El peor contrato de la historia de la Major League Baseball

El 11 de diciembre de 2000 se puede calificar como un d¨ªa infame para la historia del b¨¦isbol. Los Texas Rangers firmaban al agente libre Alex Rodr¨ªguez por $252 millones y 10 a?os, superando en $100 millones la siguiente puja m¨¢s alta de otro equipo de la MLB.

El c¨®ctel fue el perfecto. Un jugador cegado por la avaricia, un agente reptil, Scott Boras, y un propietario que no le cab¨ªa el ego en s¨ª mismo, Tom Hicks, que ha ido por la vida como el tejano de Los Simpson destrozando m¨¢s que arreglando organizaciones deportivas (Corinthians, Dallas Stars, Texas Rangers y Liverpool FC)

La dimensi¨®n de las cifras mare¨® a m¨¢s de uno. Hoy en d¨ªa en la MLB se han firmado contratos en torno a esos n¨²meros. De hecho el contrato de Giancarlo Stanton con los Marlins y el del propio A-Rod con los Yankees est¨¢n por encima de este. Pero hace quince a?os aquel contrato supon¨ªa el doble del anterior m¨¢s valorado, 6 a?os y $126 millones de Kevin Garnett con los Minnesota Timberwolves.

Redefini¨® por completo la historia de los contratos deportivos pero, sobre todo, fue un shock para el b¨¦isbol que entr¨® en una espiral inflacional dif¨ªcil de parar. Suponer el doble que el anterior contrato deportivo m¨¢s alto y superar en $100 millones a la siguiente puja por el jugador era m¨¢s propio de una acci¨®n sin cabeza, innecesaria y ¡°alarmante¡± tal como declararon muchos cr¨ªticos. Sandy Alderson, por entonces ejecutivo de la MLB, dijo esto:

¡°Estoy estupefacto por los n¨²meros. Est¨¢n m¨¢s all¨¢ de lo alarmante...claramente estamos en una situaci¨®n de crisis.¡±

La crisis era poner al b¨¦isbol profesional en una tesitura de mayor disparidad, pues como sabemos en la MLB no hay tope salarial (aunque s¨ª un impuesto de lujo). Una situaci¨®n que con el paso de los a?os no se ha resuelto, las diferencias entre los equipos en los presupuestos salariales pueden ser enormes, pero que afortunadamente no se ha plasmado en los resultados deportivos.

La infamia de Hicks tuvo sus consecuencias m¨¢s directas sobre la franquicia que pose¨ªa. Dejaba a la organizaci¨®n con $81 millones restantes a emplear en salarios de 15 jugadores y aquello repercuti¨® de forma directa en el rendimiento del equipo. Texas no gan¨® m¨¢s de 73 partidos y siempre fue ¨²ltimo de la AL Oeste los tres a?os que Alex Rodr¨ªguez jug¨® en Arlington, pese a que el neoyorquino dominara el bateo de la American League. Por hacer una comparaci¨®n, las tres temporadas anteriores los Rangers promediaron 85 triunfos ganando su divisi¨®n en 1998 y 1999, y en los tres a?os pos-Rodr¨ªguez 83 victorias. Es decir, aquel contrato fue una terrible decisi¨®n deportiva.

Pero tambi¨¦n financiera. La asistencia al estadio apenas se not¨®, de hecho baj¨® en 300.000 espectadores respecto a las tres temporadas anteriores y los tres a?os siguientes apenas subi¨® 50.000 espectadores en el parque de b¨¦isbol de Arlington. Sin olvidar que los Rangers se tuvieron tragar $67 millones de ese contrato cuando traspasaron a A-Rod a los New York Yankees solo tres a?os despu¨¦s de aquella firma, en lo que sigue siendo la mayor cantidad absorbida por un equipo en un trade. Y Hicks sigui¨® hundiendo a los Rangers unos a?os m¨¢s, teni¨¦ndolo que vender en 2010 tras declararlo en bancarrota.