Estabilidad personal, clave para el ¨¦xito
Llegar a la NFL con antecedentes legales ha demostrado ser una losa pesada para los QB¡¯s. Ese es el caso de Jameis Winston y Buccs en 2015.

En abril pasado, Jameis Winston entr¨® a la NFL por la misma puerta que Peyton Manning cruz¨® hace 17 a?os.
T¨¦cnicamente, la carrera de Winston con los Bucaneros de Tampa Bay a¨²n no ha comenzado y ¨¦sta ya presenta una clara diferencia en relaci¨®n a c¨®mo inici¨® en 1998 la de Manning, y no se trata de otra cosa m¨¢s que de estabilidad personal.
Son muchos los casos que demuestran que una primera selecci¨®n global realmente no es garant¨ªa de ¨¦xito para el equipo que recluta al que es considerado el jugador colegial mejor calificado disponible en determinado a?o.
Que la elecci¨®n haya sido la correcta suele ser, literalmente, un volado, pero en algunos casos hay jugadores que ofrecen certeza sobre su futuro, como fue el caso de Manning, o que despiertan dudas, como Winston.
La diferencia es simple: un expediente impecable, comportamiento social ejemplar y ajeno a cualquier tipo de problemas.
Winston a¨²n no llegaba a la NFL, ni siquiera hab¨ªa consolidado su carrera como colegial en la Universidad de Florida State y ya ten¨ªa encima serios l¨ªos legales: una acusaci¨®n de agresi¨®n sexual en 2012, otra por posesi¨®n de arma de fuego ese mismo a?o y una m¨¢s por robo en 2013.
Aunque nunca se presentaron cargos formales por la presunta agresi¨®n sexual tras una investigaci¨®n de la universidad que dej¨® m¨¢s dudas que certezas, la v¨ªctima present¨® una demanda civil que mantendr¨¢ vigente el problema un buen rato.
?Y qu¨¦ necesidad tienen los Bucaneros de lidiar con problemas as¨ª?
No se trata de determinar en estas l¨ªneas si Winston es culpable o no, pero la realidad es que un jugador con altas calificaciones como quarterback no llega limpio a la NFL y eso pone en duda su capacidad para mantener una carrera estable que lo lleve al ¨¦xito y al equipo que lo reclut¨® a volver a ser contendiente.
Estos incidentes fueron, sin duda, investigados y analizados a fondo por varios equipos antes del Draft, especialmente por los Bucaneros, que no ten¨ªan tampoco muchas otras opciones para cubrir su mayor necesidad en el pasado Draft y seguramente tuvieron que tomar una dif¨ªcil decisi¨®n.
Tampa Bay apost¨® por un jugador con problemas para mantener su vida social estable, pero brillante en el campo y deber¨¢n usar muchos de sus recursos para mantener a Winston enfocado en su trabajo y lograr que se convierta en el catalizador de su resurgimiento.
Es una situaci¨®n similar con la que actualmente lidian en Cleveland con Johnny Manziel, quien tampoco se caracteriz¨® por ser un estudiante modelo en Texas A&M con un arresto en 2012 y otros l¨ªos.
Mark S¨¢nchez, quien decidi¨® entrar a la NFL en 2009, un a?o antes de terminar su carrera colegial con la Universidad de California, es otro pasador que lleg¨® con expediente manchado al profesionalismo.
En 2006, su primer a?o como universitario, S¨¢nchez fue acusado de agresi¨®n sexual. No se presentaron cargos formales, pero fue suspendido por la universidad.
No resulta sorpresivo que S¨¢nchez no disfrute de una exitosa y estable carrera en la NFL ni que Manziel, aunque apenas entra a su segundo a?o, sea m¨¢s noticia por lo que hace afuera del campo que dentro de ¨¦l.
En 1998, los Potros de Indian¨¢polis no tuvieron que enfrentar ninguna disyuntiva. Manning era ya un ciudadano ejemplar que s¨®lo se dedic¨® a estudiar y a jugar al m¨¢s alto nivel en la Universidad de Tennessee.
Incluso, la suerte le volvi¨® a sonre¨ªr a los Potros en 2012, cuando deb¨ªan remplazar a Manning y con la primera selecci¨®n global del Draft encontraron a otro quarterback confiable y, adem¨¢s, bien calificado en Andrew Luck.
S¨®lo el tiempo nos dir¨¢ si los Bucaneros tomaron la decisi¨®n correcta o si debieron esperar un a?o m¨¢s para encontrar a su quarterback franquicia. Y literalmente, esa respuesta est¨¢ en las manos de Winston.
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