Un field goal de Tucker da un ag¨®nico triunfo a Baltimore
En un encuentro lleno de errores de todos los tipos y todos los colores, los Ravens ganan in extremis y empeoran las opciones de playoffs de St. Louis.

Si un aficionado a la NFL est¨¢ interesado en saber cu¨¢l es el abanico de penalizaciones que hay en el manual de los ¨¢rbitros, le recomendamos que se pase por la primera mitad del partido entre los Baltimore Ravens y St. Louis Rams y que se centran especialmente en los primeros.
Es la ¨²nica manera de explicar c¨®mo un equipo que no s¨®lo ha pasado mejor, ha corrido mejor y se ha mostrado m¨¢s fluido en el juego s¨®lo pueda haber sumado un triste FG de Yates pero que se vio perjudicado por el brazo roto de Justin Forsett. Bueno, las 107 yardas de penalizaci¨®n en seis pa?uelos amarillos y la notable defensa de los Rams que han limitado los da?os a ese field goal m¨¢s all¨¢ del fallado desde el contiguo estado del Distrito de Columbia (51 yardas).
Ni siquiera se puede decir que Todd Gurley haya estado supremo pero la verdad es que ha encontrado el hueco desde la yarda uno y mejor no hablemos de Keenum, que ha tenido la friolera de 31 yardas en 10 pases intentados, con tres completos en la primera parte.
Los dos equipos sumaron once first downs and 212 yardas al descanso entre los dos. Carolina, por si misma, ten¨ªa 19 y 239 yardas en su encuentro contra Washington. As¨ª, en fr¨ªo.
Uno podr¨ªa pensar que el espanto de la primera mitad habr¨ªa acabado justo en el vestuario. ?Craso error! Los dos equipos parec¨ªan decididos a que las imprecisiones se convirtiesen en la t¨®nica del choque. En lugar de las innumerables penalizaciones que lastraron la primera mitad, ahora ten¨ªamos p¨¦rdidas de bal¨®n. Distintos platos pero mismo men¨².
Con un quarterback que se tir¨® m¨¢s de un cuarto sin ser capaz de completar un pase (Keenum), los Rams son capaces de anotar otro touchdown a trav¨¦s de Lance Kendricks, que fue capaz de aprovechar una intercepci¨®n previa de Joe Flacco. Los fallos no se limitar¨ªan ah¨ª ya que el kicker de los Rams falla el extra point para que tuvi¨¦ramos un poco de todo en el M&T Bank Stadium. 13-3 en el marcador.
Incapaces de generar algo de dinamismo en el juego entre tanto punt, penalizaciones y p¨¦rdidas de bal¨®n, ni siquiera la figura de Todd Gurley pudo ser el salvavidas de los Rams. Un fumble del running back, unido a la milagrosa capacidad de los Ravens de completar un tercer down, nos trae un field goal que pone el 13-6 tras una recepci¨®n de 46 yardas de Gilmore.
Se notaba el run run, el cambio en la t¨®nica del partido. Incapaces de pasar o correr, los Rams vuelven a ser detenidos y los Ravens son capaces de empatar el partido con un touchdown de Flacco a Kamar Aiken.
Pero lo mejor estaba por llegar.
Uni¨¦ndose a la infinita sinfon¨ªa de fallos del partido y con el reloj que no para de correr, llega el glorioso momento de fallar field goals. Sin negar la enorme dificultad de materializarlos, los dos kickers fallan desde 52 yardas (Zuerlein para los Rams) y 51 (por segunda vez en el partido para Tucker).
?Nos tocar¨¢ pr¨®rroga? ?No! ?Drama! ?Caos!
Otra p¨¦rdida de bal¨®n, esta vez un fumble que Upshaw le saca a Keenum, le da una nueva ocasi¨®n para redimirse al joven Justin Tucker que un d¨ªa antes celebraba sus 26 oto?os. Esta vez, desde 47 yardas, Tucker no falla cuando el tiempo se agota y le da un agonizante triunfo a los Ravens y empeoran significativamente las opciones de playoffs para unos Rams que parecen sonados a estas alturas de la campa?a.
Sin embargo, el triunfo de los Baltimore Ravens no deja de tener un sabor agridulce ya que a la ya conocida baja de Forsett, John Harbaugh anuncia en rueda de prensa que Joe Flacco se ha roto el ligamento cruzado anterior en los ¨²ltimos compases del encuentro y se pierde el resto de la campa?a. Duro golpe para alguien que nunca antes se hab¨ªa perdido un encuentro por lesi¨®n tras 122 partidos consecutivos. De veras ha habido a?os mejores y los Ravens pueden afirmarlo con rotundidad.