Los sobrios Chiefs ense?an el camino a los j¨®venes Raiders

Durante tres cuartos largos de este partido entre los Oakland Raiders y los Kansas City Chiefs qued¨® claro que el nivel entre ambos rivales de divisi¨®n, que se tienen que ver las caras dos veces al a?o, est¨¢ lo suficientemente igualado como para que haya una pelea justa. Sin embargo, en el ¨²ltimo cuarto qued¨® igual de claro que hay una caracter¨ªstica que define a los Chiefs y que no tienen los Raiders: la sobriedad, el saber que hay que hacer cosas diferentes en diferentes momentos del partido.

Eso es lo que dej¨® el marcador en el 34 a 20 final a favor de los de Kansas City. Al entrar en el periodo definitivo los de Oakland ganaban 20 a 14. Su p¨²blico estaba entusiasmado y metido hasta las trancas en el choque. Hab¨ªan sido ligeramente mejores y todo apuntaba a que pod¨ªan rematar a sus enemigos e igualarles en el r¨¦cord de cara a los ¨²ltimos cuatro partidos de pelea a cara de perro por los playoffs.

Pero la juventud y el talento, que les hab¨ªa llevado hasta ese punto, iba a ser su tumba.?

Derek Carr es un jugador magn¨ªfico. Y pinta a que va a ser algo a¨²n m¨¢s grande en el futuro. A poco que su desarrollo sea l¨®gico, que aprenda los mecanismos del oficio adem¨¢s de mantener (o mejorar) sus condiciones f¨ªsicas y mentales, ser¨¢ un fuera de serie. Durante todo el encuentro, como ha hecho varias veces este a?o, vivi¨® por encima de la l¨ªnea ofensiva que ten¨ªa delante. Presionado por el buen pass rush de los Chiefs (?buen? ?gran!) fue capaz de sacar chispazos de genialidad para que hasta una decena de sus receptores vieran llegar el bal¨®n a sus brazos.

Pero con el marcador a favor cometi¨® uno de esos errores de dejar¨¢ de cometer en no mucho tiempo. Rodeado de los jugadores de la l¨ªnea defensiva, viendo rojo por todos lados, forz¨® en exceso la jugada. No quiso aceptar el sack. No quiso irse al suelo. No quiso dar el down por finalizado. Y el bal¨®n, despu¨¦s de varios golpes, acab¨® en las manos de Mauga que, entre sorprendido y excitado, lo retorn¨® hasta la yarda dos. Dos jugadas despu¨¦s, TD de Jeremy Maclin.

Cairo Santos, como antes hab¨ªa hecho Janikowski, fall¨® un field goal de cortes¨ªa y todo qued¨® igualado. Bal¨®n de nuevo para Derek Carr que... bueno, decidi¨® jugar a la ruleta rusa de pasar siempre y en todo momento, en profundo a poder ser, con el riesgo que eso tiene. Uno de esos pases acab¨® en Marcus Peters, el sensacional CB rookie de los Chiefs, lo que llev¨® a un nuevo TD, tambi¨¦n de Maclin.

Olvidada por completo la carrera, a pesar de que el partido a¨²n estaba en distancia de ser ganado, los Raiders volvieron a jugar a todo o nada. Nada, otra vez. En este caso fue Tyvon Branch, viejo amigo de los de negro y plata, pues jug¨® para ellos, el que recuper¨® la posesi¨®n para Kansas City.

Tres intercepciones en el tercer cuarto. Tres de pura ansiedad, de querer ganar en cada pase, de ser los m¨¢s grandes y ¨¦picos. Tres errores, pues, de pura juventud.

Justo lo contrario que los Chiefs, que piano, piano, sin ponerse nerviosos en ning¨²n momento, centrados en su plan y en su ejecuci¨®n, fueron dejando que el partido acabase, por pura gravedad y sobriedad, llegando a su orilla mansamente. Y eso que lo pasaron mal, ellos tambi¨¦n, con el pass rush de los Raiders. Lo que no hizo Alex Smith fue forzar la m¨¢quina ni tratar de lograr imposibles. No, ese no es el juego de este equipo.

Y por eso, quiz¨¢s con algo menos de talento que sus vecinos de divisi¨®n, est¨¢n colocados en puestos de playoff. Los Raiders llegar¨¢n, muy probablemente. Se les pasar¨¢ el acn¨¦ y tambi¨¦n ser¨¢n serios y tranquilos cuando haya que serlo. Pero ese momento no es ahora.?