La noche m¨¢s agridulce para Peyton Manning

Cuando finaliz¨® el primer cuarto, me sent¨ª mal por Peyton Manning. Jam¨¢s hab¨ªa visto un despliegue de football tan dantesco como el que Manning nos estaba brindando. Sab¨ªa que esa tarde noche iba a ser muy, muy larga para ¨¦l. Bati¨® el r¨¦cord hist¨®rico de yardas de pase (71.840) y al drive siguiente la afici¨®n lo abucheaba. Dicen que volvi¨® solo para batir dicho r¨¦cord, pero el domingo pasado no lo pas¨® bien, solo hab¨ªa que verle golpear el suelo con rabia tras un problema de comunicaci¨®n con Emmanuel Sanders o grit¨¢ndole a Owen Daniels. Estad¨ªsticamente, fue el primer QB con un rating de 0.0 desde 2007 (curiosamente, otro de los 10 QB en la historia con un rating de 0.0 en un partido fue Ryan Leaf, compa?ero de promoci¨®n) y tambi¨¦n ante los Chiefs. Peor a¨²n es el asunto si nos atenemos al AY/A (Adjusted Air Yards per Attempt), estad¨ªstica avanzada que indica que el partido de Manning fue el peor desde 1978. Menos mal que los Chiefs se dejaron caer varias intercepciones de las manos e incluso su pase completo m¨¢s largo fue una genialidad de Demaryus Thomas rob¨¢ndole una intercepci¨®n ya cantada a Marcus Peters. Aunque parezca mentira, incluso tuvo suerte por momentos.

Peyton es una figura polarizante. Es ese tipo que siempre aparenta ser la perfecci¨®n en todos los aspectos de su vida pero que de vez en cuando no puede evitar hablar despectivamente a su center o decir que el kicker de su equipo es un idiota. Para los que le adoran, es el m¨¢s grande. Para los que le "odian", es un choker que solo tiene una Super Bowl ante los Bears de Rex Grossman (otro del club del rating de 0.0, precisamente en esa misma temporada). Sea como fuere, tengo clara una cosa: los abucheos a Peyton Manning fueron injustos. O m¨¢s que injustos, dir¨ªa que desagradecidos. Amargos. Inoportunos. Evitables.

La mayor¨ªa de aficionados somos viscerales, con filias y fobias que la mayor¨ªa de las veces carecen de fundamento real y solo se gu¨ªan por el instinto o nuestros gustos. Incluso hasta buscamos sentirnos identificados con esos atletas a los que veneramos, en un vago intento de creer que no somos tan diferentes a ellos. En realidad, ello solo nos lleva a perder la objetividad y a enzarzarnos, con mucho orgullo, en discusiones absurdas entre personas que ni siquiera son objetivas. Pens¨¢ndolo bien, me cuesta encontrar a gente que admire de la misma manera a Tom Brady y a Peyton Manning. Es casi una cuesti¨®n de ideolog¨ªa, ser de izquierdas o derechas. Parece incompatible admirar a los dos de la misma manera, el ser humano necesita siempre tomar partido por algo y elegir un bando. Dos de los mejores Quarterbacks de la historia nos han dado una gran rivalidad, y, por ello, los dos tienen un nutrido p¨²blico de adoradores y tambi¨¦n de "haters". Tom Brady a¨²n no ha llegado a un punto tan duro como el que Manning ya ha vivido en sus carnes, pero ya el a?o pasado nos intentaron vender que estaba acabado tras su desafortunado show en el Arrowhead Stadium.

El pasado domingo, Peyton se convert¨ªa en el Quarterback con m¨¢s yardas de pase en la historia de la liga. Pi¨¦nselo bien. Es sencillamente una pasada, algo que solamente puede conseguir alguien realmente especial. Est¨¢ en los libros de historia, morir¨¢ y en el a?o 2100 le ver¨¢n en los r¨®tulos de la realizaci¨®n como aquel Quarterback que hace 85 a?os se convirti¨® en el jugador con m¨¢s yardas de pase en la historia. Por ello, un d¨ªa tan emblem¨¢tico merec¨ªa otra reacci¨®n que la de ser abucheado por su propio p¨²blico, e incluso aunque fuera el p¨²blico rival o el p¨²blico de Sri Lanka. El domingo fue un d¨ªa para perfecto para que sus fieles y sus detractores se unieran en reconocimiento a un tipo que es historia viva de este deporte. Solo por un d¨ªa, solo 24 horas. No era un d¨ªa para hacer le?a del ¨¢rbol ca¨ªdo. Fue injusto. Innecesario. Ya tendremos tiempo para que Clayton Kershaw caiga en Play Offs y digamos que se ha marcado un Peyton Manning. Ya tendremos tiempo para recordar los anillos que tiene Tom Brady. Ya tendremos tiempo para hacer un meme con su frente. Abuchear a Peyton Manning en el d¨ªa m¨¢s especial de su carrera, merecido tras 20 a?os de gloria, me pareci¨® equiparable a pitar un himno.

En la otra cara de la moneda, el tambi¨¦n ex de Tennessee, Eric Berry, demostr¨® que no solo ha podido batir al c¨¢ncer y volver a la pr¨¢ctica del football, si no que lo est¨¢ haciendo a un grand¨ªsimo nivel. Volvi¨® a ser ese jugador que se mueve por toda la defensa y que es capaz de jugar como linebacker interior en dime y posteriormente patrullar el back-seven como single-high safety en la jugada siguiente. Por primera vez desde hace mucho tiempo, pudimos verle en su salsa haciendo lo que m¨¢s le gusta: castigar cuerpos rivales con sus feroces golpes. Uno tras otro. Levantando en el aire a Emmanuel Sanders, recordando a uno de sus placajes en Tennessee donde logr¨® que el rival volara en el aire 360?. Andy Reid dijo al finalizar el partido que su juego volvi¨® cuando volvi¨® su pelo, as¨ª de simple. Ha vuelto y lo ha hecho para tomarlo donde lo dej¨®, concretamente siendo un jugador de ¨¦lite en su posici¨®n.