Cincinnati Bengals 31 ¨C St Louis Rams 7
La defensa de los Bengals se suma al festival ante los Rams
Nick Foles sufri¨® tres intercepciones, una de ellas devuelta para touchdowns, y Todd Gurley qued¨® anulado en la paliza de los Bengals a los Rams.

Hace dos semanas que termin¨® la temporada de setas. En cuanto llegaron las heladas nocturnas se terminaron las delicias con sombrero. Pero justo en ese mismo momento las defensas empezaron a brotar en la NFL como si fueran hongos. Primero de forma aislada. Un d¨ªa fue la de los Seahawks, otro la de los Texans¡
El football es un suced¨¢neo en agosto y un quiero y no puedo en septiembre. Hay que esperar a Acci¨®n de Gracias para ver football de verdad. En su m¨¢xima expresi¨®n. Con esos partidos que se contemplan casi enteros de pie, inclinado delante de la pantalla, con cara perenne de incredulidad ante los prodigios que se suceden ante nuestros ojos. Y uno de esos prodigios ha sido ver c¨®mo la defensa de los Bengals, que hasta ahora acompa?aba pero no mandaba, fallaba placajes y se desajustaba m¨¢s de lo debido, cumpl¨ªa pero no encantaba; de repente, en el mejor momento posible, se ha convertido en un rodillo.
Geno Atkins, Carlos Dunlap, Vontaze Burfict, Dre Kirkpatrick¡ Todos han entrado en resonancia a la vez en un baile letal con un secreto que suele ser heraldo de ¨¦xitos futuros: la l¨ªnea es capaz de meter tanta presi¨®n que los tres linebackers quedan librados casi siempre para hacer diabluras, ayudar donde hace falta y anticiparse a cualquier enga?o.
Y a eso hay que a?adirle un ataque explosivo e imprevisible. Que cuando no se embolinga con demasiadas jugadas de enga?o y las usa con cuentagotas, limit¨¢ndose a volver loca a la defensa con la alternancia de pases y carreras de todos los tipos, marcas y colores, simplemente se vuelve imparable.
Vale, es verdad, enfrente estaban unos Rams en los que Foles, gordo como Papa Noel, reparte regalos a todos los ni?os que ve sobre el emparrillado, sobre todo si son del equipo contrario. Pero tambi¨¦n ten¨ªan enfrente a un Gurley que hasta ahora casi siempre hab¨ªa marcado diferencias y que si viaj¨® a Cincinnati debi¨® hacerlo de inc¨®gnito.
Los Bengals montaron un muro frente al corredor para obligar a Foles a pasar. Y el quarterback de los Rams demostr¨® por qu¨¦ tiene desquiciado a su entrenador. Completaba con desidia cuando menos importaba y se quedaba sin recursos cuando m¨¢s falta hac¨ªa, mientras Geno Atkins se lo com¨ªa con patatas y le mostraba el rostro de la muerte un snap tras otro. Hasta el punto que la mejor jugada de los Rams en todo el choque fue un snap directo a Gurley, que le daba el bal¨®n a Austin para que corriera para60 yardas. La suma de todas las dem¨¢s carreras juntas de los Rams en el partido no alcanza esa cifra. El propio Austin, dos jugadas despu¨¦s, anot¨® el ¨²nico touchdown de su equipo en todo el partido.
Mientras Foles lanzaba intercepciones, tres en todo el partido que pudieron ser m¨¢s, una de ellas devuelta para touchdown por Leon Hall, la maquinaria ofensiva de los Bengals volv¨ªa, un domingo m¨¢s, a funcionar como un rodillo con las mismas armas de siempre. Dalton lanzaba tres pases de touchdown, dos a Green y uno a Eifert, mientras la secundaria de los Rams se convert¨ªa en un chiste, incapaz de tapar todos los frentes abiertos. Bernard sal¨ªa desde el backfield para dar soluciones f¨¢ciles a su pasador y conseguir muchas yardas despu¨¦s con su habilidad. Jeremy Hill destrozaba con sus carreras el habitualmente s¨®lido front seven de los Rams, aunque tuvo que abandonar el choque antes del final por una lesi¨®n en el tobillo que no pareci¨® grave pero de la que estaremos pendientes.
En realidad, el partido lleg¨® resuelto al descanso, con los Bengals mandando 17-7 casi sin despertarse. Pero independientemente del resultado final, y de la fragilidad de unos desquiciados Rams que ahora mismo parecen jugar sin gui¨®n, la noticia del partido es que los Bengals ya juegan un football total tanto en ataque como en defensa, y llegan a diciembre dando la sensaci¨®n de que no tienen ni un solo punto d¨¦bil.
Este a?o, al menos por ahora, nadie podr¨¢ acusar a Marvin Lewis de no saber plantear partidos, ni ajustar o rectificar a tiempo. La llegada de Hue Jackson parece aportar genialidad en los puntos d¨¦biles del head coach. Y tampoco parece que Dalton sea el eslab¨®n d¨¦bil. Pese a una intercepci¨®n que recuerda viejos tiempos, durante todo el partido volvi¨® a mostrarse m¨¢s que seguro, brillante y resolutivo. Un quarterback perfecto para una m¨¢quina bien engrasada.
Un domingo m¨¢s, ver jugar a los Bengals fue uno de los grandes placeres de la temporada 2015 de la NFL.