La banda de los Baltimore Colts que se neg¨® a dejar de tocar
Mucho se hablan de cu¨¢l es la afici¨®n m¨¢s fiel y entregada a su equipo. Mucho se habla de la sufrida afici¨®n de los Jets o la de los Bears (obviamente no la de Philly conocida por pitar a sus jugadores muy a la ligera). Yo voy a abogar por la afici¨®n de los Baltimore Ravens, con una historia poco conocida, la de la banda que se neg¨® a dejar de tocar.
Baltimore, Marylanden, 1984. Robert Irsay es el due?o de los Baltimore Colts. Pocos conocer¨¦is a Robert Irsay, pero decir que era una persona iracunda, arrogante y sobre todo chula no es pasarme. Ya desde 1969 el antiguo due?o de los Colts, Rosenbloom, hab¨ªa comenzado una campa?a para conseguir un nuevo estadio porque el viejo Memorial Stadium no estaba a la altura para la alta competici¨®n. Adem¨¢s ten¨ªan que compartirlo con los Baltimore Orioles. En 1971 el alcalde de la ciudad de Baltimore encarga un estudio del estadio para probar que era m¨¢s que competente, pero este demostr¨® que el estadio dio la raz¨®n a los dos equipos. En 1974 alcalde acord¨® un plan para construir un nuevo campo, pero el estado de Maryland se neg¨® a pagar el campo y la idea muri¨®. Nadie quer¨ªa usar dinero p¨²blico para pagar el capricho a los dos due?os (muy com¨²n en EEUU, ?as¨ª yo tambi¨¦n pido estadio nuevo cada 10 a?os!).
Desde ese d¨ªa comenzaron los rumores de que los Colts se iban a ir de la ciudad (y lo Orioles, pero ese es otro deporte, ?strike one!). M¨¢s que nada porque Irsay no era un hombre discreto y se dej¨® ver p¨²blicamente con los alcaldes de Los ?ngeles, Phoenix, Jacksonville, e Indian¨¢polis que aquel entonces no ten¨ªan equipos (ni nada de nada, bueno m¨¢s o menos ahora). Desde 1980 Irsay negaba a diario que el equipo dejar¨ªa Baltimore. La ¨²ltima vez que lo neg¨® fue el 28 de marzo por la noche en el aeropuerto de Baltimore. Esa misma madrugada del 29 de marzo, solo 5 horas despu¨¦s desde la ¨²ltima vez que Irsay negaba la mudanza del equipo, 70 camiones de mudanza entran a las instalaciones del equipo en Owings Mills y se llevaron hasta las alfombras (y obviamente la basura que iba en ella, literalmente). Cobardemente, a media noche, Baltimore se quedaba sin equipo de f¨²tbol americano; los Colts pasaron a ser los Indian¨¢polis Colts.
Aqu¨ª empieza la lucha de la nuestra banda. En la NFL solo hay dos marching bands (o bandas andantes) mucho m¨¢s comunes en el f¨²tbol universitario: Washington Redskins Marching Band y the Baltimore Colts Marching Band. Los l¨ªderes de la banda hab¨ªan sido informados una semana antes de que el equipo se mudar¨ªa, as¨ª que tuvieron tiempo de maniobrar. Los instrumentos pertenec¨ªan a los miembros de la banda, pero los uniformes no; estos pertenec¨ªan al equipo. Da la casualidad, que al ser fin de temporada, los uniformes estaban siendo lavados. John Ziemann, presidente de la banda, se puso en contacto con el due?o de la tintorer¨ªa donde se estaban lavando los uniformes y le cont¨® de la situaci¨®n del equipo (se mudaba y se iban a llevar los uniformes; la banda no lo iba a permitir). El due?o de la tintorer¨ªa les dijo que legalmente no pod¨ªa entregarles los uniformes, pero les informo discretamente que ¨¦l algunas veces deja la furgoneta de la tintorer¨ªa abierta con las llaves en la guantera, que esa noche ser¨ªa muy bonita para darse un paseo en furgoneta. A buen entendedor pocas palabras. Esa noche John sac¨® pasear la furgoneta, con todos los uniformes en la parte trasera limpios, y se los llevaron. La cosa es que A) Los Colts estaban buscando los uniformes, y B) no sab¨ªan d¨®nde esconderlos. A un miembro de la banda se le ocurri¨® esconderlos en el sepulcro familiar. Y all¨ª estuvieron. Despu¨¦s de meses de pelea, que casi terminan en un pleito entre Irsay y la banda, la mujer de Irsay llama a la banda y les dice que se pueden quedar con los uniformes. Los Colts huyeron de Baltimore y se llevaron todo, menos los uniformes. Ese pedazo de la historia de los Colts quedar¨ªa como un fantasma resistente penando por la ciudad.
Durante 11 a?os, la banda sigui¨® saliendo a las calles y haciendo la misma rutina que hac¨ªan en un d¨ªa de partido de los Colts, sin tener un equipo al que animar. Lo hac¨ªan a modo de protesta para pedir un equipo en la ciudad. As¨ª se convirtieron en los embajadores oficiales de la ciudad en la lucha por conseguir un equipo de expansi¨®n. Otros equipos se hicieron eco de esto, e invitaban a la banda a tocar cuando estos jugaban contra los Colts (¡°y cuando no. Eran entretenimiento barato¡± dijo un due?o de ellos). As¨ª creaban un ambiente de morbo y de protesta ante los Colts. Ir¨®nicamente la ciudad que m¨¢s los apoy¨® era Cleveland. Art Modell y su hijo David Modell, due?os de los Browns siempre quisieron una banda y contrataban a la banda de Baltimore para que tocasen en los descansos a menudo.
En 1993 la ciudad de Baltimore y el estado de Maryland acuerdan la construcci¨®n de un estadio y los Browns anunciaban que dejaban Cleveland y que se mudaban a Baltimore, cosa que consumaron en 1996 (los actuales Cleveland Browns son un equipo de expansi¨®n otorgado casi inmediatamente por la liga a la ciudad, pero igual de torturado que el otro. Dios odio Cleveland cap¨ªtulo 20.000). La banda no sab¨ªa si contaba para los nuevos due?os, as¨ª que en un plat¨® de televisi¨®n le hicieron una encerrona a David Modell. John Ziemann entr¨® ante la ovaci¨®n de los presentes y este le pregunt¨® a Modell si ten¨ªa planes para que la banda sea la oficial de los nuevos Ravens. Modell sonri¨® y contest¨®, Querido John, yo pens¨¦ que ya lo erais.