Atletismo
Kenia est¨¢ bajo la lupa de la AMA y el COI por el dopaje
Una veintena, pillados en dos a?os. Hace escasas semanas, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional y la Agencia Mundial Antidopaje llamaron a cap¨ªtulo a Kenia.
La edad de la inocencia en Kenia se ha dejado atr¨¢s. Sus atletas no parecen ganar ya s¨®lo por los beneficios que les aporta la altitud (2.600 metros) de los campos de Eldoret, en el Valle del Rift, y la gen¨¦tica. Ahora mismo, hay diez sancionados por dopaje en las listas de la Federaci¨®n Internacional (IAAF). En los dos ¨²ltimos a?os, una veintena ha dado positivo. Tras el r¨¦cord mundial de Dennis Kimetto en Berl¨ªn (2h 02:37), lleg¨® el mazazo del positivo por EPO de su mejor maratoniana, Rita Jeptoo, tres veces ganadora en Boston y dos en Chicago, que le dejaba sin recibir el domingo en Nueva York los 500.000 d¨®lares que le correspond¨ªan como vencedora de las Series Mundiales.
Jeptoo cant¨® en un control por sorpresa en el Rift. All¨ª, un reportaje de la ARD con c¨¢mara oculta descubri¨® ya antes de los Juegos de Londres el mercadeo de sustancias dopantes. La IAAF decidi¨® entonces, ante la dificultad de transportar muestras de sangre a Suiza, establecer ya el a?o pasado un laboratorio temporal en la zona... Y han ido cayendo.
Hace escasas semanas, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional y la Agencia Mundial Antidopaje llamaron a cap¨ªtulo a Kenia. Kipchoge Kenio, presidente de su Comit¨¦ Ol¨ªmpico, sali¨® con un mensaje claro de una reuni¨®n en Tokio. ¡°No est¨¢n satisfechos con nosotros y contemplan sanciones, prohibiciones para competir internacionalmente, lo que ser¨ªa terrible¡±, declar¨®.
En el r¨¢nking mundial masculino de 2014, ocho de los diez primeros son kenianos. Y en las grandes maratones es donde se mueve el dinero, que va a caer en buena parte a manos de m¨¢nagers europeos (el de Jeptoo es el italiano Federico Rosa). En noviembre de 2013, una investigaci¨®n interna en Kenia, dirigida por el doctor Moni Wekesa, sac¨® una conclusi¨®n preocupante: ¡°Nuestros atletas tienen m¨¢nagers extranjeros y son ellos los que les dopan¡±. El olor del dinero no entiende de inocencias.