MONTA?ISMO
Alex Txikon: "Tengo un cabreo monumental, quiero volver"
Un error de orientaci¨®n priv¨® al monta?ero vasco de ser el primero en hollar en invierno el Nanga (Pakist¨¢n). "Con ilusi¨®n, se puede subir".
El vizca¨ªno Alex Txikon, que tuvo que desistir hace dos semanas de lograr la cima del Nanga Parbat (8.126 metros) cuando le quedaban unas tres horas para la cumbre, debido a un error de orientaci¨®n, ha confesado hoy que tiene "un cabreo monumental" por la oportunidad perdida.
Txikon, con diez "ochomiles" en su haber, buscaba ser el primer monta?ero en hollar en invierno el Nanga (Pakist¨¢n). Le acompa?aban en su aventura el paquistan¨ª Muhammad Ali "Sadpara" y el italiano Daniele Nardi.
De vuelta a casa, ha narrado hoy en Bilbao su aventura, en la que un error al equivocarse de corredor a unos 7.800 metros les hizo perder la cumbre, y sus vivencias en una expedici¨®n invernal, muy diferente a las habituales de primavera. De los catorce ochomiles, s¨®lo el K-2 y el Nanga quedan por conquistar en invierno.
En los ¨²ltimos treinta a?os ha habido 27 expediciones que han intentado el Nanga en invierno, todas fracasadas. Txikon y sus dos compa?eros han sido los que m¨¢s cerca que se han quedado de la cumbre, a pesar de estar solos, es decir, tener que abrir huella y montar 2.500 metros de cuerdas fijas.
La diferencia con una expedici¨®n de verano es radical: por ejemplo, la subida del base al campo 1, que en verano lleva dos horas o dos horas y media, les costaba entre ocho y diez horas, "abriendo mucha huella".
"Hab¨ªa mucha nieve, no esperaba tanta; nos hemos encontrado dep¨®sitos en el C1 enterrados a tres metros", ha dicho.
El exceso de nieve tambi¨¦n provoc¨® numerosas avalanchas, que por fortuna, no les afectaron, aunque algunas les dieron "unos sustos tremendos".
Tras superar todas las dificultades, el d¨ªa del ataque a cumbre cometieron el error que les cost¨® caro.
Desde el C4, a 7.200 metros, Ali, que hab¨ªa estado dos veces en la cumbre en verano, Txikon y Nardi salieron hacia la cima a muy buen ritmo, unos 150 metros de ascensi¨®n por hora. El m¨¦todo: "Caminar 25 pasos, parar, dar cuatro o cinco bocanadas, taparse la cara, mover los dedos, y seguir, contando los pasos para que el cebrero funcione".
Entre 7.800 y 7.900 metros lleg¨® el punto cr¨ªtico. De noche, solo con las frontales, a 40 bajo cero, Al¨ª dice que la v¨ªa por la que van no es el camino. "Yo no soy capaz de sacar en claro qu¨¦ pasa, vamos a grito pelado, le met¨ªa mucha presi¨®n, y ¨¦l insist¨ªa en que no,no, no. Entonces me ech¨¦ la culpa a m¨ª mismo por presionarle".
Pero Ali estaba equivocado, estaban en el buen corredor, como se demostr¨® luego de d¨ªa. Horas despu¨¦s, tras regresar al C4, descubrieron el motivo de la desorientaci¨®n, ya que Ali ten¨ªa mal del altura y tuvieron que bajar r¨¢pidamente al base.
Txikon err¨® tambi¨¦n porque ten¨ªa una soluci¨®n: "llamar al campo base por el walkie y preguntar por la ruta", pero no lo hizo. "Lo sencillo y evidente aqu¨ª, all¨ª, a 40 bajo cero, es complicado", ha admitido.
"?Por qu¨¦ no continu¨¦ solo hacia la cima? Me dio mucho miedo seguir solo all¨¢ arriba. No hubiera sido lo acertado y no me gusta estar solo, la monta?a es para compartir", ha afirmado.
El resultado fue una gran oportunidad perdida. Entre las ense?anzas, dos: la primera, que la vertiente buena para acceder a la cumbre en invierno es la Diamir, por la que ascendieron ellos. Las otras permiten llegar tambi¨¦n a los siete mil metros, pero desde all¨ª quedan a¨²n dos o tres d¨ªas de traves¨ªa, cuando ellos se quedaron a unas tres hora de la cima.
La segunda, que les ha faltado "un buen meteor¨®logo, pero cuesta unos mil euros m¨¢s por mes", uno capaz de precisar al m¨¢ximo las ventanas de buen tiempo,
Por ello, a Txikon le gustar¨ªa regresar al Nanga: "Cada vez lo tengo m¨¢s claro. Con ilusi¨®n y motivaci¨®n se puede escalar". En cambio, ve mucho m¨¢s complicado que alguien alcance el K-2 en invierno. "Costar¨¢ a?os, hasta que alguien tenga la suerte de tener un buen invierno".
Por eso, ha terminado con un ruego a la comunidad internacional de himalayistas: "Que nos respeten esta ruta al Nanga. Cuando llegas a 7.800 o 7.900 metros como nosotros siempre salen enanitos detr¨¢s que intentan aprovecharlo. Que nos dejen la ruta", ha pedido, para regresar en los pr¨®ximos a?os y ser los primeros en escalarla.