REPETICI?N INSTANT?NEA
Ser QB de la NFL no es cosa de saber lanzar y ya
Las peleas protagonizadas la semana pasada por Geno Smith y Cam Newton evidencian que no todos los pasadores asimilan su rol como l¨ªderes de equipo.
Ser quarterback en la NFL no se trata s¨®lo de lanzar fuerte y con precisi¨®n el bal¨®n y gozar de la fama que dan los triunfos o sufrir las cr¨ªticas por las derrotas.
Jugar en la posici¨®n m¨¢s importante del futbol americano requiere, s¨ª, de habilidades t¨¦cnicas espec¨ªficas de muy alto nivel y superiores a las que se requieren en otras posiciones, pero hay un aspecto, una cualidad con la que no todos los quarterbacks cuentan y ¨¦sta puede darle al traste con su desempe?o y, por ende, el de su equipo y no se trata m¨¢s que de sentido de responsabilidad.
En la ¨²ltima semana, dos quarterbacks, Geno Smith, de los Jets, y Cam Newton, de Carolina, dieron s¨®lidas demostraciones de que sus habilidades como pasadores (cuestionables m¨¢s en uno que en el otro) podr¨¢n ser notables, pero tambi¨¦n que su sentido de responsabilidad deja mucho que desear.
Recibir un pu?etazo y sufrir la fractura de la mand¨ªbula por 600 d¨®lares pinta a Smith como la v¨ªctima de un tipo que no entiende razones.
El linebacker IK Enemkpali fue quien mand¨® al hospital a Smith por no pagarle los 600 d¨®lares del vuelo redondo que le pag¨® al quarterback para asistir a la cl¨ªnica de futbol americano que organiz¨®.
Smith no pudo ir a la cl¨ªnica por el fallecimiento de un amigo y qued¨® en pagarle el dinero a Enemkpali, quien seguramente le pidi¨® el pago no de una forma muy amable.
Para que suceda una discusi¨®n se necesitan dos personas y varios reportes indican que Smith no fue precisamente muy amable al platicar con Enemkpali.
Smith ten¨ªa raz¨®n quiz¨¢ en no querer pagar los 600 d¨®lares. Al final de cuentas no fue a la cl¨ªnica por gusto sino por una situaci¨®n comprensible, pero ¨¦l hab¨ªa quedado en pagarle al linebacker.
Enemkpali, quien fue reclutado en la sexta ronda del draft de 2014 por los Jets y no era una apuesta segura para quedarse en el equipo, seguramente necesitaba los 600 d¨®lares, pues su contrato, de bajo costo, no era garantizado.
La cordura no lleg¨® al vestidor de los Jets. Enemkpali se meti¨® con el tipo equivocado. El club no iba a correr a Smith por el altercado e hizo lo l¨®gico, cort¨® el hilo por lo m¨¢s delgado y despidi¨® al linebacker.
Sin embargo, con un contrato de poco m¨¢s de 5 millones de d¨®lares, tres de ellos garantizados, ?en verdad le costaba mucho a Smith pagar los 600 d¨®lares y hacer ver a Enemkpali como un tipo intransigente y que no entiende razones?
Tres meses fuera de acci¨®n son el resultado que Smith obtuvo por mostrar una actitud inmadura, la misma que su colega en Carolina, Cam Newton, tuvo tambi¨¦n hace pocos d¨ªas.
En el campamento de las Panteras se present¨® una pelea t¨ªpica de pretemporada de la que pocos se hubieran enterado de no estar Newton en medio del asunto.
El pasador de las Panteras, a quien compa?eros, ex compa?eros y afici¨®n en general ha criticado por ser l¨ªder s¨®lo en momentos de regocijo, es reconocido como uno de los jugadores m¨¢s bravucones en su club.
Newton se encontr¨® con su reflejo. Al ser interceptado en la pr¨¢ctica por el esquinero Josh Norman, conocido tambi¨¦n por sus habladur¨ªas, se present¨® lo inevitable y se enfrascaron en una pelea que termin¨® con una amenaza de quien supuestamente es el l¨ªder del equipo.
No recuerdo a Joe Montana, Dan Marino, John Elway, Drew Brees, Peyton Manning o hasta a Tom Brady pelear a golpes por bravuconadas o por no pagar deudas. Aaron Rodgers tiene un car¨¢cter seco, en ocasiones cortante y grosero, pero sabe comportarse en el vestidor.
Norman tambi¨¦n cometi¨® el error de meterse con el tipo equivocado. Si las Panteras se ven en la necesidad de cortar a alguien, no van a dejar ir al jugador al que le garantizaron 60 millones de d¨®lares de un contrato valuado en 100.
Hace muchos a?os, en los a?os 70, con las redes sociales a¨²n muy lejos de ser el monstruo que ahora son, el mundo de la NFL se conmocion¨® al conocer que en el vestidor de los Vaqueros de Dallas, Clint Longley, de manera cobarde, dio un pu?etazo a un distra¨ªdo Roger Staubach por una disputa que se origin¨® por lo que, seg¨²n trascendi¨® en ese entonces, fueron comentarios derogatorios del primero al receptor Drew Pearson.
Es f¨¢cil saber qui¨¦n era el quarterback tiutular y l¨ªder del equipo. Staubach sali¨® al paso de los comentarios fuera de lugar de Longley, como cualquier l¨ªder de grupo har¨ªa.
El sex appeal de la publicidad gratis es sumamente tentador, quiz¨¢ por eso Newton siga en Carolina pese a su falta de actitud en momentos de presi¨®n, quiz¨¢ por eso Cleveland reclut¨® a Johnny Manziel o Filadelfia contrat¨® a Tim Tebow en un caso diametralmente opuesto a la pol¨¦mica.
Al final de cuentas, como cualquier negocio, los equipos necesitan publicidad, pero quiz¨¢ es hora de que alguien le diga a Smith, Newton, Manziel y a otros pol¨¦micos actores de la NFL que su trabajo debe ir de la mano con una imagen respetable.
Sus equipos y los aficionados se los agradecer¨¢n.