Chase Utley busca ganar su ¨²ltimo anillo con los Dodgers

Si antes comentamos la escasa posibilidad que hab¨ªa acerca de un hipot¨¦tico traspaso de Chase Utley en nuestro podcast, antes se produce la noticia del pase del antiguo segunda base de Philadelphia Phillies a la otra punta del pa¨ªs, m¨¢s concretamente a Los ?ngeles Dodgers.

Es conveniente aclarar que eso suele ocurrir, que mientras por un lado el GM de los Phillies, Rub¨¦n Amaro Jr., dice en una entrevista con una radio local que es ¡°altamente improbable¡± que Utley sea traspasado, entre bambalinas se est¨¢ gestando el acuerdo que refuerza con otro veterano el plantel que dispondr¨¢ Don Mattingly para acabar con la sequ¨ªa de los Dodgers que data de 1988.

Para ponernos en situaci¨®n y tal como dije en el podcast, Utley ten¨ªa la condici¨®n ¡°10-5¡±, es decir, haber militado diez a?os en la MLB y cinco consecutivos con el mismo equipo. Todo esto se cumpl¨ªa ya que s¨®lo ha conocido la franquicia de Pennsylvania desde que hizo su estreno all¨¢ por 2003, siendo al a?o siguiente su primera campa?a m¨¢s o menos completa.

A pesar de hacer su debut un poco tarde para el est¨¢ndar de la competici¨®n, Chase Utley caus¨® un impacto total en el organigrama de los Phillies, un club eminentemente perdedor que iniciar¨ªa en 2007 un per¨ªodo glorioso en su historia hasta 2011, ganando durante todos esos a?os su divisi¨®n y participando en dos Series Mundiales, con triunfo en 2008.

Se podr¨ªa decir que para comparar jugadores de distintos puestos y su aportaci¨®n global al juego (ataque, defensa, corriendo por las bases), hay una estad¨ªstica que nos puede ayudar en ese sentido. Es el WAR (Wins above replacement), que nos indica el n¨²mero de victorias que supone el concurso del jugador en cuesti¨®n, ocupe el puesto que ocupe, en relaci¨®n con un jugador de reemplazo que ascienda de la Triple A.

Pues bien, durante ese per¨ªodo entre 2005 y 2010, s¨®lo Albert Pujols logr¨® una cifra mayor en todo el b¨¦isbol que Utley (50.4 frente a 44.2, seg¨²n Baseball Reference). Su combinaci¨®n de potencia, velocidad y defensa en un puesto donde era el amo y se?or, le hizo ganarse ese prestigio. Tambi¨¦n durante ese tiempo, resulta incre¨ªble que no estuviera mejor valorado en la votaci¨®n del MVP (nunca ocup¨® un puesto superior al octavo cuando deber¨ªa haber ganado en 2007) o se hiciese con un Guante de Oro, el premio al mejor defensor en su puesto cuando lo era durante esa ¨¦poca en alguna campa?a.

No obstante, las lesiones de todo tipo le han restado potencial a lo largo de los a?os y ya no es ese jugador total que logr¨® cinco home runs en las Series Mundiales que perdieron sus Phillies frente a los Yankees en 2009. Asimismo, todos esos partidos que se ha ido perdiendo a lo largo de los a?os han minado las opciones que pudiera haber tenido para entrar en el Hall of Fame, cuando sus a?os dorados aguantan perfectamente el tipo con cualquiera de los mejores en su posici¨®n.

Una nueva lesi¨®n en el tobillo sufrida este a?o mientras se preparaba para la temporada y que nunca estuvo bien curada, fue la principal culpable de su p¨¦simo rendimiento sobre el campo. Los scouts estaban de acuerdo en que la magia de Utley se hab¨ªa evaporado y que su ocaso estaba m¨¢s cerca de lo que nos tem¨ªamos con su media de .179.

Pero Utley ha regresado a lo grande y en forma, promediando un .484 de bateo y con cinco dobles, que son dos menos de los logrados en los primeros 65 encuentros de la campa?a. Es evidente que es una muestra peque?a, ¨²nicamente ocho encuentros pero las sensaciones son muy positivas y posicionan de forma positiva a Utley de cara al 2016.

Curiosamente, la vida da muchas vueltas y Chase Utley se vuelve a reunir con su viejo amigo de Philly, el shortstop Jimmy Rollins, uno con el que ha jugado en 1189 partidos, la mayor cifra de la historia para un pareja que busca la doble eliminaci¨®n.

A pesar de que Utley puede ser un buen refuerzo para los angelinos, por su pedigree ganador y competitivo, no tiene asegurada la titularidad puesto que Howie Kendrick volver¨¢ en alg¨²n punto del mes de septiembre y ah¨ª es cuando llegar¨¢n los problemas de Mattingly para cuadrar el sudoku de la alineaci¨®n y tener a todo el mundo contento.

De todas formas, nadie puede negar que la llegada de un veterano de mil batallas como es Chase Utley a un proyecto que busca, como pocas franquicias en la MLB el trofeo del comisionado, puede ser hasta revitalizante y aportar el vigor que necesitan los Dodgers para hacerse con el ansiado t¨ªtulo.