El partido m¨¢s importante en la historia del f¨²tbol americano
Para cualquier aficionado al f¨²tbol americano el partido m¨¢s importante es, sin duda, el que se disputa el primer domingo de febrero: el encuentro entre los campeones de las conferencias Americana y Nacional. Pero aunque todos los que han tenido la suerte de ver a su equipo jugar una Super Bowl ¨Cy ganarla¨C guardan un maravilloso recuerdo de ese momento, hay un partido, solo uno, que tiene el honor de ser el m¨¢s importante para la historia de la NFL: la Super Bowl III que enfrent¨® a los New York Jets y los Baltimore Colts.
Aquel partido disputado el 12 de enero de 1969 en el Miami Orange Bowl fue el primero en llamarse oficialmente Super Bowl. Pero no es esto lo que lo convierte en el partido m¨¢s importante de la historia de la NFL. La Super Bowl III fue el tercer enfrentamiento entre los campeones de dos ligas rivales destinadas a fusionarse a partir de 1970: la National Football League (NFL) y la American Football League (AFL). En los dos campeonatos del mundo ¨Ccomo eran denominados estos partidos antes de llamarse Super Bowl¨C jugados previamente, los Green Bay Packers (NFL) hab¨ªan barrido del campo a Kansas City Chiefs y Oakland Raiders, representantes de la AFL.
Exist¨ªa por entonces el convencimiento entre los propietarios de clubes de la NFL, y tambi¨¦n de muchos periodistas y aficionados, de que los equipos de la AFL todav¨ªa estaban lejos de poder competir en igualdad de condiciones con las grandes franquicias del f¨²tbol americano. Y las dos victorias aplastantes de los disc¨ªpulos de Vince Lombardi as¨ª parec¨ªa demostrarlo. Tal era la situaci¨®n que d¨ªas antes de celebrarse el encuentro, Pete Rozelle, comisionado de la NFL, coment¨® a los periodistas que algunos propietarios se estaban planteando la posibilidad de modificar el sistema de playoffs de forma que la Super Bowl no tuviera que disputarse necesariamente entre un equipo de su liga y un representante de la AFL.
Los Baltimore Colts de 1968 eran considerados uno de los mejores equipos de f¨²tbol americano de la historia, hab¨ªan llegado a la final¨ªsima con un registro de 13 victorias y s¨®lo una derrota en temporada regular y se hab¨ªan deshecho de los Cleveland Browns en el campeonato de la NFL por un contundente 34-0.
Los Jets, por su parte, hab¨ªan concluido la temporada regular con un registro de 11-3. Joe ¡®Broadway¡¯ Namath, su quaterback estrella, hab¨ªa lanzado m¨¢s intercepciones (17) que pases de touchdown (15) y hab¨ªa completado s¨®lo el 49,2% de sus lanzamientos. En el partido por el campeonato de la AFL, los Jets sufrieron para ganar 27-23 alos Raiders. Con este panorama previo, en las casas de apuestas los Colts eran favoritos por 18 puntos de ventaja sobre los Jets.
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Victoria garantizada
Tres d¨ªas antes de jugarse el partido tuvo lugar uno de esos momentos que inicialmente pasan desapercibidos pero que, con el paso del tiempo, acaban resultando inmortales. En una peque?a charla con periodistas locales en Miami, Joe Namath, harto de que su equipo fuese presentado como una v¨ªctima propiciatoria de otra franquicia de la NFL, dej¨® para la historia esta frase: ¡°Dejadme que os diga algo. Vamos a ganar, os lo garantizo¡±. La bravata de Namath apenas tuvo repercusi¨®n medi¨¢tica, m¨¢s all¨¢ de un par de diarios de Florida. Posteriormente, ser¨ªa recordada hasta la saciedad.
En el partido, los Jets utilizaron a su principal arma ofensiva, el receptor Don Maynard, como se?uelo para atraer a la defensa en zona de los Colts, que desconoc¨ªan el hecho de que Maynard padec¨ªa una lesi¨®n en un muslo. Esto permiti¨® al segundo receptor de los Jets, George Sauer Jr, tener emparejamientos favorables con el cornerback Lenie Lyles. Tras un primer cuarto en el que ninguno de los dos equipos anot¨®, los Jets tomaron ventaja en el segundo periodo con un touchdown de carrera de Matt Snell, mientras que el quarterback de los Colts, Earl Morrall, lanz¨® tres intercepciones en la primera mitad.
Los Jets consiguieron anotar en la segunda mitad tres field goals y anularon, con bastante fortuna, el juego de ataque de los Colts, que s¨®lo pudieron anotar un touchdown en el ¨²ltimo cuarto. Cuando acab¨® el partido, decenas de miles de espectadores dentro del Miami Orange Bowl y millones de americanos en sus hogares asist¨ªan incr¨¦dulos a la m¨¢s que improbable victoria de un equipo de la AFL sobre otro de la sacrosanta NFL.
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El impacto de aquella victoria fue mucho m¨¢s all¨¢ de decidir el ganador de la tercera Super Bowl. Cuando concluy¨® el partido, Pete Rozelle coment¨® en el palco a los propietarios de la NFL: ¡°Esto es lo mejor que nos pod¨ªa pasar¡±. Efectivamente, de repente los aficionados al football empezaron a tomar conciencia del buen nivel de los equipos AFL. La fusi¨®n de equipos de dos ligas que compitieran en igualdad de condiciones no parec¨ªa ya un proyecto a largo plazo. D¨ªas despu¨¦s, cuando los jugadores de los Jets seleccionados para el partido All-Star de la AFL llegaron a su hotel, fueron recibidos entre aplausos y v¨ªtores por el resto de participantes en el evento, muy satisfechos de que sus compa?eros neoyorquinos hubieran lavado la imagen de la nueva liga.
Ep¨ªlogo
Pese a la victoria de los Jets, muchos segu¨ªan considerando a la AFL una liga menor. ¡°De diez veces que jug¨¢semos contra ellos, les ganar¨ªamos nueve¡±, comentaron algunos jugadores de los Colts tras su derrota en la Super Bowl. Har¨ªa falta que los Kansas City Chiefs de Lamar Hunt, el aut¨¦ntico padre de la AFL, derrotaran a los Minnesota Vikings un a?o despu¨¦s para confirmar la paridad entre las dos ligas. El destino quiso que ese reconocimiento llegara precisamente cuando la AFL iba a dejar de existir como competici¨®n para integrarse en la NFL.
Pero de lo que pocos dudan es que sin esa victoria fundamental de los New York Jets, lo que hoy conocemos como Super Bowl probablemente ser¨ªa un acontecimiento muy diferente, para bien o para mal.