Los atentados de Par¨ªs hacen temer por la seguridad en R¨ªo
Brasil es un pa¨ªs con tan poca historia de terrorismo que hasta la presidenta descart¨® la posibilidad de un ataque y no han querido aprobar leyes que lo conviertan en delito. <ul> <li> - Peligra el amistoso B¨¦lgica-Portugal por los <a href="http://masdeporte.as.com/masdeporte/2016/03/22/polideportivo/1458637066_674574.html" title="Atentados en Bruselas">atentados en Bruselas</a>. </li> </ul>

Los atentados de la semana pasada en Par¨ªs han generado temores sobre los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro 2016 en Brasil, un pa¨ªs con tan poca historia de terrorismo que hasta la presidenta descart¨® la posibilidad de un ataque y por a?os los legisladores no han querido aprobar leyes que lo conviertan en delito.
Diplom¨¢ticos en Brasilia dicen que los Gobiernos occidentales est¨¢n preocupados por la seguridad de sus atletas y turistas en los Juegos, porque creen que las autoridades locales son complacientes y se toman demasiado en serio la hist¨®rica posici¨®n de Brasil como una naci¨®n no alineada y multicultural que no tiene enemigos.
La semana pasada, la presidenta Dilma Rousseff descart¨® la posibilidad de un incidente en Brasil como el ataque de Estado Isl¨¢mico a la capital francesa que dej¨® al menos 130 muertos. "Estamos muy lejos", dijo tras una cumbre en Turqu¨ªa.
Los expertos en seguridad dicen que muchos funcionarios brasile?os no se dan cuenta de la magnitud que los Juegos tienen para quien quiera realizar un ataque terrorista, ya sea a las sedes, infraestructura o los atletas y 500.000 turistas que se espera viajen para el evento.
"Brasil est¨¢ muy atrasado en la prevenci¨®n del terrorismo", dijo Fernando Brancoli, investigador de Oriente Medio y Seguridad en la Fundaci¨®n Getulio Vargas.
Pero las autoridades de Brasil, ansiosas por organizar la primera cita ol¨ªmpica en Am¨¦rica del Sur, dicen que los Juegos, que comenzar¨¢n el 5 de agosto, ser¨¢n seguros. Los funcionarios se?alan que el pa¨ªs est¨¢ acostumbrado a ser sede de grandes eventos, como sus multitudinarios carnavales.
"Hemos organizado otros grandes eventos sin problemas y los Juegos Ol¨ªmpicos ser¨¢n igual de exitosos", dijo el general Luiz Felipe Linhares, funcionario de la Armada encargado de los preparativos para los Juegos de R¨ªo de Janeiro.
Los organizadores est¨¢n usando Juegos anteriores como modelo, cooperando con servicios de inteligencia extranjeros y tratando de mejorar el esquema que se puso en pr¨¢ctica el a?o pasado para el Mundial de f¨²tbol. R¨ªo tendr¨¢ unas 85.000 personas velando por la seguridad, el doble que en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres 2012.
El Gobierno de Estados Unidos ha invitado a funcionarios de Brasil a aprender sobre la seguridad en grandes eventos, como el Super Bowl, y le ha dado informaci¨®n sobre c¨®mo manejar una crisis si se produce un ataque como el del Marat¨®n de Boston.
Imposible contrar todo
Pero la violencia y la seguridad no son cosas a las que R¨ªo de Janeiro est¨¦ ajena, ya que es una ciudad en la que los traficantes de drogas y las bandas armadas controlan las barriadas pobres.
La polic¨ªa, si es que est¨¢ presente, se ve superada en n¨²mero y en armamento. Muchas de las favelas est¨¢n cerca de sedes ol¨ªmpicas, playas populares y hoteles de lujo.
Un diplom¨¢tico europeo que lidia con temas de seguridad dijo bajo condici¨®n de anonimato que los preparativos para los Juegos se ven obstaculizados por la falta de coordinaci¨®n y las luchas de poder entre la polic¨ªa, el Ej¨¦rcito y la agencia de seguridad nacional, ABIN. Otros funcionarios extranjeros hablan de este tema, algo que los oficiales locales desestiman.
La polic¨ªa federal de Brasil, una fuerza muy respetada que incluye una unidad profesional de contraterrorismo, ha sido alabada por muchos gobiernos extranjeros por mejorar los controles migratorios en los ¨²ltimos a?os y ser m¨¢s agresiva contra los fugitivos internacionales.
Pero a¨²n as¨ª, es muy dif¨ªcil controlar los miles de kil¨®metros de fronteras de Brasil, buena parte de los cuales pasan por la densa selva amaz¨®nica. Adem¨¢s, el Congreso local aprob¨® el mes pasado una ley con la que el Gobierno le permitir¨¢ a ciudadanos de ciertos pa¨ªses ingresar a su territorio para los Juegos sin necesidad de una visa.
El jefe de las Fuerzas Armadas critic¨® la medida, al sostener que hace m¨¢s vulnerable al pa¨ªs. Pero el ministro de Turismo, Henrique Alves, dijo que la excepci¨®n solamente se aplicar¨¢ a pa¨ªses que fueron sede de los Juegos y no son vistos como riesgos para la seguridad o la inmigraci¨®n, como Estados Unidos, Canad¨¢, Australia y Jap¨®n.
Brasil est¨¢ a punto de poner fin a un obst¨¢culo de larga data en su relaci¨®n con Estados Unidos en materia de seguridad con la aprobaci¨®n de una ley para que el terrorismo sea un delito con un castigo de hasta 24 a?os en prisi¨®n.
Hasta hace poco, los partidos de centroizquierda que estuvieron en el poder no quer¨ªan definir al terrorismo como delito porque muchos pol¨ªticos, entre ellos Rousseff, participaron siendo j¨®venes de grupos guerrilleros a los que la dictadura militar que gobern¨® Brasil por dos d¨¦cadas catalogaba de terroristas.
Pero ahora quieren eliminar todo lo que impida extraditar a sospechosos de terrorismo o hacer del pa¨ªs un para¨ªso para los criminales que buscan refugio.
"Los ataques en Par¨ªs muestran que el terrorismo es un crimen cada vez m¨¢s transnacional", dijo el senador Aloysio Nunes, quien recientemente impuls¨® el proyecto de ley de terrorismo, respaldado por Rousseff, y espera la aprobaci¨®n en la C¨¢mara Baja.