El r¨ªo Kazanka se traga las opciones ol¨ªmpicas espa?olas
Villaecija (21?) y Vilas (24?) no lograron quedar entre las diez primeras. Perdieron posiciones en la segunda parte de la prueba de 10 kil¨®metros aguas abiertas.
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En las aguas del r¨ªo Kazanka se ahogaron las opciones de las espa?olas Erika Villaecija y Mar¨ªa Vilas de quedar entre las diez primeras posiciones y obtener el billete para los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro. Pese a estar en la parte alta del grupo en los primeros 5 kil¨®metros, no han podido aguantar el tir¨®n de las de cabeza y ambas han quedado rezagadas en un grupo intermedio, para finalizar 21? y 24? respectivamente. Deber¨¢n esperar al Preol¨ªmpico de la pr¨®xima primavera para sellar esos billetes, pero solo habr¨¢ una plaza en juego.
Villaecija llegaba con buenas sensaciones despu¨¦s de haber finalizado d¨¦cima la prueba corta, de 5 kil¨®metros. Y as¨ª empez¨®, entre las mejores, llegando a ocupar la und¨¦cima posici¨®n en el ecuador de la carrera. Dotada de un gran final por su formaci¨®n en piscina, la nadadora del CN Sabadell inund¨® de optimismo a la delegaci¨®n espa?ola. Pero, al igual como ocurriera con los chicos el d¨ªa anterior, a partir de la tercera vuelta el decorado cambi¨®.
Villaecija y la gallega Vilas se quedaron. No pudieron aguantar el ritmo de la holandesa Van Rouwendaal o la franc¨¦s Muller, a la postre plata y oro respectivamente. Nadadoras de la talla de Hristov o las brasile?as que tan buen rendimiento ofrecen en estas pruebas de resistencia y estrategia. Un ejemplo es Cunha, que se llev¨® el bronce. Al igual que en la prueba masculina, las nadadoras que coparon el podio no fueron las que encabezaron la prueba en las primeras dos vueltas al circuito. De hecho, la holandesa lleg¨® a ir en el puesto 31 en los primeros 2,5 kil¨®metros.
La ganadora de la prueba invirti¨® un tiempo de 1:58.04 en realizar este recorrido que destaca por las corrientes en la parte final y por la suciedad de un agua que dificulta, en ocasiones, la visibilidad. Circunstancias que no trastocan los planes de los nadadores, acostumbrados a competir en escenarios peores.