Lolo Jones decide cambiarse al bobsleigh y engorda 14 kilos

Lolo Jones (Des Moines, EE UU, 1982), aquella medi¨¢tica vallista que tropez¨® en el octavo obst¨¢culo en los Juegos de Pek¨ªn cuando cabalgaba hacia el oro, se toma cada noche una doble hamburguesa con queso y bacon. En v¨ªdeos se la puede ver engullendo tres platos a la vez de manera compulsiva... Todo forma parte de un plan espec¨ªfico para ganar peso, algo que considera que le vale para ¡°coger potencia¡± y buscar una medalla con el US Team de bobsleigh en Sochi, donde empujar¨¢ uno de los tres biplazas. ¡°Como atleta debes ser un galgo, para el trineo tienes que convertirte en un pitbull o un Rottweiler¡±, cuenta Lolo, cuarta en Londres, que ha ingerido m¨¢s de 9.000 calor¨ªas diarias.

Ha pasado de los 61 kilos que pesaba en verano sobre el tart¨¢n, a los 75 (30 libras m¨¢s) que marca la b¨¢scula en la previa ol¨ªmpica. Los ha ganado a base de batidos de prote¨ªnas, mucha carne, helado, tartas y barritas de chocolate... ¡°En bobsleigh se dice masa empuja a masa¡±, comenta la estadounidense, cuyo trineo alcanza los 150 km/h y, que pese a estar ¡°m¨¢s pesada que nunca¡±, asegura: ¡°Mis abdominales siguen estando ah¨ª, m¨¢s s¨®lidos que antes¡±.

Su trabajo en el gimnasio se ha doblado en intensidad. Eso le ha valido formar parte del US Team. ¡°Su velocidad, su potencia y su experiencia en la ¨¦lite est¨¢n aportando mucho a este equipo. Da otra visi¨®n¡±, comenta Jazmine Fenlator, una de las pilotos estadounidenses. Lolo, a la que apodan Honey Badget (el Tej¨®n de Miel), ser¨¢ frenadora, como Laury Williams, otra velocista que acredita 10.88 en 100.

Pero no todo ha sido un camino de rosas para que Jones haya llegado a la Villa Ol¨ªmpica de Sochi. ¡°Deber¨ªa haber ganado m¨¢s followers en Twitter, en lugar de ganar masa muscular¡±, dec¨ªa Emily Azevedo, una damnificada del US Team. Sin embarg¨®, la experimentada Elana Meyer s¨ª le dio su apoyo. ¡°Me siento querida e integrada desde el primer d¨ªa. Estoy cansada de cr¨ªticas¡±, dec¨ªa Lolo, entre l¨¢grimas.

Jones, que sigue los pasos de Edwin Moses o la sueca Ludmila Engquist, ha encontrado la felicidad en el bobsleigh: ¡°No ten¨ªa expectativas, era una v¨ªa de escape y de diversi¨®n¡±. Ahora, tras los fiascos de Pek¨ªn y Londres, Jones, de 31 a?os, sigue empecinada en conseguir su medalla ol¨ªmpica ya sea en el tart¨¢n o sobre el hielo.