace varias semanas se ha pedido en este espacio a las Panteras: liquidar al rival.
La forma en que Cam Newton y su ataque lograron en conjunto con la defensiva encabezada por Luke Kuechly result¨® sorprendente por la forma en que finiquitaron a un equipo que, l¨ªnea por l¨ªnea, era superior.
Perder ventajas de dos d¨ªgitos en el marcador parece que se convirti¨® en un h¨¢bito para las Panteras, que terminaron con el Jes¨²s en la boca en cuatro ocasiones, incluida la victoria ante Seattle en la Ronda Divisional.
Estoy seguro que la victoria redonda sobre los Cardenales les ha dejado un sabor de boca mucho m¨¢s dulce y duradero a los aficionados de las Panteras del que les dej¨® victorias apuradas ante Indian¨¢polis, Green Bay, Gigantes y Halcones Marinos.
Nadie dudaba de la capacidad de Newton y su ofensiva de poner varios puntos en la primera mitad. La duda radicaba en si su defensiva era capaz de sostener la ventaja y su ataque de noquear.
Y PARA TERMINAR¡
Las Panteras de Carolina son el octavo equipo que gana un t¨ªtulo de conferencia por 30 o m¨¢s puntos de diferencia, pero de los siete anteriores, s¨®lo dos han ganado el S¨²per Taz¨®n.