Atletismo | M. J. Mart¨ªnez Pati?o
¡°Ten¨ªa que entrenarme... entrando como un ladr¨®n¡±
"Todo se resume por mi parte, cuando miro hacia atr¨¢s, en una experiencia tremenda e imborrable. S¨®lo puedo decir que pagu¨¦ un precio exorbitante".

?Qu¨¦ recuerda de aquellas cosas que sucedieron hace casi tres d¨¦cadas y c¨®mo las valora dentro de su nueva perspectiva vital?
¡ªEl mensaje que me queda es que a¨²n es posible luchar para cambiar las cosas. Seguir peleando hasta el final. Esta situaci¨®n... a mi me condicion¨® la vida, pero al fin pude salir adelante. Desde otro punto de vista, no cabe duda de que el deportista actual est¨¢ mucho m¨¢s protegido que en nuestros tiempos. Se ha asumido, al fin, que el deportista se mueve en un entorno muy fr¨¢gil y debe recibir esa protecci¨®n. COI y Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol han avanzado mucho en ese sentido.
¡ªSu experiencia personal...
¡ªTodo se resume por mi parte, cuando miro hacia atr¨¢s, en una experiencia tremenda e imborrable. S¨®lo puedo decir que pagu¨¦ un precio exorbitante a cuenta de una serie de falsedades. Por mucho que intente describirlo, lo que yo sufr¨ª resulta... indescriptible.
¡ªAlguna compensaci¨®n hay, al menos desde el ¨¢ngulo moral. Directores afamados se fijan en su caso... el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional tira de usted para comisiones y seminarios, al igual que la Universidad de California en Los ?ngeles (UCLA).
¡ªDe alg¨²n modo s¨ª tengo la sensaci¨®n de haber mantenido una lucha en esta vida cuyos resultados han sido por y para otras generaciones. Pero no puedo olvidar que, cuando me echaron de la Residencia Blume, ten¨ªa que entrenarme... entrando como un ladr¨®n, saltando la valla. Una de las cosas buenas que tuvo cuando me fui a entrenarme fuera, en San Petersburgo y Texas, fue que all¨ª era una desconocida y pod¨ªa pasear por todas partes como una persona normal. Sentirme an¨®nima fue algo que me dio un gran alivio vital. Salir adelante es algo complicado. Se sale con coraje y pasi¨®n.
¡ª?Hasta qu¨¦ punto se lleg¨® a ver reflejada en un caso como el de Caster Semenya?
¡ªImag¨ªnese... me lo trae todo a la memoria. Cuando la opini¨®n p¨²blica avanza y juzga con la prisa que lo hace, en casos como estos: no hay consciencia, creo, del da?o que se le puede causar a la persona afectada y su entorno; esa persona tiene familia, pareja, amigos... y el sufrimiento puede llegar a ser irrecuperable. Espero que no sea as¨ª en el caso de Semenya. Pero algo tengo claro...
¡ª?Como qu¨¦?
¡ªMire, s¨¦ que si Semenya hubiera sido esbelta, guap¨ªsima y escultural... nadie se hubiera metido con ella. Con la proyecci¨®n que llevaba de marcas, lo que ven¨ªa haciendo y consiguiendo tampoco era nada disparatado. Ella pod¨ªa irse perfectamente a 1:51 en 800. Ahora, lo que me preocupa es que se la pueda recuperar no ya para el atletismo, sino para la vida: como persona.
¡ªSupongo que ya habr¨¢n debatido todos estos asuntos en sus reuniones dentro del COI y del COE...
¡ªHe tenido muchas conversaciones con Arne Ljungqvist (presidente de la Comisi¨®n M¨¦dica del COI) y, aunque los cambios son muy lentos, estamos de acuerdo en estos puntos esenciales. La visi¨®n de que hay de luchar a fondo contra estas cosas, m¨¢s la trascendencia que tienen las decisiones del COI, que afectan a m¨¢s de 200 pa¨ªses... son las razones de que yo haya llegado a la Comisi¨®n de Bio¨¦tica y de que Ljungqvist y yo hayamos congeniado tan bien. A m¨ª me condicionaron la vida: ahora queremos que nadie m¨¢s sufra lo que yo sufr¨ª.