A pesar de todo, echaremos mucho de menos a Kaepernick
Pero yo no me quejo de que pierda una titularidad que no merece. Mi lamento viene porque es una decisi¨®n que ya debi¨® tomarse hace un a?o.

Prometo que lo he intentado. Con todas mis fuerzas. Desde el primer d¨ªa que vi jugar a Colin Kaepernick, aquel 11 de noviembre de 2012 contra los Rams, en un partido que curiosamente termin¨® en empate, me pareci¨® un jugador espantoso pero con ¨¢ngel.
Y ese ¨¢ngel, esa capacidad para salir de los atolladeros de forma brillant¨ªsima, me hizo dudar durante temporada y media. Si un tipo tiene ese desparpajo, y consigue mantenerlo en las duras y en las maduras, si tiene la genialidad para zanjar partidos con un pase imposible o una carrera improvisada, si juega un partido de playoff, o una Super Bowl, como quien se divierte con sus amigos en el parque, tal vez pueda sobrevivir hasta ser capaz de limar tantos y tan graves defectos.
Porque Colin Kaepernick jug¨® bien mientras estuvo bien rodeado y solo necesit¨® ser un pe¨®n m¨¢s. Capaz de sacarse de la manga momentos geniales que llenaban nuestra memoria y nos hac¨ªan olvidar unas limitaciones t¨¦cnicas y t¨¢cticas a las que no habr¨ªa sido capaz de sobreponerse casi nadie. Y cuando llegaron los problemas a San Francisco, y las peleas de egos entre un propietario caprichoso y un entrenador egoc¨¦ntrico, ¨¦l se convirti¨® en uno de los eslabones m¨¢s d¨¦biles.
En 2014 firm¨® su nuevo contrato y fue el principio del fin. Las cl¨¢usulas confirmaban que ni siquiera en su casa se fiaban de ¨¦l. 114 millones de d¨®lares con m¨¢s de 12 al firmar, y 61 garantizados con trampa, porque ese garantizado debe ser revisado cada 4 de enero, desaparece si el jugador es cortado, y depende de detalles como que Colin sea elegido al menos en el segundo equipo All-Pro, juegue el 80% del tiempo en temporada regular y postemporada, o los 49ers ganen el t¨ªtulo de conferencia. Incluso tiene penalizaciones por lesi¨®n.
Ah¨ª se le termin¨® la buena suerte a un tipo que hasta entonces hab¨ªa jugado dentro de un equipazo, con un sistema que potenciaba sus virtudes y escond¨ªa sus defectos, que no depend¨ªa de ¨¦l para ganar partidos, en el que se sinti¨® libre, se lo pas¨® bomba y segu¨ªa siendo como un ni?o jugando a lo que m¨¢s le gusta entre mayores. A partir del momento en que estamp¨® su firma, se convirti¨® en un adulto que hab¨ªa dejado de jugar por diversi¨®n, que empez¨® a pensar en clave econ¨®mica, dentro de un equipo en ebullici¨®n y cuyo vestuario se estaba hartando de sus ni?er¨ªas.
Ah¨ª se acab¨® Colin. En la jornada de descanso de la temporada 2014 ya era evidente que a sus 27 a?os no sab¨ªa leer, y que ya era demasiado tarde para aprender. A partir de noviembre solo brillaron con luz propia sus defectos. Nunca he logrado comprender que en ese momento no se tomara la decisi¨®n de venderlo, aprovechando la marcha de Harbaugh y que la franquicia deb¨ªa recomenzar de cero. Entonces todav¨ªa habr¨ªan encontrado alg¨²n incauto dispuesto a vender su alma al diablo, y regalar una ronda m¨¢s o menos alta del draft, en busca de una quimera.
Lo que entiendo menos todav¨ªa es que dentro de la casa, sabiendo las limitaciones de su quarterback titular, jugaran a la ruleta rusa fichando a un Blaine Gabbert que lleva a?os siendo un muerto viviente. Un jugador que, despu¨¦s de 28 partidos como titular en la NFL, necesita usar jugadas de entrenamiento para montar un v¨ªdeo de highlights medio decente.
Durante la pretemporada hubo analistas que afirmaron que Gabbert estaba ganado la batalla a Kaepernick por goleada. No quiero ni pensar lo que esos analistas vieron durante los training Camps, ni si esas im¨¢genes tendr¨¢n sobre ellos efectos secundaros irreparables. Analizar a ambos quarterbacks simult¨¢neamente no puede ser bueno para la salud mental.
Tonsula decidi¨® zanjar el tema, plantear un plan de juego de high school, d¨¢rselo a Kaepernick, y que fuera lo que Dios quiera. Pero por mucho que quisiera el cielo, Colin es lo que es. Y pasado hace tiempo su arre¨®n de felicidad ingenua, no alcanza los m¨ªnimos para jugar como quarterback titular en la NFL.
As¨ª que yo no me quejo de que pierda una titularidad que no merece. Mi lamento viene porque es una decisi¨®n que ya debi¨® tomarse hace un a?o. Entonces podr¨ªan haber timado a alg¨²n papanatas, y haber empezado a trabajar en un posible sustituto. Y creo que ahora la han tomado Jed York y Trent Baalke, salt¨¢ndose a la torera la opini¨®n del entrenador, y que, simplemente, lo esconden para intentar librarse de ¨¦l a precio de saldo en unos meses, mientras aseguran que Gabbert les dejar¨¢ en bandeja de plata el n¨²mero 1 del pr¨®ximo draft.
Lo peor de todo, es que Colin molaba. Con sus cosas, sus incompetencias y su analfabetismo. Pero le echaremos de menos.