Las chicas mantienen su cr¨¦dito y revalidan la medalla de oro

Antes de sufrir, tambi¨¦n antes de disfrutar, las chicas del conjunto de r¨ªtmica de Espa?a recitan siempre un mantra: ¡°?El dolor es temporal, la satisfacci¨®n es para siempre!¡±. Luego salen al tapiz. Y con ese esp¨ªritu consiguieron ayer en los Mundiales de Esmirna (Turqu¨ªa) el oro en mazas, revalidando el t¨ªtulo del a?o anterior en Kiev. Marcaron 17,433 por delante de Israel (16,983) y Bielorrusia (16,600).

Ellas son Alejandra Quereda (Alicante, 22 a?os, estudiante de Medicina), Sandra Aguilar (Madrid, 22, INEF), Elena L¨®pez (Valencia, 19, que comenzar¨¢ pronto un grado medio), Lourdes Mohedano (C¨®rdoba, 19, Educaci¨®n F¨ªsica), y Artemi Gaveozuo (de origen griego y metida en Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas). Un quinteto que apunta con fuerza a R¨ªo 2016. En Londres fueron cuartas en concurso general y dejaron el equipo Loreto Achaerandio y Lidia Redondo. Pero el nivel no se ha resentido.

¡°Un fallo tonto, inexplicable porque lo hab¨ªamos repetido miles de veces (se les fue una pelota) nos dej¨® el s¨¢bado desanimadas (fueron und¨¦cimas en la general final) y fuera de la final de ejercicio mixto. As¨ª que s¨®lo quedaba una oportunidad y hemos sabido aprovecharla¡±, contaba desde el hotel la capitana, Alejandra Quereda.

Con el oro, siguen en todas las quinielas para conseguir algo grande en R¨ªo. ¡°Ya tenemos mucha experiencia, estamos compenetradas y notamos el respeto del resto de pa¨ªses. Sabemos que sin fallos subimos a los podios, pero eso tambi¨¦n crea m¨¢s tensi¨®n¡±, cuenta la alicantina, que se reserva en el equipo el papel de ¡°tirar del grupo cada d¨ªa¡± y radiograf¨ªa a sus compa?eras: ¡°Artemi es la m¨¢s callada, Sandra la bromista, Elena es algo m¨¢s negativa y Lourdes pone el salero andaluz¡±.

¡°Tras Londres, con los recortes, hemos pasado momentos duros. Pero lo hemos remontado con resultados¡±, recuerda. El oro les ha costado seis d¨ªas de entrenamiento a siete horas diarias en la Blume. Y cuerpos doloridos. Lourdes, Elena y Sandra compitieron infiltradas en el Mundial. Pero vali¨® la pena. Ya se sabe: ¡°El dolor es temporal y la satisfacci¨®n, para siempre¡±