La marat¨®n de Nueva York se blinda para evitar incidentes

Cuatro docenas de perros polic¨ªas adiestrados en encontrar explosivos, 2000 c¨¢maras, kil¨®metros y kil¨®metros de barreras met¨¢licas, altas vallas y miles de polic¨ªas de uniforme con detectores radiol¨®gicos y de paisano, algunos con pantal¨®n corto y zapatillas deportivas en medio de los corredores, participar¨¢n en el plan de seguridad del NYPD, el departamento de polic¨ªa de Nueva York, para evitar un atentado en la carrera atl¨¦tica m¨¢s popular, conocida e internacional del mundo.

Ray Kelly, el jefe de la polic¨ªa neoyorquina, mand¨® a un grupo de agentes de su unidad antiterrorista a seguir muy de cerca la investigaci¨®n y a estudiar las medidas que hab¨ªan tomado sus colegas de Boston solo horas despu¨¦s del atentado del 15 de abril pasado que caus¨® la muerte a tres espectadores e hiri¨® a otros 260.

¡°Vamos a tener una combinaci¨®n de medidas de seguridad que podr¨¢n verse, como nuestros agentes uniformados y nuestros perros, y tambi¨¦n otras que no se ver¨¢n para convertir a Nueva York en la ciudad m¨¢s segura del mundo. Ya lo es diariamente pero el domingo lo ser¨¢ a¨²n m¨¢s¡±, ha reconocido Kelly.

Adem¨¢s de perros, hombres, m¨¢quinas y vallas habr¨¢ cinco helic¨®pteros que cubran la ruta desde el aire y equipos de la unidad anfibia de la polic¨ªa que vigilen los puentes por los que pasan los corredores.

La ciudad compr¨® despu¨¦s del atentado de Boston 100 c¨¢maras m¨®viles que cubrir¨¢n los lugares donde los sofisticados ojos avizores de las c¨¢maras de seguridad que ya hay en muchos sitios no llegan.

La organizaci¨®n espera que unos dos millones de espectadores sigan en las calles de los cinco barrios de la ciudad la carrera en la que participar¨¢n unos 45.000 corredores. Nueva York est¨¢ repleta de extranjeros venidos de todas las partes del mundo que llevan su chubasquero de color amarillo y su mochila del mismo color que regala la organizaci¨®n.

Al retirar su n¨²mero los corredores fueron informados ayer de que no podr¨¢n llevar bolsas a la salida de la carrera y que sus familiares deber¨¢n esperarlos a la llegada en Central Park en un ¨¢rea de encuentro m¨¢s lejos de lo habitual. Una zona en el oeste del parque estar¨¢ vallada con mesas de control donde los espectadores ser¨¢n cacheados y sus bolsas inspeccionadas.

¡°Yo no voy a correr asustado porque dos t¨ªos colocaron sus bombas en Boston¡±, declara Dave Kleckner, un corredor de 50 a?os que orgullosamente lleva la sudadera de color azul que la organizaci¨®n distribuy¨® a los corredores que se hab¨ªan apuntado a la carrera del pasado a?o y que fue suspendida debido a los efectos del hurac¨¢n Sandy.