El mayor espect¨¢culo de la MLB se juega en Texas
No puedo negar que es una delicia ver una serie que alcanza una enorme importancia en el mundo de la MLB y que est¨¦ disput¨¢ndose en el estado de Texas, ¨¢rea de total dominio del mundo del f¨²tbol americano que, al menos por un peque?o per¨ªodo de tiempo, deja un poco de lado su supremac¨ªa en favor del pasatiempo nacional americano.
Y los protagonistas no son otros sino los Houston Astros y los Texas Rangers, rivales estatales pero que, sin embargo, llevan ¨²nicamente tres a?os midiendo sus fuerzas en la Divisi¨®n Oeste de la Liga Americana una vez que realiz¨® el (ansiado) realineamiento de ambas ligas, cada una de ellas con quince equipos.
La introducci¨®n de las jornadas de interliga, esos duelos entre rivales de la misma divisi¨®n pero que pertenec¨ªan a ligas distintas, nos ofrecieron enfrentamientos que ten¨ªan su inter¨¦s como los de la Gran Manzana entre Yankees y Mets, los de la Ciudad del Viento entre Cubs y White Sox y otros creados espec¨ªficamente para fomentar la rivalidad de equipos del mismo estado.
Aunque nadie puede negar que ese invento fue un enorme acierto del anterior comisionado, Bud Selig, y que hab¨ªa cierta electricidad en el ambiente de bastantes de esos duelos, los emparejamientos entre Astros y Rangers no han deparado situaciones especialmente atractivas por culpa de uno u otro e incluso por parte de los dos.
Pero todo ha cambiado en 2015.
En una temporada en lo que lo impensable no estaba absolutamente escrito en las estrellas, lo incre¨ªble ha terminado ocurriendo en la Divisi¨®n Oeste de la Liga Americana y es que tras la desastrosa campa?a cosechada por los Seattle Mariners, uno de los equipos que m¨¢s contaba en las quinielas para llegar a los playoffs, y por los Angels de Mike Trout, que por incomparecencia y tras un horrible mes de agosto se han borrado del mapa, los ¨²nicos que han quedado en pie han sido Astros y Rangers.
Y se trata de una carrera que, en realidad, nunca se tendr¨ªa que haber realizado ya que los Astros, una de las mayores sorpresas de la campa?a, gozaban de una ventaja de 7.5 partidos sobre los Rangers cuando se formaliz¨® el traspaso de Cole Hamels procedente de Philadelphia Phillies.
Los de Fort Worth buscaban reforzar una rotaci¨®n que sufri¨® un serio varapalo en el spring training cuando se lesion¨® su pitcher estrella, Yu Darvish, y se confirm¨® que se perd¨ªa todo el 2015. Pero como tantas y tantas veces ocurre, determinadas situaciones terminan arregl¨¢ndose por si mismas y los Rangers han sacado fuerzas de flaqueza para imponerse a la adversidad y terminar dando la gran sorpresa.
A ello ha contribuido de forma importante los Astros y es que el tramo final de la temporada se les est¨¢ haciendo enormemente largo y su renta de 7.5 partidos se ha visto reducida a medio partido con tres encuentros por delante todav¨ªa en la serie que se est¨¢ disputando en el Globe Life Park de Arlington.
Lo m¨¢s grave es que la confianza de los Astros liderados por el fant¨¢stico Carlos Correa, el mejor rookie del a?o en la Americana, se est¨¢ viniendo abajo a marchas forzadas y son casi tres semanas las que han transcurrido desde que los chicos de A.J. Hinch ganaron dos partidos seguidos y no ganan m¨¢s de tres consecutivos desde el 24 de julio. Son las bases para el desastre.
A pesar de las heroicidades del gran Prince Fielder, con un providencial home run de dos carreras y que fue la diferencia del partido, son seis encuentros los que dirimir¨¢n el futuro de la Divisi¨®n Oeste y evitar la inc¨®moda situaci¨®n de afrontar un partido de wild card contra los Yankees en Nueva York.
Y mientras tanto, en silencio, los Minnesota Twins esperan agazapados su oportunidad¡