Johnny Manziel es una estrella y como tal hay que tratarle
Johnny Manziel. Johnny Football. Hablamos de una estrella. Que su apellido es el nombre del deporte que juega. ?Lo pill¨¢is? Es tan bueno que hay que llamarle as¨ª porque el football es ¨¦l. Hay que hablar de ¨¦l, porque es lo que hace todo el mundo, y yo no me arrugo ante los grandes retos.
A ver, con sinceridad: ?para que vemos deporte? Puede que en alg¨²n caso, friki de solemnidad, se diga que es por disfrutar de los complejos mecanismos de confrontaci¨®n f¨ªsica, t¨¢ctica, estrat¨¦gica e incluso econ¨®mica de la sociedad actual y del ser humano como agente de competitividad extrema (de ah¨ª que sea el amo de la vida en el planeta tierra, donde todo surge por competitividad y la ley del m¨¢s fuerte). Pero, en general, el p¨²blico mayoritario s¨®lo quiere que gane su equipo y ver estrellas e historias que le diviertan. Entre esas, para los del football, est¨¢ Johnny Football.
Iba a decir en la NFL, pero ah¨ª no tanto. Al menos a¨²n. En la NCAA s¨ª que era el absoluto rey del mabo. Chulo. Gastizo. Tramposo. Borrach¨ªn, Pendenciero. Mujeriego. Que talento tan grande para pegar a la gente a sus asientos.
El caso es que toda liga necesita personajes, y este hombre (?ni?o?) lo es sin duda. Vamos al ejemplo concreto de lo que sucedi¨® ayer, cuando su equipo (mirad lo que digo, su equipo) gan¨® el partido que les enfrentaba a los Tennessee Titans.
?Qu¨¦ sacamos en claro del duelo?
Lo primero de todo es que, como insistimos antes del inicio, que se med¨ªa a Marcus Mariota. Como ¨¦l, Heisman trophy (mejor jugador del a?o) en la universidad. Como ¨¦l, gran estrella colegial. Como ¨¦l, QB... as¨ª que eso de enfrentarse como que no, pues no se ven en el campo en ning¨²n momento.
Lo segundo es que su equipo gan¨®, ergo fue gracias a ¨¦l. Ni se discute este extremo. Es as¨ª y punto. Le peg¨® varios pases a Travis Benjamin de tirarse uno las palomitas y la cerveza por encima.
Tercero, que su coordinador ofensivo, John DeFilippo nos dio la historia de la jornada. Se ve que Manziel no se ci?e mucho a las jugadas que le marcan. En uno de los colapsos del pocket, a los que es tan aficionado y que tanto provoca con su baile de San Vito tras la l¨ªnea de scrimmage, pas¨® de lo ordenado y puso el bal¨®n en el otro extremo del campo. Touch Down. Se hizo el silencio en los auriculares de los entrenadores y DeFilippo dijo: "obviamente, el trabajo de entrenador est¨¢ sobrevalorado".
Y cuarto, lo mejor de todo, que un c¨¦lebre periodista de la ESPN, Merril Hoge, se comi¨® sus palabras. Hoge lleva desde el draft de 2014 diciendo que Manziel no vale. No sirve. Tanto, que el propio Johnny dijo el otro d¨ªa que el periodista deber¨ªa preocuparse m¨¢s por el nudo de sus corbatas, por las que es c¨¦lebre, que por su juego. ?Y que hizo Hoge tras el partidazo, partidazo, partidazo del se?or Football? Ponerse una corbata naranja en honor a los Browns y decir que estaba equivocado, que el chico se hab¨ªa ganado la titularidad. Arrepentidos los quieren en el cielo.
No, claro, si ahora todav¨ªa querr¨¦is que diga que s¨®lo complet¨® ocho de sus pases, que muchos de ellos fueron locuras rifadas de a saber donde acaba el mel¨®n y que este equipo se fundamenta en una tremenda l¨ªnea ofensiva y sus opciones en la temporada pasan porque la defensa mantenga constante su presi¨®n y categor¨ªa. ?Hablar de football sin poner el Johnny delante? Hombre, por Dios, pero mira que sois ordinarios.