Mayuko Fujiki, la japonesa que quiere hacer re¨ªr a China
La ext¨¦cnica espa?ola intenta cambiar la mentalidad de un pa¨ªs ¡°estricto¡± con el deporte. Reconoce que el reto es ¡°batir a Rusia en sincronizada¡±.
Al margen de Anna Tarr¨¦s, asesora del equipo franc¨¦s, hay otra cara conocida de la nataci¨®n sincronizada espa?ola en estos Mundiales de Kaz¨¢n. Mayuko Fujiki, japonesa que ahora lleva las riendas de una superpotencia como China, estuvo en dos etapas ligada al cuerpo t¨¦cnico. Primero, con Tarr¨¦s, y luego, con Esther Jaum¨¤.
Precisamente, decidi¨® dejar el equipo despu¨¦s del Mundial de Barcelona, punto de inflexi¨®n de la sincronizada espa?ola, que no ha vuelto a ocupar la misma posici¨®n de privilegio que en etapas anteriores y que se ha visto inmersa en una profunda renovaci¨®n.
Los motivos del adi¨®s de Mayu son simples. ¡°Hubo el cambio entre Anna y Esther. Era muy interesante para hacer algo nuevo. Ten¨ªamos un objetivo diferente, aunque lo que ocurri¨® es que la manera de entrenar de Esther no era c¨®mo yo lo ve¨ªa. Hasta el Mundial ten¨ªamos poco tiempo e hicimos muchas cosas, pero luego no me acababa de sentir bien, no daba cada d¨ªa mi cien por cien¡ Hubo muchas semanas en las que cre¨ªa que pod¨ªa llevar chicas a un nivel y no lo lograba. Tengo mucho respeto a Esther y entonces tuve que tomar una decisi¨®n¡±.
Ahora, la japonesa se encarga de ser la entrenadora de China, que en este Mundial ha copado todas las platas excepto la del solo t¨¦cnico, prueba en la que Ona Carbonell les arrebat¨® ese metal. Pero, ?c¨®mo son las nadadoras chinas? ¡°Las chicas no sonr¨ªen y no practican deporte porque les gusta, sino que se lo toman como un trabajo cuyo objetivo es ganar dinero y ayudar a la familia. Las chicas son m¨¢quinas y las entrenadoras son sargentos. Yo vengo de la cultura japonesa y hay aspectos muy asi¨¢ticos: no hay comunicaci¨®n, no hay feedback, se hace lo que se dice sin rechistar¡¡±. Unas diferencias con la cultura espa?ola y con la experiencia de Mayu: ¡°Para ellas es muy f¨¢cil repetir ejercicios. En Espa?a no es as¨ª, porque quieres hacer un movimiento cien veces y las chicas se aburren. Ellas, no. Son m¨¢quinas y pueden repetirlo todas las veces que les digan¡±.
La devoci¨®n china por el trabajo las ha hecho crecer hasta la segunda plaza mundial, pero Mayu quiere cambiar determinados h¨¢bitos para sumarle a ese dominio de la t¨¦cnica y la ejecuci¨®n unas dosis art¨ªsticas m¨¢s occidentales. ¡°Quer¨ªa cambiar ese sistema, porque la nataci¨®n sincronizada es arte, no hay que nadar como m¨¢quinas porque si no, no sientes nada. Desde fuera ves muy bien a China y su t¨¦cnica, pero nunca me impact¨® ni una rutina. Aunque est¨¦ muy bien ejecutada, nunca te acuerdas. Habl¨¦ con los superiores y les explique mi idea y les gust¨®¡±.
Manos a la obra se puso Mayu, que reconoce estar al frente de un ¡°un proyecto muy grande, apasionante¡±. El objetivo final es el primer puesto mundial. ¡°Ellas tienen como objetivo ganar en Rusia. Todo el mundo est¨¢ pensando en superarlas. Ellas tienen que disfrutar el nadar porque si haces lo de Rusia, nunca llegaremos a ellas¡±.
La maquinaria del deporte en China es distinta al resto de pa¨ªses, de ah¨ª sus ¨¦xitos internacionales pese a su escasa formaci¨®n en valores. Ser un deportista de elite es como ser un funcionar¨ªa al servicio de la marca del pa¨ªs. ¡°La prioridad para cualquier ni?o es el deporte. Cuando entras en el centro tienes que ir a las Juegos y ganar dinero, los estudios dan igual. Entrar en los CAR es muy dif¨ªcil, hay coches de mucho dinero, son famosos, est¨¢n en la elite¡ Una vez llegas all¨ª ya tienes mucho dinero para la familia¡±.
Y para ello cuentan con una red de captadores por todo el estado. ¡°All¨ª hay provincias, y la sincro la practican 11 de ellas. Cada provincia tiene un CAR, que son incre¨ªbles. Shanghai tiene cuatro piscinas de 50 metros. Son m¨¢s grandes que el de Sant Cugat. Tienen tres piscinas de saltos, es como el doble que esto. Las chicas son captadas de muy peque?as por los clubes. Van a clases de danza y se ven qui¨¦nes tienen m¨¢s habilidades. Con seis o siete a?os, ya viven en su CAR, ya no viven con los padres¡±, relata Mayu.
Pero la japonesa se muestra cr¨ªtica con esta percepci¨®n del deporte y reconoce que en China ya existe una corriente de t¨¦cnicos for¨¢neos que est¨¢n por la labor de cambiarlo. ¡°Todos los entrenadores de la Federaci¨®n son de fuera, o casi todos. Entre todos hablamos, somos amigos, y queremos cambiar China para que no sea un pa¨ªs tan estricto. Pero hay deportes m¨¢s dif¨ªciles, como los individuales. Los colectivos representan otro tipo de din¨¢micas¡±.