Superh¨¦roes, Hemingway y las Series Mundiales de la MLB
La gran final del b¨¦isbol, que va a enfrentar a New York Mets y Kansas City Royals, nos ofrece una perspectiva diferente del pasatiempo nacional.
?Extra! ?Extra! ?El Cl¨¢sico de Oto?o ya est¨¢ aqu¨ª! Grita un ni?o con un fajo de peri¨®dicos sujetados con el brazo. Y es que, tras 162 partidos de liga regular y una postemporada que ha sido de todo menos aburrida, ya tenemos a los dos contendientes que van disputar las Series Mundiales.
En un rinc¨®n tenemos a los chicos de Queens. Los New York Mets parecen la fusi¨®n de Marvel y DC comics ya que en sus filas tienen tal concentraci¨®n de superh¨¦roes que podr¨ªan hacerse llamar los nuevos Vengadores. Echando un vistazo a la plantilla neoyorquina vemos que cuentan con Noah Syndergaard, m¨¢s conocido como Thor, porque adem¨¢s de su apariencia, su brazo recuerda al martillo del dios n¨®rdico. Tambi¨¦n podemos observar al caballero oscuro. Matt Harvey ha hecho de la loma del Citi Field su Batcueva y quiere redondear su temporada, a pesar de alguna que otra pol¨¦mica est¨¦ril sobre el n¨²mero de entradas a lanzar, con el anillo de campe¨®n. Otro hombre que ha demostrado superpoderes en octubre ha sido el tercera base Daniel Murphy, que se ha puesto la capa de Superman y ha enlazado seis partidos seguidos mandando la bola a la grada.
Y, por supuesto, hay que hablar de David Wright. El Capit¨¢n Am¨¦rica es el alma y comandante en jefe de este equipo. En los tiempos de tratados de libre comercio en los que pr¨¢cticamente todos somos tratados como mercanc¨ªa, Wright ha demostrado una fidelidad al naranja y azul anacr¨®nica, m¨¢s propia de otra ¨¦poca. Los once a?os que lleva de sinsabores con los metropolitanos se pueden ver recompensados con un t¨ªtulo que, si no lo es ya, le colocar¨ªa como uno de los mitos de la historia de la franquicia.
Adem¨¢s, conviene no olvidar a gente como deGrom, que ha sido como Ironman para Dodgers y Cubs, o al venezolano Wilmer Flores, cuyas l¨¢grimas ante los rumores de su traspaso conmovieron a la afici¨®n.
En la otra esquina los Kansas City Royals. La final por el bander¨ªn la Liga Americana ha sido disputada en dos ciudades con un denominador com¨²n, Ernest Hemingway. El Premio Nobel tuvo su primer trabajo en el Kansas City Star y posteriormente desarrollo su talento en el Toronto Star.
Los Royals son los reyes del llamado small ball, ese juego basado en sacar peque?os beneficios de cada jugada que al final de partido se convierten en una diferencia insalvable. Los de Missouri llegan a su segunda serie mundial consecutiva y no quieren que les ocurra como a los Rangers al comienzo de esta d¨¦cada. Para evitar ese dudoso honor, han reforzado el cuerpo de lanzadores, la parte que les cost¨® el t¨ªtulo la temporada pasada. Los Johnny Cueto y Yordano Ventura les han dado una solidez que les ha llevado a tocar el t¨ªtulo con los dedos.
En Kansas quieren escribir una novela, a la altura de El Viejo y Mar, que durar¨¢ como m¨ªnimo cuatro cap¨ªtulos y como mucho siete en la que conquisten el campeonato y las campanas doblan por ellos en su honor. No hay duda alguna que en caso de que lo logren, Kansas City ser¨¢ una fiesta.
Estas Series Mundiales son tambi¨¦n un enfrentamiento entre dos estilos de vida. Por un lado un equipo de la urbe m¨¢s beisbolera del mundo, hogar de la franquicia m¨¢s famosa del globo. Unos Mets que, para alegr¨ªa de Jerry Seinfield y Jon Stewart, este a?o han abandonado su etiqueta de perdedores. Por otra parte, una franquicia del medio oeste donde el b¨¦isbol es mucho m¨¢s que un juego, es casi una religi¨®n.
El ni?o que voceaba ha vendido todos los peri¨®dicos y es que ha llegado el momento m¨¢s esperado del a?o, las Series Mundiales.