Las luces de Wrigley Field, m¨ªtico hogar de Chicago Cubs
El acogedor hogar de los Cachorros fue el ¨²ltimo estadio de la Major League Baseball en incorporar la iluminaci¨®n artificial y marc¨® un antes y un despu¨¦s.
El hecho de que estos d¨ªas pr¨¢cticamente todas las ciudades est¨¦n trufadas de luces navide?as, nos trae a la memoria la incorporaci¨®n de los focos de iluminaci¨®n a Wrigley Field, el segundo estadio m¨¢s antiguo de la MLB despu¨¦s del m¨ªtico Fenway Park.
A primeros de los a?os ochenta se present¨® una moci¨®n para iluminar el hogar de los Cubs y as¨ª poder disfrutar de partidos nocturnos. Como ocurre siempre que se propone algo, se originaron dos bandos, los que quer¨ªan incorporar focos y as¨ª igualarse tecnol¨®gicamente a todos los campos de la MLB y los que quer¨ªan mantener la tradici¨®n y la esencia del a?ejo campo. Aunque la propuesta se llev¨® a cabo en 1982, hay que tener en cuenta que en 1942 ya se iba a instalar la iluminaci¨®n, pero el bombardeo japon¨¦s a Pearl Harbour provoc¨® que Phil Wrigley donara los focos para la guerra.
En esta tesitura se movieron m¨¢s ¨¢giles los defensores de la tradici¨®n y lograron que se aprobara una ley que prohib¨ªa los partidos por la noche con la excepci¨®n de Cominskey Park, hogar de los Chicago White Sox, cuyos focos datan de 1939.
La oficina del comisionado de la MLB, ante este panorama, determin¨® que si los Cubs llegaban a las Series Mundiales deber¨ªan jugar sus partidos en un feudo ajeno al suyo. Esta declaraci¨®n fue la gota que colm¨® el vaso de Dallas Green, gerente de los Cubbies y hombre que propuso la iluminaci¨®n del campo, que afirm¨®: ¡°si no hay luz en Wrigley Field, no habr¨¢ Wrigley Field¡±. Finalmente una resoluci¨®n municipal dio luz verde a la posibilidad de disputar partidos nocturnos.
El camino que comenz¨® el 2 de mayo de 1930 en Des Moines, donde se disput¨® el primer partido con luz artificial y que continu¨® en Cincinnati en 1935, donde 25.000 espectadores vieron el partido de las grandes ligas con luz encendida simb¨®licamente por el presidente Franklin D, Roosevelt, llegaba a su fin.
El 8 de agosto de 1988, es decir, el 8/8/88 d¨ªa que los Phillies visitaban a los Cubs, fue el d¨ªa se?alado para estrenar los focos de la cueva de los Cachorros. Harry Grossman, seguidor de los Cubs de 91 a?os de edad, fue el se?alado para pulsar el bot¨®n que encendi¨® las luces a las 6:05 de la tarde. Pero en lo que para muchos es otra prueba de que los Cubs est¨¢n malditos, mediada la cuarta entrada se abrieron los cielos con una tormenta que provoc¨®, despu¨¦s de m¨¢s de dos horas de insoportable aguacero, la suspensi¨®n del partido. Al d¨ªa siguiente, el editorial del Chicago Tribune se titulaba: ¡°Parece que hay alguien arriba que se toma el b¨¦isbol diurno muy en serio¡±
El 9 de agosto, los Mets estaban en la ciudad y el primer partido nocturno de los Cubs en casa termin¨® con victoria de los de Chicago por 6 a 4.
Los aficionados de los Cubs llevan m¨¢s de un siglo esperando que despu¨¦s del ¨²ltimo partido del a?o, ondee la bandera blanca con la gran W azul, iluminada por todos los focos, que indique que son los campeones de las Series Mundiales.