Francia e Inglaterra honran la historia del rugby en Le Crunch
Ganaron los galos en un emocionante final (26-24). Tras un 16-3 inicial, Care levant¨® al XV de la Rosa en un recital ingl¨¦s y Fickou salv¨® al gallo en el ¨²ltimo suspiro.

Los amantes del Rugby salieron emocionados tras disfrutar de Le Crunch. Tras unos a?os sin identidad, Francia e Inglaterra (por encima del resultado) ofrecieron un partido digno de lo que son ambos combinados. Intensidad, m¨²sculo, jugadas de ruptura y galopadas con try decisivo. Fue uno de los mejores encuentros que se recuerdan en Europa en los ¨²ltimos tiempos. Sobre todo viniendo de ambos combinados, que afrontaban el VI Naciones pensando en el Mundial y que salen fortalecidos. Francia porque supo resistir al rodillo ingl¨¦s tras aprovechar el acierto inicial... y remontar al final. Y el XV de la Rosa porque jugando as¨ª perder¨¢ pocos partidos. Inglaterra ya no optar¨¢ al Grand Slam, pero sigue siendo candidata al VI Naciones. Esto es largo y todo puede pasar.
El primer tiempo fue el¨¦ctrico, intenso, propio de una gran cita. A los 30 segundos ya mandaba Francia. El debutante Plisson, con fortuna, lanzaba una patada a la esquina y aparec¨ªa Huget para firmar su primer ensayo. Inglaterra se march¨® al ataque como mejor sabe, empujando y jugando con la delantera. Pero Francia estaba preparada. Farrell pas¨® en un golpe el 5-3 aunque r¨¢pidamente Francia volvi¨® a encontrar una grieta cuando en un contragolpe la patada de Dulin bot¨® de una forma extra?a, como si el destino hubiese nacido en las afueras de Par¨ªs, pasando por encima de dos jugadores y quedando manso para que Huget ensayara de nuevo. Pero Inglaterra no se iba a rendir, m¨¢s empuje, m¨¢s m¨²sculo... y de forma sorprendente el Gallo se hac¨ªa fuerte en la mel¨¦ provocando golpes de castigo para que Doussain pusiera el 16-3. El Stade France enloquec¨ªa y La Rosa, a lo suyo. Una jugada r¨¢pida, un chispazo del habilidoso Care (s¨®lo ¨¦l es capaz de hacer algo as¨ª en Inglaterra) y jugada en l¨ªnea de 5 metros para que culmine, de forma dudosa, Mike Brown en la esquina. El bal¨®n pudo escap¨¢rsele antes de posar... pero Nigel Owens lo dio. Farrell busc¨® un drop antes del descanso, pero no pas¨®, como tampoco lo hizo la transformaci¨®n del try anterior. No era la tarde del apertura ingl¨¦s.
Porque el hombre del momento era Danny Care. El medio mel¨¦ busc¨® a Brown y Goode en los costados y mand¨® a sus bisontes a la guerra. Las estad¨ªsticas de posesi¨®n eran insultantes. ?C¨®mo no iba ganando Inglaterra ese partido? La reacci¨®n cogi¨® cuerpo y el peque?o de los Vunipola, Billy, rompi¨® la defensa para regalar un ensayo a Barrell. La Rosa mandaba 16-18. Era el momento de matar el partido... pero Lancaster sent¨® al genio y encomend¨® a Dickson pausar el partido. Inglaterra mandaba, pero ya no era lo mismo. No mat¨® al Gallo cuando le tuvo y le dej¨® con vida. As¨ª, en el tramo final, Par¨ªs empuj¨® para que su combinado nacional siguiese empujando. Un golpe de castigo para Machenaud dejaba la victoria a tiro de un pateo y Goode volv¨ªa a ampliar diferencias. Por el aire parec¨ªa todo controlado para los brit¨¢nicos, la renta era de 5 puntos. ?Y por tierra? No contaban con Fickou. Reci¨¦n entrado al campo aprovech¨® una carrera magn¨ªfica de Szarzewski para lanzar a todo un pa¨ªs a por el ensayo que le presenta como candidato al Torneo. Fickou pos¨® y Machenaud convirti¨® el 26-24. Gan¨® Francia. Pero sobre todo, gan¨® el Rugby. Francia est¨¢ de vuelta e Inglaterra no est¨¢ ni mucho menos muerta. El VI Naciones no ha hecho m¨¢s que comenzar. El Mundial puede esperar.