?El fin de la era Tim Lincecum en San Francisco?
La operaci¨®n a la que se ha tenido que someter el pitcher de los Giants arroja muchas dudas sobre su continuidad de cara al 2016 por ser agente libre.

Las noticias que llegan desde la bah¨ªa no pueden ser m¨¢s desalentadoras y no me refiero a la ¨²ltima derrota de San Francisco Giants, la sexta consecutiva, con la que pr¨¢cticamente dicen adi¨®s a las escasas opciones que les quedaban para revalidar el t¨ªtulo conseguido el a?o pasado.
La informaci¨®n en cuesti¨®n es la operaci¨®n a la que se ha sometido Tim Lincecum en Vail, Colorado, a cargo del cirujano Marc Philippon que pone el punto y final a la temporada 2015 para el pitcher de los Giants y, muy probablemente, el punto y final tambi¨¦n a su carrera con la franquicia californiana.
Desde que hace meses se le detectara la condici¨®n degenerativa que afectaba a su cadera izquierda, circunstancia que se ha ido agravando a lo largo del paso del tiempo y cuyo ¨²ltimo recurso fue la cirug¨ªa, era pr¨¢cticamente un secreto a voces que el impacto que pudiera suponer Lincecum en las opciones de San Francisco era m¨¢s bien escaso.
Sin embargo, lo ocurrido no es sino la confirmaci¨®n de un hecho que ya era conocido por todos, que Tim Lincecum ya no era ese jugador determinante para los Giants. Ese rol le pertenece ahora a Madison Bumgarner.
El largo declive experimentado por Lincecum, circunstancia a la que probablemente no ha ayudado este problema ahora corregido y que no le impedir¨¢, seg¨²n los expertos, volver a subirse a un mont¨ªculo de las Grandes Ligas de cara al a?o que viene, no nos debe impedir el elogiar el papel logrado por el joven lanzador de Bellevue, del estado de Washington.
Con un f¨ªsico y un aspecto m¨¢s propio del cl¨¢sico skater que est¨¢ a punto de atropellarte cuando uno va paseando tranquilamente por la acera, Tim Lincecum se convirti¨® en todo un fen¨®meno de masas en la Universidad de Washington, lo que le permiti¨® ser elegido en el d¨¦cimo lugar de la primera ronda del draft de 2006, a pesar de los recelos de los distintos scouts que no estaban seguros de que su f¨ªsico (1.78 y poco m¨¢s de 70 kilos de peso) ni su incomparable mec¨¢nica de lanzamiento, le permitiese aguantar los rigores de lanzar una vez cada cinco d¨ªas en las Grandes Ligas.
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Lincecum fue una bocanada de aire fresco en una ¨¦poca en la que Barry Bonds todav¨ªa campaba a sus anchas por San Francisco, mientras buscaba convertirse en el rey de toda la historia en home runs. Junto a Matt Cain, form¨® un fant¨¢stico t¨¢ndem, producto de la cantera, que sirvi¨® de punta de lanza en el proceso de transformaci¨®n de un equipo unidimensional a uno en el que primaba la labor de los pitchers y la defensa.
Ya en su primer a?o, Lincecum comenz¨® a lanzar bolas r¨¢pidas a m¨¢s de 95 millas por hora que, unido a esa mec¨¢nica tan particular, le permit¨ªa ser un completo enigma para los mejores bateadores de la competici¨®n. En aquella ¨¦poca, ver a Tim Lincecum era un absoluto espect¨¢culo y capaz de protagonizar las mayores gestas.
¡°The Freak¡±, como ha sido conocido cari?osamente, se convirti¨® en el primer jugador de la historia en lograr hacerse con el Premio Cy Young en sus dos primeros a?os completos, ganando 33 partidos y con m¨¢s de 260 strikeouts en cada una de las campa?as, liderando la Liga Nacional tres a?os seguidos.
Sin embargo, la exagerada mec¨¢nica de lanzamiento de Lincecum y los rigores de la competici¨®n le fueron hincando el diente a la velocidad de su bola r¨¢pida, que pas¨® de 94 millas de velocidad media en su primera temporada (2007) a 91 millas en 2010.
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Sobre la marcha, Lincecum tuvo que ir reinvent¨¢ndose y fue absolutamente capital en 2010, en el que ser¨ªa el primero de los tres t¨ªtulos que lograr¨ªan los Giants en un per¨ªodo de cinco a?os. Sin embargo, la merma de velocidad no ces¨® hasta la presente campa?a, en la que apenas llegaba a las 87 millas, un vuelco insostenible para cualquiera y tambi¨¦n para Timmy.
Su participaci¨®n tanto en los t¨ªtulos de 2012 como 2014 fue desde el bullpen, siendo muy importante en el primero y pr¨¢cticamente testimonial en el segundo.
Curiosamente, la haza?a de conseguir un no-hitter le ha llegado a Lincecum cuando m¨¢s mermado de facultades se encontraba y es que el tuvo, retuvo y los logrados en 2013 y 2014 no hicieron sino incrementar la leyenda de The Freak.
En total, Lincecum ha ganado 108 partidos y ser¨¢ agente libre nada m¨¢s terminar las Series Mundiales. Puede ser complicado que vuelva a San Francisco y much¨ªsimo m¨¢s por el salario que ha estado percibiendo. Aunque su t¨¦cnico Bruce Bochy ha manifestado su ilusi¨®n porque pudiera volver para 2016, queda por saber si el club puede optar por ir en otra direcci¨®n con los salarios que quedan libres y que pueden ser destinados a otros agentes libres como David Price o Johnny Cueto.
Sea como fuere, lo que nadie puede dudar es que Lincecum ha hecho mucho m¨¢s que otras primeras rondas y que nosotros hemos estado ah¨ª para presenciar lo que ha sido una m¨¢s que atractiva carrera deportiva.