AFC NORTE desde dentro
No tener un QB ¨¦lite no significa el fin del mundo en la NFL
La historia ha demostrado que no s¨®lo se puede sobrevivir en la NFL, sino incluso tener ¨¦xito, aunque tu quarterback no sea una gran estrella. La AFC Norte es buen ejemplo.

Seguramente el c¨¦lebre emperador macedonio Alejandro Magno no estar¨ªa de acuerdo conmigo, pero en la NFL puede ser m¨¢s temible un ej¨¦rcito de leones guiado por un cordero, que uno de corderos comandado por un le¨®n. El Hall of Fame est¨¢ plagado de grandes quarterbacks que pasaron por la liga sin llegar a enfundarse jam¨¢s un anillo de campe¨®n. Por otra parte, tambi¨¦n tenemos el caso contrario, el de quarterbacks que saborearon las mieles del triunfo cuando por su limitada calidad ni ellos mismos lo hubieran imaginado. Ejemplos hay abundantes en ambos casos, y no es el objetivo de este art¨ªculo enumerarlos, sino advertir al lector que en un deporte tan de equipo como ¨¦ste, no siempre es imprescindible disponer de un QB de la llamada ¡°¨¦lite¡± para tener ¨¦xito, como bien han demostrado varias veces los equipos de la AFC Norte.
Obviamente, disponer en tu plantilla de un QB de la talla (en todos los sentidos) de Ben Roethlisberger es una inestimable ayuda para la consecuci¨®n de t¨ªtulos. Pero aunque todos recordamos su fant¨¢stica remontada en la Super Bowl XLIII contra Arizona, no es menos cierto que en la final de la temporada 2005, cuando se convirti¨® en el QB m¨¢s joven en alzar su primer trofeo Lombardi, estaba lejos de ser el que es ahora. De hecho, esa noche ni siquiera cuaj¨® una buena actuaci¨®n (0 TD, 2 INT) y su mayor contribuci¨®n fue un TD de carrera¡ que para muchos no lleg¨® a romper el plano de la end-zone. Los Steelers volv¨ªan a ganar el torneo 26 a?os despu¨¦s, y no podr¨ªamos decir que fuese gracias a una actuaci¨®n magistral de su QB, sino a un ataque de carrera perfectamente orquestado entre Willie Parker y Jerome Bettis, que proteg¨ªa al joven quarterback de segundo a?o de mayores responsabilidades, la agresiva defensa de Dick LeBeau, y la intensidad e imaginaci¨®n del genial entrenador Bill Cowher.

Para muchos, Joe Flacco nunca estar¨¢ entre los mejores QBs de la NFL. Ni falta que hace. A su equipo le da igual que solamente ¨¦l mismo, o el entrenador, o Mariano Tovar?le consideren dentro de ese escogido grupo. Lo que cuenta es la victoria, y salvo la campa?a post-superbowl, cada temperada desde su a?o rookie les ha llevado no s¨®lo a playoffs, sino a ganar siempre al menos un partido de postemporada. Como en el caso anterior, para explicar el ¨¦xito de los Ravens no debemos fijarnos tanto en el QB (aunque sus playoffs de 2012 fuesen excepcionales) como en su impenetrable defensa y contundente juego terrestre.
Dalton es un QB mediocre. Eso lo sabe hasta el mismo Marvin Lewis. Explicar las razones por las que el pelirrojo a¨²n sigue siendo titular en los Bengals exceder¨ªa los l¨ªmites de este art¨ªculo, pero estoy convencido que una de ellas ser¨ªa que Lewis no necesita que nadie le cuente que un game-manager puede llevar un equipo a la victoria porque lo sabe de primera mano. Era el coordinador de la defensa de los Ravens de 2000, considerada la mejor que haya jugado nunca a este deporte, y que junto con los corredores Priest Holmes y Jamal Lewis les hicieron campeones con Trent Dilfer a los mandos, probablemente el peor QB que ha ganado jam¨¢s una Super-Bowl. ?ste es el modelo que Lewis pretende imitar en Cincinnati, y con el que ha conseguido de momento cuatro presencias consecutivas en playoffs, la mejor racha en la historia de la franquicia.
A estos precedentes se aferran los Browns en su nueva etapa. Tanto si finalmente el titular es McCown como si lo es Manziel, s¨®lo necesitan mirar su pasado para descubrir que aunque no tengan un QB de la categor¨ªa de Otto Graham, tambi¨¦n se puede tener ¨¦xito si consiguen que su runningback pueda emular las haza?as del m¨ªtico Jim Brown.
Mi impresi¨®n es cada vez m¨¢s, los equipos recurrir¨¢n a estrategias de este tipo. En los ¨²ltimos 10 drafts han salido algunos quarterbacks competentes (Wilson, Ryan, Stafford), pero solamente podr¨ªamos catalogar a uno como ¨¦lite (Luck). Las razones por las que cada vez es m¨¢s raro encontrar buenos signal-callers son variadas, y van desde la preferencia del ¨¦xito inmediato sobre la formaci¨®n en la NCAA, a primar el merchandising sobre la paciencia en la NFL. El ¨¦xito estos dos ¨²ltimos a?os de los Seahawks, basado m¨¢s en la carrera y la defensa que en el QB, ha demostrado la validez de este sistema en nuestros d¨ªas. Pero que no se apropien en Seattle del copyright. Esto mismo ya se llevaba practicando hace a?os en la AFC Norte.