El Draft es el d¨ªa de los Reyes Magos para los fans de la NFL
Todos los equipos esperan esta noche con las mayores ilusiones y expectativas, pero unas veces se cumplen, otras pocas se exceden, pero en la mayor¨ªa toca conformarse.

Es un s¨ªmil habitual comparar el evento del draft con la noche de los Reyes Magos. Como ni?os, los aficionados esperamos entusiasmados qu¨¦ nos traer¨¢n sus m¨¢gicas majestades. Ya hace tiempo que enviamos por correo la carta con nuestras preferencias, pero qu¨¦ hallaremos esa ma?ana sigue envuelto en el misterio. Unas veces, nos tra¨ªan exactamente lo que hab¨ªamos pedido. Otras en cambio, nos deb¨ªamos conformar con una imitaci¨®n barata del juguete que pretend¨ªamos. Pero en otras, nos encontr¨¢bamos, ojipl¨¢ticos y maravillados, con un regalo que ni imagin¨¢bamos podr¨ªamos obtener. As¨ª es b¨¢sicamente el draft de la NFL. Y lo mejor es que, como con los juguetes en la ma?ana de la Epifan¨ªa del Se?or, tambi¨¦n los clubes bajan al parque a presumir con sus amiguitos de los regalos recibidos. Sean cuales fueren, ese d¨ªa ning¨²n juguete es malo.

Y los primeros en bajar corriendo al parque, apenas sin desayunar, intuyo que ser¨ªan los Steelers. A¨²n sin saber c¨®mo, los Reyes hicieron su magia para conseguir que les llegase, contra todo pron¨®stico, justamente su juguete favorito: un outside linebacker. Nada menos que un ¡°Bud¡± Dupree, la versi¨®n avanzada del Buzz Lightyear, un guardi¨¢n de la galaxia que al momento se convirti¨® en la envidia de los otros ni?os del barrio. Unos ni?os que al instante comprendieron que iban a pasarlo mal para tratar de contener a tan poderosa fuerza del universo y salir victoriosos en las m¨²ltiples batallas siderales imaginarias que disputan en el parque.
Tambi¨¦n los Browns bajaron contentos al parque. A ellos no les hab¨ªan tra¨ªdo uno, sino dos regalos sus majestades. Sin embargo, hubieran preferido un coche de carreras, un sable l¨¢ser, o un avi¨®n teledirigido, y se encontraron con un juguete educativo. Que s¨ª, son muy did¨¢cticos y necesarios para el buen crecimiento de los infantes pero, ?c¨®mo emocionarse con dos juegos de construcci¨®n! El DT Danny Shelton y el center Cameron Erving les van a venir genial para construir los cimientos del equipo. Puede que ahora mismo sientan defraudadas sus ilusiones juveniles, pero con el paso del tiempo, seguro que lo agradecer¨¢n.
?A vosotros no os ha pasado que os han dado un juguete que os gusta tanto que del impulso por jugar con ¨¦l, a los cinco minutos lo hab¨ªais roto? Esto es lo que les pas¨® a los Bengals. Tan felices estaban porque los Magos de Oriente les hab¨ªan tra¨ªdo justo lo que hab¨ªan pedido, un temible transformer Cedric Ogbuehi, que tanto puede jugar de left tackle como de right tackle e incluso guard, que al poco lo rompieron por la rodilla.

De poco consuelo sirven las palabras de nuestra madre: ¡°no te preocupes cari?o, que tu padre te lo arregla y ya podr¨¢s jugar con ¨¦l ma?ana¡±. Lo que todos los ni?os quieren es salir esa ma?ana a dar envidia a los amiguitos con el juguete recibido. Al d¨ªa siguiente hay colegio, ?de qu¨¦ valdr¨¢ entonces! Dif¨ªcil comprender a tan corta edad, mientras nuestra madre nos seca las l¨¢grimas y nos besa en la frente, que la vida es muy larga, y si bien no podremos jugar con ¨¦l ahora, cuando est¨¦ arreglado, causar¨¢ terror en las batallas del parque.
Por su parte los Ravens no pudieron bajar al parque. Baltimore ha estado malito estos d¨ªas. Quiz¨¢ por eso, los Tres Hombres Sabios (tambi¨¦n Baltasar, aunque con cierto recelo) le trajeron el juguete m¨¢s chulo de todo el barrio: un wide-receiver Breshad Perriman. Sin duda, su padre fue el promotor de cambiar la carta a ¨²ltima hora, ante la protesta de su madre, que sin duda hubiera preferido un DT Malcom Brown para fortalecer sus defensas. La inesperada sorpresa caus¨® el efecto pretendido, y al ni?o se le olvid¨® su debilidad y en cuanto llegaron sus amiguitos sali¨® de la cama para jugar con ellos. En el sal¨®n, por supuesto. ¡°A¨²n no est¨¢ para salir al parque¡±, dec¨ªa su madre, que el fondo sospechaba que dicho juguete, aunque precedido de una enorme campa?a publicitaria en televisi¨®n y buzoneo, quiz¨¢ no sea en realidad tan bueno como dicen, y ya sabemos lo que les gusta criticar a las vecinas.